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'El Chapo', durante su extradición a EE UU en enero de 2017. AFP

Cadena perpetua para El Chapo

El narcotraficante más famoso desde Pablo Escobar pasará el resto de sus días en una cárcel de máxima seguridad estadounidense de la que no le será tan fácil escapar

Mercedes gallego

Corresponsal en Nueva York (EE UU)

Miércoles, 17 de julio 2019, 16:44

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Entró en la sala como un galán de telenovela, con el bigote peinado y el pecho henchido en un traje de sastre. Le tiró un beso a su esposa, 32 años más joven que él, y lanzó una parrafada de 15 minutos al juez, acusando a EE UU de no ser «diferente ni mejor que cualquier otro país corrupto a los que ustedes no respetan». Al marcharse volvió a tirarle un beso a Emma Coronel, pero esta vez tenía los ojos rojos: la sentencia de cadena perpetua y 30 años de prisión que Joaquín 'El Chapo' Guzmán acababa de oír supone que tal vez no vuelva a abrazarla nunca más.

Así acababa en Brooklyn lo que en México se ha llamado «el juicio del siglo», con un final de película para el narcotraficante más famoso desde Pablo Escobar. En sus casi tres décadas al frente del cartel de Sinaloa, El Chapo, de 62 años, ha capturado la imaginación popular y nutrido numerosos libros y guiones. La fascinación que despertaba incluso llevó en 2016 al actor Sean Penn a adentrarse en algún lugar sin identificar de la selva de Sinaloa para publicar una entrevista con él en la revista Rolling Stone.

«Yo suministro más heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana que nadie en el mundo», presumió el capo de la droga. «Tengo una flota de submarinos, aviones, camiones y barcos».

El actor lamentaría después que su aventura no sirviera para abrir el diálogo que buscaba sobre las drogas y la guerra contra el narcotráfico. Al contrario. Las autoridades mexicanas aseguraron que sirvió para dar caza al capo que acababa de protagonizar su segunda fuga de película. La primera, en 2001, en el carro de ropa sucia para la lavandería, tras comprar a varios funcionarios de la prisión de máxima seguridad de Jalisco en la que estaba encerrado. La segunda, en 2015, a través de un sofisticado túnel de kilómetro y medio que llegó hasta el desagüe de la ducha en su celda. ¿Habrá una tercera?

Para evitarlo, esta vez EE UU pidió la extradición del jefe del cartel que ha enviado a EE UU miles de toneladas de cocaína y ha causado la muerte de decenas de estadounidenses. Incapaz de garantizar que El Chapo no volvería a corromper a sus funcionarios para llevar a acabo otra fuga de película, el gobierno mexicano de Enrique Peña Nieta aceptó extraditarlo, a cambio de que no se le aplicase la pena de muerte. Hoy se cree que la cárcel donde pasará el resto de sus días será la de ADX Florence, en Colorado, conocida como 'El Alcatraz de las Montañas Rocosas', de la que nunca ha podido escapar nadie.

En los 15 minutos de gloria que el juez le concedió antes de oír su sentencia, El Chapo «aprovechó» para denunciar las condiciones de un juicio «tan mediático» que no considera «justo» porque «todo el mundo está viendo», así como las condiciones de sus 30 meses de confinamiento. La tortura «física y mental» que dice haber sufrido el jefe del cartel que descuartizaba a sus enemigos y los quemaba en cal viva consistió en no haberle facilitado tapones para las orejas, visitas de sus familiares, agua embotellada o más de una hora en el patio. «El aire que me llega es por un conducto (de aire acondicionado) que cuando me llega está seco», se quejó. «Me duelen la garganta y los oídos. Para poder dormir debo taparme los oídos con papel higiénico», añadió en la lista de agravios. «Han sido las condiciones más inhumanas que he pasado en mi vida».

El juez Brian Cogan no se inmutó. Su sentencia era la mínima que le permite la ley, tras haber sido declarado culpable en febrero pasado de diez delitos relacionados con el tráfico de drogas, de los cuales el primero, dirigir una organización criminal, conllevaba la cadena perpetua y 30 años de prisión a los que ha sido condenado. Además, le ha exigido el pago de los 12.600 millones de dólares que le fueron incautados, algo que El Chapo protesta porque esa fortuna «pertenece a México».

Su abogado asegura que este no es el final, que apelará la sentencia y pedirá la extradición a México. Como todas las series de éxito, la saga de El Chapo aún puede tener continuidad.

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