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El líder del M5S y vicepresidente de Italia, Luigi Di Maio, sale del palacio Chigi en Roma. Efe
Italia reafirma su pulso con Bruselas al negarse a reducir el déficit

Italia reafirma su pulso con Bruselas al negarse a reducir el déficit

El Gobierno de Roma ratifica unos Presupuestos inaceptables para la Comisión y aboca así a la Unión Europea a una crisis institucional sin precedentes

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Roma

Jueves, 1 de enero 1970

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Va a ser este un otoño caliente en Italia. El Gobierno de Roma se ha propuesto ir hasta las últimas consecuencias con el pulso que le ha echado a la Unión Europea por su deseo de ampliar el déficit presupuestario hasta el 2,4% el año que viene, violando así sus compromisos anteriores. Pese a la exigencia de Bruselas de que diera marcha atrás, la coalición entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga que guía el Ejecutivo ratificó su desafío en la carta que envió ayer a la Comisión Europea. Consideró que era «una decisión difícil pero necesaria» para conseguir que los sectores de la población más desfavorecidos puedan salir de su «dramática situación», según dijo el ministro de Economía, Giovanni Tria.

Pese a las emotivas explicaciones ofrecidas por Tria, la Comisión Europea hoy mismo podría rechazar formalmente los Presupuestos italianos, invitando a Roma a que los modifique para plegarse a los objetivos de déficit y de reducción de deuda pública, el gran problema de Italia pues supera el 131% del PIB, uno de los niveles más altos de los países occidentales. El rechazo de los Presupuestos supondría una situación sin precedentes en la Unión Europea y abriría una crisis institucional de consecuencias difíciles de prever. Tanto el M5E como la Liga mantienen un discurso abiertamente euroescéptico que se vería beneficiado por el choque directo con Bruselas. De momento su postura está calando entre los ciudadanos. Según el último Eurobarómetro, sólo el 44% de los italianos están a favor de seguir en la UE, el porcentaje más bajo de los Veintiocho. Incluso los británicos, a las puertas ya del Brexit, se muestran más animados con la pertenencia al club. La media europea es del 66%. Este ambiente de rechazo, junto a la crisis que se puede abrir a cuentas de los Presupuestos, tendrá su reflejo en la representación italiana en las instituciones comunitarias tras las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Las encuestas vaticinan que la Liga y el M5E llevarán la voz cantante.

Un elemento que influirá en la duración y virulencia del pulso entre Roma y Bruselas será la prima de riesgo. Ayer volvió a cerrar por encima de los 300 puntos básicos. Según los analistas financieros, el Gobierno italiano aguantará al menos hasta los 400. Si se supera esa cifra, el aumento del coste de la deuda y la presión internacional empezarán a pesar demasiado tanto en el Ejecutivo como en el presidente de la República, Sergio Mattarella. El papel de la Jefatura del Estado en Italia durante los momentos de crisis nunca debe infravalorarse. Basta recordar el golpe de mano que dio Giorgio Napolitano, antecesor de Mattarella, para provocar la caída del Gobierno de Silvio Berlusconi en noviembre de 2011 cuando el país parecía al borde de la bancarrota. Para tratar de alejar ese escenario, el primer ministro, Giuseppe Conte, aseguró ayer a los corresponsales extranjeros que su país no va a abandonar la UE. «Para Italia no hay ninguna posibilidad de Italiaxit, de salida de Europa o del euro», garantizó Conte.

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