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«Nuestra labor consiste  en acoger y acompañar  sin hacer juicios de valor»

COMPROMETIDOS «Nuestra labor consiste en acoger y acompañar sin hacer juicios de valor»

Benjamín Pamplona San Juan de Dios

L. GARCÉS

Lunes, 15 de diciembre 2014, 00:03

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La orden de los Hermanos de San Juan de Dios acaba de recibir el Premio Convivencia que concede la Fundación Manuel Broseta porque han realizado una impresionante labor en África en beneficio de los enfermos de ébola. El galardón es para toda la orden, pero se da la circunstancia de que se falló en Valencia, ciudad a la que los hermanos de San Juan de Dios llegaron en 1887 para desplegar una acción fundamentada en la «hospitalidad» porque ese es su carisma: «Acoger incondicionalmente a personas que no tienen un proyecto de vida, que están abocadas al fracaso».

El hermano Benjamín Pamplona, Superior de la comunidad de los Hermanos de San Juan de Dios en Valencia, recuerda que llevan en la ciudad 127 años. Los primeros religiosos de la orden llegaron en busca de ayuda económica para sostener la obra que tenían en marcha en Madrid, pero «cuando vieron la situación social decidieron quedarse».

Empezaron su acción al servicio de la sociedad valenciana en el psiquiátrico de la calle Jesús y luego en el hospital que los religiosos dirigían en la Malvarrosa. En este centro sanitario permanecieron hasta 1991. Un año después pusieron en marcha el albergue desde el que hoy ofrecen techo a «50 personas» que se encuentran en la calle, sin hogar, sin nada. Y han ido sumando nuevos proyectos. Ofrecen 22 plazas en viviendas que llaman de autonomía a quienes ya han dejado el albergue, pero siguen necesitados de un lugar donde vivir y 25 puestos en dos talleres ocupacionales.

Desde que abrieron el albergue y los pisos nunca se han cerrado las puertas. Para entrar basta con llamar. A quienes se acercan, muchos de ellos con problemas de salud, la obra de San Juan de Dios ofrece «acompañamiento en los procesos necesarios para la recuperación de su autonomía». Los religiosos invierten su vida tendiendo la mano a quienes la quieren tomar para superar dificultades y encontrar nuevas oportunidades. En definitiva, recalca el hermano Benjamín, «nuestra labor consiste en acoger y acompañar sin entrar en juicios de valor».

Tres religiosos forman la comunidad en Valencia. Son el alma de la labor social de los Hermanos de San Juan de Dios. Pero su Superior se apresura a apuntar que cuentan con la colaboración de 65 voluntarios y 20 trabajadores de distintas áreas de la actividad social.

Llevan 127 años trabajando, en marcha. Y nada hace presagiar que se vayan a detener. En los últimos tiempos han ampliado sus líneas de acción, se han ido adaptando a las realidades que les rodean. En el barrio, «donde queremos estar presentes», han desarrollado un programa de becas de comedor para niños en situación de necesidad que son alumnos de un colegio público cercano al albergue.

El religioso, que lleva cerca de cinco años en Valencia, se refiere al premio concedido por la Fundación Manuel Broseta a la orden San Juan de Dios. Como miembro de la misma destaca que se sienten «muy agradecidos», pero no deja de apuntar que en eso «nosotros somos un granito pequeño. Es el reconocimiento al trabajo en África».

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