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Johnson y Juncker abandonan el restaurante. DPA
Juncker y Johnson aceleran la negociación

Juncker y Johnson aceleran la negociación

En su primer cara a cara, los dos líderes reafirman sus posiciones sobre el 'brexit', pero acuerdan intensificar los contactos a nivel técnico y político

salvador arroyo

Corresponsal. Bruselas

Lunes, 16 de septiembre 2019, 20:23

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Si Reino Unido no quiere 'backstop' o salvaguarda en la isla de Irlanda deberá ofrecer opciones legales, operativas y compatibles con el Acuerdo de Retirada. Y este paso aún no se ha dado. Esa idea sustancial del posicionamiento europeo, en medio del ruido constante que llega desde Londres, no se modificó este lunes ni un milímetro tras el primer cara a cara que mantuvieron Jean-Claude Juncker y Boris Johnson desde su llegada a finales de julio al 10 de Downing Street. Tampoco el británico dio un paso atrás en su reto público: sacar al país de la Unión el próximo 31 de octubre, con o sin acuerdo, desestimando incluso una posible prórroga.

Así que el almuerzo protagonizado por ambos líderes, en el que también estuvieron presentes sus respectivos negociadores (Michel Barnier y David Frost) se cerró con un mensaje al aire de buena voluntad -las negociaciones «se van a intensificar»- y la misma sensación de un 'brexit' en punto muerto.

Ese 'seguiremos hablando' (obvio) fue el resultado más sustancial de la cita que arrancó en torno a las 12.50 en terreno neutral, en un afamado restaurante de Luxemburgo, y que se prolongó durante algo más de un hora. A su salida, Johnson tuvo que sortear los pitidos y las críticas de alrededor de setenta personas que protestaban contra el 'brexit'. Mientras que Juncker, mucho más cómodo, lanzaba a los periodistas una valoración rápida del encuentro: «Ha sido amistoso, las negociaciones deben seguir a gran velocidad».

Sólo un balance

El calificativo que el luxemburgués dio al almuerzo (amistoso) no figuraba en la comunicación posterior difundida por su Gabinete. De hecho no había una sola valoración al respecto. Escueto, el comunicado resaltaba tres ideas. La primera: la reunión no tenía más objetivo que el de «hacer balance de las conversaciones técnicas» que se llevan produciendo desde agosto y que recientemente se desarrollan a razón de dos por semana. La segunda (la importante): Juncker recordó (a Johnson) que es responsabilidad británica presentar «soluciones legalmente operativas que sean compatibles con el Acuerdo de Retirada», y obligación comunitaria ver su compatibilidad con este gran pacto, que fue rechazado en tres ocasiones por Westminster. La clave: «Estas propuestas aún no se han hecho». Y tercero: «El Consejo Europeo de 17 y 18 de octubre será un hito importante en el proceso. Los Veintisiete siguen unidos».

LAS CLAVES

  • Bruselas recuerda a Londres que es responsabilidad británica presentar «soluciones»

  • El Consejo Europeo de 17 y 18 de octubre debe constituir un hito importante en el proceso

Por parte británica, sí se puso nota a la cita en Luxemburgo: fue «constructiva», según una nota emitida desde la sede del primer ministro en Londres. Remarcaba negro sobre blanco que Johnson había trasladado a su interlocutor que «no solicitaría una extensión (del Artículo 50, el que regula el 'brexit') y que sacaría a Reino Unido de la UE el 31 de octubre». En la comunicación británica se subrayó el compromiso de «intensificar las discusiones» entre Londres y Bruselas, que pronto se celebrarán a diario. Y que esas conversaciones, hasta ahora en un plano puramente técnico, se elevarán a un nivel político con la participación directa de Barnier y Frost, pero también del propio primer ministro y del presidente de la Comisión. Ya lo había dicho Juncker minutos antes de esa reunión: «Europa nunca pierde la paciencia».

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