La otra delantera del Barça
Las esposas y novias de los 'cracks' culés triunfan en la pasarela nupcial de Barcelona sin necesidad de desfilar
ARANTZA FURUNDARENA
Jueves, 8 de mayo 2014, 11:29
«Maybe» (quizás). Fue todo lo que contestó Daniella Semaan a la pregunta de si había acudido al desfile de Rosa Clará para buscar un vestido de novia. Y eso es prácticamente lo único que llegó a decir la evasiva novia de Cesc Fábregas desde la 'front row' (primera fila) del desfile que el martes inauguró la Barcelona Bridal Week, pasarela catalana de moda nupcial cuyo título, en inglés, coincide con el idioma en el que se expresó Semaan ante la prensa. La libanesa, una mujer de armas tomar, que en su cuenta de Twitter posa sacando pecho y se define como «orgullosa madre de tres hijos», capitaneó el equipo de 'blauwags' (esposas y novias de futbolistas del Barça) que el martes causó casi tanta sensación en la pasarela como las elegantes creaciones nupciales de Clará. La acompañaban, por la banda derecha, la modelo colombiana Yolanda Cardona, novia del portero Víctor Valdés (con quien ha posado en ropa interior), y la periodista catalana Núria Cunillera, mujer de Xavi. Y por la banda izquierda, la argentina Antonella Roccuzzo, novia de Messi, y la brasileña Gabriella Lenzi, «solo amiga», según ella, del delantero Neymar.
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Escotadísimas, bronceadísimas, con melenas larguísimas, faldas cortísimas y tacones elevadísimos, las superlativas consortes de los 'cracks' culés demostraron que para fichar como novia o esposa de una figura del balompié hay que cumplir una serie de requisitos imprescindibles: ser guapa, estar muy bien armada en delantera y retaguardia, tener el suficiente aguante físico como para caminar subida a un 'ochomil' (los zapatos de todas ellas oscilaban entre los 15 y los 18 centímetros de tacón), saber echar balones fuera o, llegado el momento, cerrarse en banda en plan 'catenaccio'. «Lo siento, no voy a 'desir' nada», respondió con una sonrisa y dulce acento rosarino Antonella Roccuzzo cuando esta periodista quiso saber, entre otras cuestiones, cuán deprimido anda Messi... Y es que cuando se tienen asegurados 22 millones de euros al año (la ficha que acaba de renovar el genial Leo con el Barça), ¿qué necesidad hay de dar explicaciones a la prensa?
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