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P. M.
VALENCIA
Miércoles, 23 de abril 2025, 13:19
El Ayuntamiento de Torrent ha cargado con dureza este miércoles contra lo que consideran «abandono» tanto del Gobierno como de la Confederación del Júcar tras la dana del pasado 29 de octubre. «Han pasado seis meses desde la dana que asoló la comarca de l'Horta Sud. Medio año de promesas, parálisis institucional y una realidad que no deja de empeorar. A pesar de las devastadoras consecuencias de aquel episodio meteorológico extremo, las administraciones competentes Gobierno de España y Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) han optado por la dejadez y omisión de actuaciones reales y definitivas, dejando desprotegido a Torrent ante un riesgo estructural que se está repitiendo», critican. La denuncia llega un día después de que dos operarios tuvieran que se rescatados en l'Horteta por una crecida del agua tras unas lluvias.
«Cada gota fría, cada aviso meteorológico, cada nube oscura en el cielo activa el miedo en los vecinos de Torrent y de todos los municipios situados aguas abajo. Los vecinos viven con la incertidumbre constante, conscientes de que sus casas, negocios y vidas pueden volver a inundarse en cuestión de minutos», añaden.
Este mes de abril ha sido la gota que colma un vaso que ya estaba desbordado. El barranco de l'Horteta, sin ningún tipo de intervención ni actuación, ni mantenimiento, ha vuelto a comportarse como un canal desbordado e incontrolable. «En cuanto cae una cantidad considerable de agua en poco tiempo, el cauce colapsa, los pasos peatonales y viales se anegan, y el peligro y miedo inminente vuelve a instalarse en las calles. No es un hecho aislado: es un patrón repetitivo, peligroso y absolutamente previsible», denuncian.
La situación de los barrancos del Poyo y en especial l'Horteta va más allá de la falta de limpieza superficial. El problema es estructural según el ayuntamiento. «Se ha denunciado reiteradamente la pérdida del lecho natural del barranco, la destrucción de los taludes y la total ausencia de infraestructuras de contención aguas arriba. Ahora mismo nos encontramos ante un sistema hidráulico colapsado, desprotegido y olvidado».
Las lluvias no son una amenaza inesperada en la Comunitat. Son un fenómeno recurrente que forma parte de la climatología de la región. Y, sin embargo, las administraciones responsables siguen sin poner en marcha un plan a la altura del real, inminente y constante riesgo.
Desde el Ayuntamiento de Torrent, la alcaldesa Amparo Folgado lleva meses denunciando públicamente la inacción de la CHJ. Ya el pasado 6 de marzo reclamó de forma urgente la creación de una mesa de trabajo interadministrativa para abordar de forma integral y coordinada la situación de los barrancos. Una demanda que fue reiterada el pasado 14 de abril, ante la pasividad generalizada de los órganos con competencia directa.
«¿Cuántas alertas más hacen falta?, ¿Cuándo nuestro vecinos podrán descansar tranquilos sin mirar constantemente al cielo?. La amenaza es real, el peligro es constante y la inacción es ya injustificable», ha declarado Folgado con rotundidad.
Las medidas propuestas por la alcaldesa son claras y técnicas:
-Retirada de material para rebajar los lechos de los cauces, así como la reconstrucción y reforzamiento de los talúdes, la limpieza urgente de los cauces.
- Zonas de retención de aguas, azudes y balsas de laminación en los tramos altos de los barrancos, para controlar las avenidas desde el origen.
- Una visión territorial, comarcal e integral de la cuenca, no actuaciones aisladas en tramos urbanos que simplemente desplazan el problema aguas abajo.
- Un compromiso presupuestario real y un cronograma de ejecución claro, con financiación interadministrativa y voluntad política compartida.
«Cada vez que el cielo amenaza lluvia, el miedo se instala en las zonas colindantes a los barrancos en Torrent y de muchos municipios aguas abajo. El peligro no es abstracto, es real», ha alertado Folgado.
Este es, sin duda, uno de los aspectos más dolorosos del problema. «La inseguridad emocional y material a la que están sometidos los vecinos cada vez que se activan las alertas por lluvia. No es solo una cuestión de daños materiales, sino también de salud mental, estabilidad familiar y confianza en las instituciones», ha añadido.
Folgado ha «No vamos a quedarnos de brazos cruzados esperando a que pasen los meses de pronóstico de lluvias, como si el problema desapareciera con la llegada del verano. No vamos a permitir que el tiempo entierre la memoria de lo ocurrido hasta que, con la llegada del otoño, vuelvan a repetirse exactamente las mismas circunstancias. No podemos tolerar que la catástrofe de octubre quede en el olvido, como si no hubiera servido absolutamente para nada. Cada minuto de inacción es un paso hacia atrás, una renuncia al aprendizaje y una traición a los vecinos que lo han perdido todo. No es aceptable que cuando llegue la próxima tormenta estemos, otra vez, como si hubiéramos partido de cero.
«No voy a cesar en nuestra reivindicación las veces que haga falta. Vamos a acudir donde sea necesario, a levantar la voz con los vecinos y a poner todos los recursos técnicos y humanos al servicio de una solución real. Porque esto va de seguridad vital, de proteger la vida, el bienestar y el futuro de nuestra ciudad», ha concluido la alcaldesa.
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