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Una ordenanza regulará  las fiestas  de Valencia

Una ordenanza regulará las fiestas de Valencia

Los colectivos de las Fallas, Semana Santa Marinera y el Corpus desconocen el proyecto y esperan que no se impulse para constreñir los festejos

LOLA SORIANO

valencia.

Miércoles, 12 de febrero 2020, 01:05

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El Ayuntamiento de Valencia quiere crear una ordenanza que regule el funcionamiento de las fiestas. Esta normativa reglamentaria el festejo de las Fallas, y otras de gran peso como la Semana Santa Marinera, el Corpus, San Vicente y las actividades de los barrios.

La propuesta se refleja en un documento de la comisión de Hacienda y Coordinación Jurídica en la que se habla de la aprobación anual de un plan normativo municipal de 2020. Este plan recoge las previsiones normativas de nueva creación que se pretenden abordar y en el pleno celebrado en diciembre se aprobó esta hoja de ruta que marca las ordenanzas o reglamentos que van a iniciar su tramitación en 2020. Se trata, según se detalla, «de iniciativas legales que serían elevadas para aprobación al año siguiente». En cuanto a la tramitación, se detalla que está en fase de actuaciones previas.

Esta ordenanza sería un paso más tras los estudios que ha ido haciendo Cultura Festiva, como la encuesta fallera -que incluyó preguntas sobre ideología religiosa y política que tanto enfadaron a los falleros-; el estudio de género de las directivas falleras; el análisis turístico -que sigue guardado en un cajón, ya que sólo se han presentado datos de números de visitantes- y el que se comenzará sobre el impacto económico.

Cabe recordar que en el programa electoral que presentó Compromís en 2015 ya se hablaba de la necesidad de derogar la ordenanza de Ocupación de la Vía Pública y elaborar una con «la participación activa de los falleros, colectivos festivos y el resto de los agentes implicados».

En este programa electoral se apuntó la idea de elaborar un «protocolo festivo de la procesión del Corpus» y se añadía que «debe recoger las normas que hay que observar a la hora de ejecutar la celebración para regular el desarrollo de los rituales festivos».

La cuestión es que la mayoría de agentes festivos a fecha de hoy desconocían que se fuera a regular a las fiestas y, por lo tanto, todavía no se ha abierto un proceso de participación. Se ha empezado a mover de espaldas a la fiesta.

El presidente de la Interagrupación de fallas, Guillermo Serrano, explica que «desconocemos lo que se quiere hacer». Detalla que había oído alguna idea, «pero no sabemos quién la va a desarrollar, qué puntos tratará y si va a ser recopilación de temas que nos competen que ya estaban en otras ordenanzas o si habrá más cuestiones». Añade que no saben «cuál es el objetivo. Cuando nos digan de qué irá, opinaremos. Si fuera una recopilación de ordenanzas ya existentes es una cosa, pero si es para dar una vuelta de rosca más y atarnos, será complicado». Espera que «si se hace, que sea lo más consensuada posible, no un plato hecho porque la fiesta es de todos».

Opina que ya se encuentran con problemas «porque el régimen sancionador en ciertos temas es duro y da igual que te pases un decibelio o diez en una verbena, la sanción es la misma».

El presidente de la Federación de Especial, Rafa Mengó, reconoce que no tenía conocimiento de la ordenanza. Opina que «nos gustaría tener información y debatir antes de verla ya casi hecha. Sería aceptable si son puntos lógicos por el buen entendimiento de fallas y vecinos, pero si es para apretar más a los falleros, no, porque todo lo que ha ido viniendo es para restringir. Hay ciudades que sí dejan cierto margen a los organizadores de las fiestas, en temas como los mercados y habría que tenerlo en cuenta».

El presidente de la Federación de Primera A, Francisco Romero, tampoco sabía nada. «Estaremos atentos porque cada vez que se saca algo nuevo es para constreñirnos. Queremos participar».

Pep Martorell, de la Semana Santa Marinera, y Francisco Esteve, de Amics del Corpus, tampoco eran conocedores. «En el caso del Corpus está todo el orden de la procesión escrito. No se puede cambiar sin el consenso de los entes porque somos BIC. Lo que sí que queremos es que nos arreglen el museo, las rocas y que hagan más trajes», indica Esteve.

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