Aniversario de la cocina de campaña de San Telmo en la riada de Valencia
El hostelero Juan Zampieri reúne a sus colaboradores para rememorar los días de trabajo en Picanya
En el primer aniversario de la última riada de Valencia el hostelero Juan Zampieri reunió a los colaboradores que formaron parte del equipo de cocina que llevó a Picanya en las primeras semanas de la catástrofe. San Telmo, un asador emblemático de la ciudad de Valencia, sito en el barrio de Ruzafa, permaneció cerrado tras la jornada catastrófica de la gota fría. No se dudó un momento en organizar a su gente más cercana y marchar a Picanya para ponerse allí a cocinar y dar servicio tanto a la población damnificada, como a los voluntarios y equipos de socorro que actúan en ese municipio. Fueron muchos los hosteleros y cocineros que se organizaron para cruzar el río y dar de comer, en el caso de San Telmo hicieron su cuartel general en la avenida Generalitat Valenciana de Picanya, junto al colegio público Baladre.
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Juan comenta: «Los primeros días fueron especialmente complicados, ya que los accesos a las poblaciones y las comunicaciones en general hacían difícil que los alimentos llegaran a las cocinas. Con el paso del tiempo, aquello se solucionó, a la vez que el acceso al agua potable corriente y a la electricidad. Fueron muchos los que lo perdieron todo, personas mayores o impedidas que les era imposible bajar a la calle en busca de alimento y a los que tuvimos que atender y luego a toda la gente joven que desde todos los rincones de España acudieron a la llamada de Valencia. Pusimos nuestro granito de arena, lo dejamos todo y acudimos a dar lo que teníamos. En los peores momentos, llegamos a repartir más de 600 raciones de platos a ser posible de cuchara, pensamos que era lo que más reconfortaba». Juan pone énfasis en que este esfuerzo de trabajo estuvo respaldado por la tesorería de su restaurante y por aportaciones de dinero de clientes del restaurante y amigos.
El sabor de la tradición culinaria criolla
San Telmo volvió a la normalidad, y son muchos de sus clientes los que se han acercado en estos días para estar con Juan y recordar aquel tiempo terrible. El restaurante sirve diferentes cortes de carnes al más puro estilo argentino de las razas vacunas de angus o hereford, en su mayoría importadas de Argentina; pero también se le suman canales de vacuno y porcino de las más prestigiosas regiones de España: bifes, chuletones, lomo bajo, tira de asar, milanesas…, a destacar el magnífico chuletón sashi, siempre cocinado sobre las perfumadas brasas de marabú. Capítulo aparte son sus afamadas empanadas, las mejores de la ciudad, o la Copa Balcarce, hija de la histórica Tarta Balcarce (dulce creado en 1950 en la localidad de Balcarce, en la Confitería París y por el maestro Guillermo Talou, allí se la bautizó como La tarta imperial), a base de bizcocho de vainilla, merengue, nueces, dulce de leche, chantilly y coco rallado.
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