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La línea férrea se sitúa detrás del parque en la calle Campoamor de Torrent lp
Vecinos de Torrent denuncian el ruido y las vibraciones que provoca el paso del metro

Vecinos de Torrent denuncian el ruido y las vibraciones que provoca el paso del metro

En Alfafar los residentes cercanos a la estación advierten de los «atronadores pitidos» que soportan a lo largo de todo el día

ADA DASÍ

TORRENT.

Viernes, 20 de julio 2018, 00:19

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Los vecinos de la calle Campoamor de Torrent llevan dos años soportando el molesto ruido y las vibraciones que provocan el paso del metro en sus viviendas. A esto se suma los pitidos que algunos de los convoyes hacen sonar a partir de las cinco de la madrugada y que obliga a los residentes en las cercanías a tener que dormir con las ventanas cerradas, a pesar del calor de las noches de verano.

Si bien es cierto que la mayoría viven allí desde hace más de treinta años, comentan que las molestias «se han acrecentado desde hace dos años, no sabemos si porque se han aumentado las frecuencias de paso del metro». Las quejas a este respecto se concentran en esta calle principalmente, a pesar de que un parque les separa de la línea férrea, una cuestión que los vecinos achacan a «la curva que existe en las vías» y en la que la mayoría de los trenes «provocan un chirrido molesto».

Las vibraciones son otros de los problemas que los residentes soportan en sus casas. «Hay veces que las copas de la vitrina se mueven», explica una de las afectadas. «Hace varios años tuve que llamar al aparejador municipal porque crujió la pared y salieron unas grietas, pero me dijeron que podría ser del asentamiento de la finca». A pesar de ello, los vecinos siguen viendo como tiemblan las estanterías de sus casas al paso de los trenes.

Los afectados de Torrent proponen la instalación de paneles contra el sonido

El inconveniente de tener que dormir con las ventanas cerradas ha llevado a los afectados a movilizarse y a presentar varias reclamaciones ante el Ayuntamiento, «por lo menos para que nos escuchen», aunque con anterioridad, las quejas las presentaron ante la empresa ferroviaria.

«Solo podemos dormir cuando dejan de pasar los trenes, luego cuando empieza otra vez el ruido o los pitidos te desvelas, no puedes coger el sueño y ya te levantas cansado, y así continuamente», explican los afectados. También advierten que «cuando hacen las obras de mantenimiento es imposible descansar porque las hacen de madrugada y el ruido es insoportable».

Los vecinos recuerdan que, en un principio, las vías iban enterradas «pero nos han dejado aquí, con estas molestias y separando un barrio», en referencia a Camí la Noria, situado al otro lado de la infraestructura. El objetivo de las quejas que ya han hecho oficiales es el de que «tomen alguna medida para mitigar las consecuencias del paso de los trenes, con paneles para el ruido, por ejemplo», explican los afectados.

Muchos de ellos ya han aprendido a vivir compartiendo el espacio con el paso de los trenes y la mayoría de ellos tienen las habitaciones en la zona más alejada de la fachada que da a las vías. «Aún así, en algunas ocasiones no podemos ni oír la televisión», explican.

Una situación similar se vive en Alfafar, donde el barrio más cercano a la línea férrea se construyó después de que los trenes recorrieran la población. Los vecinos denunciaron los «atronadores pitidos» de los convoyes cuando se acercan a la estación y que se repiten desde las seis de la mañana hasta las once de la noche, y también de madrugada.

El Ayuntamiento remitió varias cartas al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), insistiendo en las molestias que provocan los trenes, e incluso amenazó con llevar el tema a los juzgados por la contaminación acústica creada. La empresa ferroviaria se excusaba en que los conductores tienen que pitar para avisar si hay alguien cruzando las vías.

Tras la insistencia de los residentes, el Consistorio llegó a realizar mediciones con un sonómetro que trasladó a Adif. En su última contestación la empresa da como «no válidas» estas mediciones, aunque reconoce que en las fachadas más cercanas a las vías «se pueden superar los objetivos de calidad acústica».

En esta línea, advierte que una vez se aprueben definitivamente los Planes de Acción contra el Ruido, «el Ministerio de Fomento será el encargado de dotar y planificar su ejecución definitiva, de acuerdo con los criterios de priorización en función de la afección detectada, eficacia de las medidas, viabilidad técnica y dotación presupuestaria».

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