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Rafael M. Mañueco
Moscú
Martes, 25 de febrero 2020, 16:52
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Los dos únicos casos de COVID-19 detectados en Rusia fueron dos ciudadanos chinos hospitalizados el 31 de enero que ya están recuperados y dados de alta. Hay además ocho rusos ingresados en Kazán, de los que tres están infectados con el coronavirus. Contrajeron la enfermedad en el crucero Diamond Princess y fueron repatriados el pasado domingo junto con otras cinco personas también de nacionalidad rusa que igualmente se encontraban en el barco y observan ahora el régimen de cuarentena.
Por otro lado, según la directora del órgano de control sanitario, Rospotrebnadzor, Anna Popova, hay 11.990 personas llegadas a Rusia desde China que ha sido confinadas en observación. Por su parte, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, informa que, de ése número, a la capital rusa le corresponden 2.500 personas. Para evitar fugas de estos centros, como las ya habidas en los últimos días, Sobianin ha advertido que se ha dispuesto un férreo control del cumplimiento de las cuarentena que incluye «sistemas de reconocimiento facial».
A tenor de una orden del Gobierno ruso, desde el pasado día 20, Rusia no admite la entrada a su territorio de ciudadanos chinos para evitar la propagación del coronavirus. La viceprimera ministra, Tatiana Gólikova, explicó la semana pasada que tal medida se ha hecho extensiva «a los viajes privados, de negocios, estudios y turismo», pero no a los nacionales chinos que viajen «por vía oficial o por motivos laborales y humanitarios». Tampoco afectará a los pasajeros en tránsito procedentes de China hacia un tercer país.
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