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Domingo, 29 de julio 2018, 00:42
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Hace ya varias décadas que la localidad de Fuente Palmera se convirtió en el motor de un negocio en alza, que da ya empleo a más de 400 colonos de forma directa. Mientras que en Andalucía la tasa de paro roza el 25%, en este pequeño municipio interior de la provincia de Córdoba se reduce al 10%. Francisco Javier Ruiz, alcalde de la Colonia de Fuente Palmera, saca pecho y presume de que entre sus administrados no hay desempleo femenino sensible.
Faltan manos para coser, y así lo atestigua el propio Manuel Hidalgo, gerente de Higar Novias, que, al igual que otros diseñadores de la zona, ve con buenos ojos la apuesta formativa municipal para atender una demanda laboral creciente. Hace tres años, la Junta de Andalucía aprobó la apertura del Ciclo Medio de Formación Profesional (FP) Dual de Confección y Diseño, que actualmente se imparte en el IES Colonial de Fuente Palmera.
El año pasado se graduó la primera promoción y recibieron 60 solicitudes para solo 15 plazas. Resulta «insuficiente» para el nivel de cualificación que exige el sector nupcial, tal y como recalca Hidalgo. Por eso, desde el Ayuntamiento, se ha solicitado ya al Gobierno regional la implantación de un Ciclo Superior de Patronaje. «Yo confío en que, para cuando acabe el de Confección, pueda engancharme al superior y no tener que irme a Sevilla o Granada a proseguir los estudios», afirma el alumno Juan Jesús Jiménez, que aspira a mostrar algún día una colección propia en la feria anual de su pueblo.
La mayoría de estos estudiantes llega sin saber coger un aguja. «Desde el principio reciben formación práctica en empresas de la zona. Aprenden desde cero, pero lo hacen muy rápido. Este año, un alumno de primero diseñó y confeccionó un traje de novia que ha llegado a exponerse en un escaparate», apunta orgullosa María Salud Serrano, coordinadora del ciclo. Destaca especialmente el «importante papel que desempeñan las empresas» durante el periodo formativo, pero también como medio para encontrar empleo. «Aunque la mayor parte quieren seguir aprendiendo y se marchan a otros sitios a completar su formación, tenemos alguno de la primera promoción que ha sido contratado por hasta por el televisivo Palomo Spain, que tiene su taller en la localidad de Posadas», precisa. Para otros, como Rafael Merino, que trabaja desde hace una década en una multinacional textil, este ciclo es una oportunidad para dejar la atención al público y «pasar a la trastienda para participar en la confección de patrones».
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