Paterna tapia la mitad de los pisos de la 'finca del miedo' y retira más de 4 toneladas de basura

Por otro lado, los trabajos de acondicionamiento y limpieza ya han concluido en estos puntos con la retirada de más de cuatro toneladas de basura, entre escombros, colchones, neveras reventadas y todo tipo de enseres abandonados, también en rellanos y zonas comunes.

El tapiado de los pisos ha ido precedido de la retirada de auténticas montañas de desechos y restos de todo tipo que se acumulaban en las propias entradas y entre los boquetes abiertos entre las viviendas ocupadas ilegalmente para comunicarlas entre sí. La labor de los servicios de limpieza ha sido ardua durante todos estos meses.

La concejala de seguridad, Núria Campos destacó ayer que «las actuaciones que estamos llevando a cabo en la finca amarilla no solo han conseguido mejorar la salubridad de toda la zona, sino que también han revertido en una disminución del número de avisos que recibe la Policía Local de Paterna por incidencias en la zona». Campos también resaltó que «desde el equipo de gobierno socialista estamos intentando normalizar el barrio y facilitar la convivencia entre todos los vecinos de la zona, participando activamente y trabajando junto con la junta de barrio, no solo con la finca amarilla, sino actuando en todas las viviendas sociales y municipales».

La brigada municipal comenzó a trabajar intensamente en la retirada de residuos a principios del mes de noviembre. Para ello, se utilizaron dos camiones recolectores prensas, con dos conductores y cinco peones para cada camión, puesto que había que, con un equipo, «actuar en la vivienda situada en la planta baja de la finca que se prendió fuego, retirando enseres y basura acumulada con aproximadamente 2.500 kilos, entre todos los residuos».

Otro equipo estuvo trabajando en el zaguán y el patio interior de toda la finca, retirando aproximadamente otros 1.000 kilos de basura. También se tuvo que drenar y limpiar de residuos y agua estancada los garajes en los que hacía mucho tiempo que nadie aparcaba un vehículo.

Las tareas de limpieza han evidenciado los graves problemas de insalubridad que acumulaban todas estas zonas comunes y que reflejaban los informes municipales que obligaban a intervenir lo antes posible para evitar nuevos sucesos y altercados.

Si bien, todavía quedan en el edificio cerca de una veintena de pisos ocupados ilegalmente. El Ayuntamiento ya ha pedido ayuda a varias Consellerias para acometer la salida paulatina de estas familias. Todas estas actuaciones cierran tres años de trámites, denuncias vecinales y altercados entre okupas y residentes.

En cuanto el edificio quede vacío, comenzarán los trabajos para demolerlo y acabar así con uno de los focos más conflictivos del barrio de Santa Rita.

Por otro lado, el jefe de la Policía Local, Rafa Mestre, resalta que «una vez alcanzada ya la normalidad en el barrio, se está trabajando en una reordenación de todo el tráfico rodado para dar una mayor apertura a toda esta zona».