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Los forenses proceden a abrir las tumbas de las princesas alemanas en presencia de las familias. EFE
Las sepulturas del Vaticano donde buscaban los restos de Emanuela Orlandi están vacías

Las sepulturas del Vaticano donde buscaban los restos de Emanuela Orlandi están vacías

No encuentran nada en las tumbas de dos princesas alemanas donde se esperaba hallar huesos de la hija adolescente de un empleado de la Curia desaparecida en 1983

darío menor

Corresponsal. Roma

Jueves, 11 de julio 2019, 22:39

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Nueva sorpresa en el caso de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado de la Curia romana desaparecida hace 36 años cuando era una adolescente. El Vaticano permitió este jueves la revisión de dos tumbas de sendas princesas alemanas en el cementerio teutónico, ubicado dentro del Estado más pequeño del mundo, porque la familia Orlandi había recibido indicios para que buscara allí los restos de la joven. Cuando las sepulturas fueron abiertas se pudo comprobar que dentro no había ni huesos ni urnas funerarias.

El portavoz vaticano, Alessandro Gisotti, informó del inicio de una investigación para controlar las reformas realizadas en el camposanto a finales del siglo XIX y en los años 60 y 70 del siglo pasado. También manifestó la «atención y cercanía» de la Santa Sede ante «el sufrimiento» de la familia Orlandi. Unas quince personas trabajaron durante unas tres horas en la apertura de los sepulcros de las princesas Sophie von Hohenlohe y Carlotta Federica de Mecklemburgo, enterradas en la primera mitad del siglo XIX. Los descendientes de ambas, informados de la situación, se llevaron una sorpresa porque pensaban que sus antecesoras estaban allí sepultadas.

«En la primera tumba había un espacio muy grande, de unos cuatro por tres metros, pero han bajado y estaba vacía. No había absolutamente nada. Han pasado a la segunda tumba, que era un sarcófago, por lo que sólo era necesario que levantar la tapa y verificar el interior, donde debían estar los restos de la otra princesa, pero también estaba completamente vacía», comentó el hermano de Emanuela, Pietro, que estuvo presente en los trabajos de exhumación. «Me esperaba de todo excepto que estuvieran vacías. Es increíble. Habrá que seguir adelante y espero que haya una colaboración honesta. Hasta que no encuentre a Emanuela mi deber es buscar la verdad».

'Donde indica el ángel'

Además de recibir una carta anónima el año pasado con una foto de la sepultura de una de las princesas alemanas con la leyenda 'Busque donde indica el ángel', a la familia Orlandi también le llegaron indicaciones de «personas dentro del Vaticano no anónimas» señalando esa misma tumba «como el lugar donde está enterrada Emanuela». Pietro aseguró que «esto obviamente no termina así» y que ahora pretende buscar «respuestas de por qué durante el último año personas de las que conozco sus nombres y sus apellidos nos se han dirigido a ese lugar».

El 'caso Orlandi' lleva más de tres décadas sacudiendo a la opinión pública italiana. La mafia, el opaco mundo de las finanzas de la Santa Sede, supuestas redes pedófilas relacionadas con la alta jerarquía eclesiástica y hasta Alí Agca, el terrorista turco que trató de asesinar a Juan Pablo II, han sido relacionados con la desaparición de esta muchacha de 15 años el 22 de junio de 1983 a la salida de una clase de música en la Plaza de San Apolinar, en el centro de Roma.

El pasado octubre el caso volvió a generar la atención de los medios cuando se hallaron unos restos humanos en un edificio anexo a la sede de la nunciatura apostólica del Vaticano ante Italia. Tras someter a un primer estudio los restos, se supo que tienen más de cien años, por lo que no podrían pertenecer a Orlandi.

¿Una deuda de la Iglesia con la mafia?

El último rastro de la niña Orlandi data del 22 de junio de 1983, el día de su desaparición. La pequeña fue vista por última vez cuando abandonó el conservatorio de la Plaza de San Apolinar, en el centro de Roma y cerca del Senado italiano, después de recibir una clase de flauta. Desde entonces su desaparición siempre ha estado envuelta en el misterio. Hay diferentes teorías. La más extendida sostiene que la Iglesia había contraído una deuda con la mafia romana 'La magliana' que no podía pagar. Como mecanismo de presión los criminales secuestraron a Emanuela, hija de un alto funcionario cercano a Juan Pablo II.

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