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Dos imágenes generales del Museo de la Semana Santa Marinera tras la reordenación, en el que ya no están los estandartes de las cofradías. :: jesús montañanaLa Dolorosa de la Corporació de Granaders de la Verge. :: j.montañana
El Museo de la Semana Santa Marinera se renueva

El Museo de la Semana Santa Marinera se renueva

El centro cultural finaliza el proyecto de reordenación de imágenes y tronos-anda para ganar espacio y mejorar la movilidad

ISABEL DOMINGO

Sábado, 21 de febrero 2015, 00:11

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Nuevos aires en el Museo de la Semana Santa Marinera-Salvador Caurín. Aunque imperceptibles para quien no haya acudido a este recinto cultural, los visitantes sí estarán más cómodos durante su recorrido por este espacio que es propiedad del Ayuntamiento de Valencia, como sucede en el caso del Museo Fallero o de la Casa-Museo de Blasco Ibáñez.

Estos días, coincidiendo prácticamente con el inicio de la Cuaresma, la Junta Mayor, que es la institución que coordina a las distintas cofradías de la Semana Santa valenciana, ha finalizado el proyecto de reordenación del museo. Se trata de un trabajo realizado por la propia entidad (en concreto, por María Miguel) en coordinación con los técnicos municipales que ha permitido ganar espacio y mejorar la movilidad de algunos tronos-andas. «Ahora es más funcional y las hermandades no tienen problemas para sacar sus imágenes», explicó ayer el presidente de la Junta Mayor, Francisco Carles.

Sólo los pasos del Descendimiento, Crucifixión, Santo Encuentro, Jesús con la Cruz y Jesús en la Columna permanecen en el mismo sitio al igual que los Cristos que son portados a pecho. El resto ha modificado su posición, por lo que ha variado uno de los 'leitmotiv' del museo, que era mostrar las tallas en el orden de la Pasión de Jesucristo. Sin embargo, ha primado la funcionalidad para la entrada y salida de los tronos-anda.

Lo mismo sucede con las vitrinas que albergan los objetos más pequeños, que también se han movido para disponer de más espacio en la nave principal. Además, han desaparecido del museo los estandartes de las 30 hermandades que integran la Semana Santa Marinera (eran 31 hasta la desaparición de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte). «Hemos pedido a las cofradías que los retiren porque se han retirado los metacrilatos que los guardaban», indicó Carles. Y es que no protegían correctamente estas piezas y, además, dificultaban el movimiento de las tallas procesionales.

Finalizada este fase, la Junta Mayor acometerá, aún sin fecha, la sustitución de las vitrinas actuales por otras nuevas que permitan exponer más objetos de los fondos del museo, que son propios o cedidos por particulares. También se habilitarán unas urnas especiales para los estandartes, que se mostrarán agrupados. Para ello, se contará con una ayuda de 14.000 euros que asume el Ayuntamiento.

En proyecto quedan tanto la climatización como la ampliación del museo. En el primer caso, el presidente de la Junta Mayor confía en poder acometer el proyecto el próximo año. En el segundo, los cofrades son conscientes de que el actual contexto económico no ayuda a acabar con un problema que arrastra el museo desde su creación en el año 2000 y que siempre ha provocado la sensación de que en el recinto no cabe ni un alfiler, lo que perjudica la celebración de más actos (como presentaciones o conciertos) a lo largo del año.

La deseada ampliación está pendiente desde hace 14 años, ya que desde 2001 está pendiente el acuerdo con los propietarios de dos parcelas colindantes, compradas por un promotor dos meses antes de que el Consistorio las grafiara como servicio público. Aunque se ha ofrecido una permuta de terrenos (la primera fue en 2002, aprobada por la junta de gobierno), no ha logrado el visto bueno de los dueños.

Desde el grupo municipal del PSPV han reclamado en varias ocasiones que se busque una solución para la ampliación y mejora de un museo que recibe cada año a 14.000 personas. Por ello, la concejal Pilar Calabuig también reclamó «una promoción adecuada del museo para poder convertirlo en un punto más de las visitas de los cruceristas que llegan al puerto».

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