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Desfile de indumentaria valenciana realizado en 2013 en el Colegio de la Seda.
Los velluters certificarán 200 sedas y espolines

Los velluters certificarán 200 sedas y espolines

El Colegio de la Seda organizará en septiembre una entrega de diplomas para potenciar la artesanía valenciana

LOLA SORIANO

Martes, 23 de junio 2015, 00:04

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valencia. El Colegio del Arte Mayor de la Seda, cuya sede de la calle Hospital se está sometiendo a una profunda rehabilitación, está recobrando fuerza y la directiva llega cargada de buenas ideas. Buena prueba de ello, es que van a iniciar una campaña para potenciar la marca 'Tejido Seda Valencia'.

El acto más destacado será la entrega de certificados a todas las personas que quieran tener un sello de autenticidad con el que se demuestre que su indumentaria valenciana está realizada con seda fabricada o tejida a mano en Valencia y por artesanos locales.

Este es un paso más para luchar de forma activa contra la importación de tejidos menos elaborados y realizados a bajo coste.

Según explica el presidente del Colegio del Arte Mayor de la Seda, Vicente Genovés, «el objetivo de estos certificados no es prohibir o hacer campaña contra la compra de seda de fuera, sino más bien animar a los usuarios a que compren nuestra seda. Y que no les puedan engañar y dar gato por liebre».

Aunque fue a mediados de 2013 cuando crearon y presentaron la marca 'Tejido Seda Valencia', ahora dan un paso más para darle visibilidad y harán una entrega pública de certificados para que las clientas tengan la tranquilidad de que es seda valenciana.

Para participar en este evento, las personas que tengan sedas valencianas o espolines podrán dirigirse a sus indumentaristas para solicitar la certificación que realizará el propio gremio de velluters y que costará 20 euros.

«Las clientas que han comprado sedas o espolines se dirigen a sus indumentaristas, este nos facilita el nombre de la persona y del modelo del dibujo, el color y el fabricante y lo comprueban nuestros artesanos del gremio», indica Genovés.

Como es el primer año que se pone en marcha este proceso, se ha pensado organizar un evento para entregar los diplomas a los clientes «que recomendamos que vayan ataviados con el traje regional certificado», añade Genovés.

Para poder participar en esta primera edición no es necesario que la seda o espolín valenciano esté ahora en proceso de confección o se estrenara durante las pasadas Fallas, sino que se puede pertenecer a años anteriores.

Para tener constancia de la importancia que está alcanzado la iniciativa, cabe destacar que hace sólo dos semanas habían pedido el certificado de sedas unas sesenta personas y, a fecha de hoy, ya se ha llegado a los dos centenares. En el 80% de los casos, han sido tejidos recientemente.

Todos aquellos interesados en estas certificaciones, tienen tiempo de apuntarse hasta finales de julio, fecha en la que se cerrará la posibilidad hasta la edición del siguiente año, tal como detallan en el gremio.

De momento, no se ha decidido el escenario donde se realizará este evento cultural, ya que dependerá de los clientes que se apunten.

Como nota curiosa, las etiquetas de la marca 'Tejido Seda Valencia' son numeradas, para que el Colegio de la Seda sepa quién es el fabricante y están encriptadas, para preservar su inviolabilidad. De hecho, estas etiquetas las ha creado la misma empresa que fabrica el papel moneda en España.

Vicente Genovés explica que esta iniciativa es una manera de proteger a los sederos valencianos y fomentar la compra de la seda creada en el cap i casal.

Frenar los plagios

Esta decisión puede servir de freno para las posibles copias llegadas del extranjero. Ya en 2013 las empresas valencianas detectaron plagios de espolines realizados en la India y China, incluso del espolín de fallera mayor. Los espolines, como telas exclusivas hechas a mano y personalizadas para el cliente, pueden llegar a costar hasta 20.000 euros, cuando en 2013 llegaron a encontrar copias por internet por 2.000 euros.

Potenciar la marca de la seda valenciana servirá para proteger y mimar a los sederos colegiados, entre ellos firmas como Rafael Catalá; Vives y Marí; Bartual; Sedica; Entreteles o Gironés Vila, entre otros.

En Catalá, por ejemplo, este año ya tienen seis espolines encargados y el año pasado fueron ocho. Además, para las Fallas de 2015 sirvieron telas para confeccionar 320 trajes en sedas anchas, estrechas o damascos. En Vives y Marí, prevén hacer entre once o doce espolines y en la pasada campaña emplearon 260 kilos de seda para confeccionar estrechos mecanizados de seda, seda doble ancha o damasinas de seda.

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