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Redacción
Domingo, 19 de enero 2020
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La Albufera está íntimamente unida al cultivo del arroz. Al mismo tiempo que se desarrollaba fue surgiendo una arquitectura típica que a duras penas sobrevive en la actualidad. Los tiempos han cambiado y muchas de estas edificaciones no se mantienen en pie, condenadas por la falta de uso. Las pocas que todavía se utilizan son poco más que una segunda residencia para estancias ocasionales durante el verano o las vacaciones de Pascua.
Las más importantes y vistosas pertenecieron en su momento a empresarios del arroz y a propietarios de tierra que las utilizaban para controlar y gestionar los trabajos durante las épocas de mayor actividad agrícola.
En cambio otras edificaciones que todavía perviven son pequeñas estructuras en las que vivían los jornaleros o en las que se guardaban los aperos agrícolas.
Una de las más llamativas es la Casa Lliberós, en el término municipal de Sueca dentro del tancat del Malvinar. Pero quizá una de las mejor conservadas y conocidas sea la Casa Baldoví, también en Sueca pero casi en el límite con El Palmar. Fue escenario de la serie televisiva 'El embarcadero'.
La edificación debe su nombre a María Baldoví, proveniente de una familia burguesa de Sueca que se casó con el barón de Cárcer. Actualmente es la sede de una empresa que se dedica al cultivo del arroz. Gracias a que mantiene un uso, aún conserva el carácter señorial que debió tener en sus años de esplendor.
Otras edificaciones no han tenido tanta suerte. Es el caso de la Casa Pinedo, que se encuentra en Sollana. Pese a los reiterados avisos ha acabado derrumbándose en parte. Vicent Llorens, de la Fundació Assut, señala que la solución para estas edificaciones no es sencilla. «La mayor parte del parque es propiedad privada por lo que el margen de actuación de la administración es limitado», apunta.
En el extremo contrario se encuentra el caso de la Casa Figuero que ha sido adquirida por el Ayuntamiento de Sueca y que tiene pensado dedicarla a actividades sociales y culturales en el municipio, lo que puede garantizar su supervivencia.
También es incierto el futuro de la Casa Catalans, en el municipio de Sollana, que con el paso del tiempo va perdiendo su antiguo esplendor.
Durante cualquier paseo por los límites del parque se pueden distinguir otras edificaciones no tan espectaculares. Muchas de ellas todavía están en uso. Sirven para los aperos o incluso son utilizadas por visitantes durante los fines de semana o bien por los cazadores cuando pernoctan en la Albufera con ocasión de la 'Setmana de les Càbiles'.
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