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Enrique Sanchis; J. Martínez; Mónica Antequera; Antonio Aliaga; Rubén Tello; Ximo Esteve; José Muela y Pedro Agulló . :: j. montañana
La crisis obliga a algunas comisiones a plantearse  la fusión y a crear sus fallas

La crisis obliga a algunas comisiones a plantearse la fusión y a crear sus fallas

Artistas, músicos y presidentes proponen crear un plan director para conocer las carencias de la fiesta y potenciarla

LOLA SORIANO

Martes, 20 de enero 2015, 00:23

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valencia. L'Associació d'Estudis Fallers, que se dedica año a año a analizar la situación del mundo fallero, inició ayer las 'Converses a la Nau' y esta vez tocaba hablar de crisis. A pesar de que los políticos no cesan de decir que estamos viendo brotes verdes, las comisiones siguen sin notarlo. Por eso, esta asociación ha querido dedicar las charlas que ayer comenzaron, y que proseguirán hoy en la Universitat de la Nau, a las dificultades de comisiones, artistas falleros, indumentaristas y otros sectores de la fiesta.

En la mesa redonda planteada ayer, la comisión de Pintor Domingo-Guillem de Castro, detalló su situación extrema, ya que llegaron a estar a punto de desaparecer y su presidente, José Manuel Muela, aseguró que a lo mejor habría que dimensionar el número de fallas. «Mi lucha es conseguir la fusión de fallas. Me refiero por ejemplo a las pequeñas comisiones que tienen escaso censo y lo están pasando mal». Matizó que «no es lo mismo fusión de fallas que absorción de una pequeña por una grande, por eso nunca se ha dado el paso». Y añadió que en su sector «hay varias fallas en poco trozo y habría que pensar algo».

Si bien en los 80 llegaron a tener un censo de 120 ó 130 personas, ahora son medio centenar. «Antes teníamos el monumento grande en Tercera C y ahora en Séptima C. Y hemos pasado de un presupuesto de 18.000 a 3.500 euros». El presidente explica que el problema es que «bajan los asociados, pero no el alquiler del local». Otro factor que están sufriendo estas fallas del casco antiguo es que «no hay vecinos ni comercios y, es difícil recaudar publicidad para el llibret».

Algo similar ocurre a la falla Portal de la Valldigna. Según Enrique Sanchis, sólo son 44 componentes (infantiles y mayores) «y no podemos subir la cuota anual, que es de 240 euros para adultos y 75 euros para niños». Añade que les gustaría «cumplir los 100 años, acontecimiento que llegará en siete años». Explica que llevan dos años haciéndose ellos los monumentos. «Nos hemos ido a una planta baja con alquiler más modesto y cuando estamos creando la falla, no puedes hacer nada más». Otro problema es que hay pocos vecinos, «sólo queda gente mayor y los que viven en otros barrios, dejan de venir porque es imposible aparcar por las noches».

Esta misma crisis viven en Murillo-Palomar, con 32 falleros. «Este año nos hará los monumentos un asociado», indica Pedro Agulló. En Murillo también cuestionaron el tema de realizar fusiones, «pero el problema vendría en dar nombre a falla y saber dónde plantar».

Monumento en común

Una nueva propuesta llegó del vicemaestro del Gremio de Artistas, Ximo Esteve, que dijo que la solución «podría venir manteniendo la idiosincracia de cada falla, pero del mismo modo que se juntan varias comisiones para tirar una mascletà, podrían hacerlo para hacer una falla en común. Así no habría dos cajas de cartón, sino una buena falla».

Otra iniciativa que se puso sobre la mesa es la necesidad de crear un plan estratégico «para actuar antes de que desaparezcan fallas pequeñas», indicaron en Murillo y la falla Corona. Y el vicemaestro del gremio añadió «que este mismo plan es necesario para que las administraciones sienten en una misma mesa a todo el sector vinculado con la fiesta: artistas, fallas, músicos, pirotécnicos o floristas y ver cuáles son las necesidades y cómo potenciar y proteger la fiesta». Esteve añadió que hasta ahora «las administraciones realizan la burocracia de la fiesta, pero no se preocupan de saber lo que necesitamos».

Tanto Esteve como Antonio Aliaga, este último representante de la Federación de Sociedades Musicales, hicieron una llamada de atención para que las comisiones cambien de rumbo e inviertan en la falla y la banda de música, que son la esencia de la fiesta.

También se pudo ver un caso de una comisión, Mossén Sorell-Corona, que a partir de la crisis -y después de que la anterior presidencia dejara a la comisión sin fondos, según dijo Rubén Tello- se ha reinventado. Tello detalló que «somos una comisión de gente trabajadora. En 2012 nos vimos en la situación de que muchos de nuestros componentes habían perdido el trabajo o le habían bajado los sueldos. Así es que, antes de que se dieran borraran, pensamos en bajar la cuota de 400 a 200 euros y el presupuesto de los monumentos de 18.000 a 10.000 euros». Argumentan que «nos interesa más mantener el potencial humano que el económico».

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