Un colegio tras 14 años de barracones

Ayer fue una jornada lectiva pero festiva para los 188 alumnos de primaria del colegio público Ciutat de Cremona de Alaquàs que estrenaron centro tras pasar 14 años en barracones. Estos se suman a los 84 de Educación Infantil que fueron los primeros en ocupar el nuevo edificio, con el inicio de curso en septiembre.

Las obras finalizaron a principios de febrero y durante estos últimos días se ha procedido a la limpieza y dotación del mobiliario necesario. La brigada de servicios urbanos del Ayuntamiento y la comunidad educativa iniciaron el traslado el pasado miércoles.

Con ello se da por concluido el traslado desde las aulas prefabricadas, situadas al otro lado de la calle, aunque los alumnos todavía tendrán que convivir con las obras en ejecución para acabar el último módulo que incluye el gimnasio y aulas polivalentes.

"Mi hijo se ha levantado hoy antes de las ganas que tenía de ir al colegio nuevo", comentaba una madre a las puertas de las nuevas instalaciones. "Ahora ya puede llover y hacer aire que estamos seguras de que no va a pasar nada", apuntaba otra, recordando los problemas de goteras de las aulas prefabricadas o incluso "cuando se voló uno de los techos".

"Creo que hoy han sido los niños más contentos por llegar al colegio" insistía otra de las progenitoras y apuntaba que lo que más les ha sorprendido ha sido "que saltaban y el suelo no se movía", en relación a la tarima de los barracones.

El salto ha sido cualitativo en todos los aspectos, constructivos y educativos, como señala la directora, Susana García. "Hemos sufrido mucho durante todos estos años", apuntó e indicó como nota curiosa que "los alumnos se han sorprendido por el silencio en el comedor". "En las aulas prefabricadas al ser de metal todo retumbaba y aquí tienen una sensación de silencio".

Todo eso ya forma parte del pasado aunque García advirtió de que "tendremos que convivir unos días con las obras pero no molestan". "No queríamos esperar a que estuviera todo acabado porque el cambio ha sido un alivio para todos", añadió.

Por eso, ayer se organizó una jornada festiva con batucadas y globos de color naranja para dar la bienvenida al alumnado en las puertas, el tono identificativo de la lucha por el nuevo colegio que les ha acompañado en estos últimos 14 años, además de murales con los nombres de las siete promociones, 453 alumnos, que han pasado por sus aulas, ahora trasladadas a un edificio moderno y sostenible. Actualmente ocupan 10 de las 15 clases preparadas para el próximo curso, aunque seguirá siendo de una línea, a excepción del segundo ciclo.

A la otra parte de la calle, el silencio acompañaba a los barracones de colores y unas pintadas con frases como 'Catalá en els nostres cors' o 'L'escola pública no es tanca' y 'Adeu a 14 anys de corrupció', recordaban la lucha del Cremona por evitar desaparecer y seguir desempeñando su función educativa con la misma dignidad que el resto de colegios públicos del municipio.