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LAURA GARCÉS
Miércoles, 16 de agosto 2017, 00:07
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Valencia. Concierto de campanas, misa y procesión. Valencia conmemoró ayer la festividad de Nuestra Señora de la Asunción, una de las grandes fiestas religiosas del año con gran arraigo entre los valencianos. La advocación mariana que ayer festejaron los católicos es la que da nombre a la Catedral de la ciudad. Además, es la patrona de muchos pueblos, a la vez que titular de numerosas parroquias de la diócesis. Así, no pocas localidades se encuentran estos días inmersas en sus fiestas patronales.
En la capital ayer también se dedicó un amplio programa a la Asunción. El cardenal arzobispo, Antonio Cañizares, presidió la misa en la Seo. En su homilía el prelado hizo un llamamiento a «avivar la esperanza firme en Dios». Al lanzar la invitación posó la mirada en «muchos cristianos sumidos hoy en una época y una sociedad afectadas a menudo por un oscurecimiento de la esperanza en la que tantos hombres y mujeres parecen desorientados, inseguros, sin ánimo, envueltos en una gran pérdida de la herencia cristiana». Como respuesta animó a los cristianos a dar a conocer las razones de la esperanza propia de su condición, según informó el arzobispado.
Se refirió también a la situación de la Iglesia para señalar que a lo largo de los siglos XX y XXI «ha padecido muchas tribulaciones, y nunca tal vez en la historia se ha visto acosada como en este periodo, algo que está siendo una prueba muy severa para la Iglesia». Sin embargo, «aunque se empeñen con ataques y persecuciones y aunque nos empeñemos los mismos cristianos con nuestras infidelidades y cobardías, no vencerán porque la victoria ya se ha dado y la señal y la prueba es María, glorificada y coronada».
Con anterioridad a la misa, tras el canto de laudes, la imagen de la Dormición de la Virgen entró en la Seo por la puerta de los Hierros acompañada por música de tabal i dolçaina. La portaban miembros del 'Grup de Mecha', quienes para la festividad de ayer acompañan a la Virgen caracterizados como los doce apóstoles.
En una fiesta como la de ayer no podía faltar la música del Micalet. Los campaneros regalaron a la ciudad ocho volteos a mano de los bronces. Es el homenaje que cada año ofrecen a la Asunción al ritmo de la composición del canónigo de la Seo Teodosio Herrera, una obra del siglo XVIII. El primer volteo, 'al alba', sonó a las ocho. Siguió el del final de la misa mayor y por la tarde volvió a escucharse el tañido del campanario de la Catedral a la hora de la procesión vespertina, la más antigua de todas las que se celebran a lo largo de la diócesis.
Data del año 1352 y, como señalan desde el arzobispado, siempre ha salido con la misma imagen yacente de la Virgen. En su recorrido la acompañan cantos y danzas populares desde su salida de la Seo por la puerta de los Hierros hasta su regreso a la iglesia del Milagro, donde se venera.
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