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El Bou de Pascua de Benifairó reunió el año pasado a miles de aficionados. :: J. M. Artero'Vividor', el toro de Domínguez Camacho.
El Bou de Pascua de Benifairó, de la ilusión a la realidad

El Bou de Pascua de Benifairó, de la ilusión a la realidad

«La gente no se creía que se podía hacer un día de toros fuera de las fiestas patronales pero lo hemos conseguido», destacan desde la comisión

JOSÉ IGNACIO GALCERÁ

Miércoles, 25 de marzo 2015, 23:57

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valencia. El próximo sábado, la localidad valenciana de Benifairó de les Valls celebrará por segundo año consecutivo el Bou de Pascua. Un festejo que pese a su corta trayectoria ha generado en el municipio una enorme expectación gracias al buen hacer y afición de un grupo de amigos apasionados por el bou al carrer. «El año pasado fue el primero que lo organizamos», recuerda Sergio Molina, más conocido como 'Mòli', uno de los 12 miembros de la comisión. «Cada uno de nosotros somos de una peña distinta y nos reunimos con el objetivo de hacer un día de toro en estas fechas, ya que hasta las fiestas patronales de septiembre no se hacen toros aquí».

La idea generó inicialmente dudas entre los vecinos, debido a que no son fechas tradicionales para los festejos populares. «La gente no se creía que nosotros podíamos hacer un día de toros fuera de las fiestas y menos todavía en el poco tiempo en el que lo hicimos. El año pasado, por ejemplo, recuerdo que nos pusimos a trabajar pasando las fiestas de Navidad».

Este año las circunstancias han cambiado. Y para bien. Con un año de experiencia, el Bou de Pascua de 2015 ha tenido mayor aceptación en el municipio. «Hemos tenido varios meses para organizarnos y además de las cuotas de los colaboradores hemos hecho mucha lotería, con lo que el presupuesto ha sido mayor». En este punto, Sergio Molina defiende la celebración de este festejo popular por la repercusión que supone económicamente para el pueblo.

«Sinceramente creo que es muy bueno para todos. Primero para los aficionados, que pueden disfrutar de un día de toros; pero también para la localidad. El pasado año, los bares por ejemplo estuvieron llenos durante todo el día y pudieron hacer una buena caja, hubo mucho ambiente en las calles y vino gente de fuera, ya que en estas fechas no son muchos los pueblos que dan toros».

El recorrido será corto pero ancho y que favorezca el espectáculo. Con esa idea, los organizadores seleccionaron las calles de Benifairó que el toro recorrerá este sábado. «Como cada uno de los miembros de la peña es de una parte del municipio no llegábamos a un acuerdo. Pero una cosa teníamos clara: que el recorrido debía ser corto pero que fuera favorable para el toro y por tanto para el espectáculo. El toro se desencajonará en la avenida de Les Valls hasta llegar a la plaza de la Iglesia, al contrario que ocurre en las desencajonadas de las fiestas patronales». Y añade el miembro de la comisión encargada del festejo taurino: «En el futuro tenemos en mente alargar el recorrido, pero de momento seguiremos así porque está dando buen resultado".

Una de las razones de esta decisión es que se cubrirá «prácticamente todo el recorrido con arena lo que ayudará al toro y también a la calidad del festejo».

La apuesta por 'Vividor'

Para este segundo año del Bou de Pascua, la organización ha adquirido un toro de la ganadería de Domínguez Camacho, cuyos toros pastan en la finca Los Llanos de la localidad onubense de Cumbres Mayores. El toro, del guarismo O y herrado con el número 17, responde al nombre de 'Vividor'.

«El año pasado compramos un toro de Lora Sangrán pero este año hemos apostado por una ganadería habitual en los festejos populares. Allí donde la hemos visto ha funcionado, así que esperemos no habernos equivocado porque a priori es una garantía, aunque hasta que no pise las calles no sabremos qué juego dará», apunta.

Tras la desencajonada de este toro tendrá lugar como novedad de este año la suelta de un capón de la ganadería de Dani Machancoses, que también llevará a la localidad un corro de vacas que a buen seguro que hará las delicias de los aficionados. «Al ser tan sólo un día de toro hemos querido hacerlo lo más intenso posible y con los mayores alicientes para todos. No queríamos tampoco correr el riesgo de que por desgracia se pueda dañar el toro de Domínguez Camacho y que el festejo tenga que acabar más pronto de lo que todos quisiéramos», afirma Sergio Molina.

El esfuerzo de los organizadores es máximo y la recompensa del trabajo bien hecho es el mayor triunfo para este grupo de aficionados. «Para todos supone un esfuerzo grande, tanto económico como de tiempo, pero lo hacemos por afición al toro», concluye.

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