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Aurora Rodrigo, auxiliar de farmacia. :: damián torres
Abastos presume de nueva embajadora

Abastos presume de nueva embajadora

La comisión del Bunyol recibe a la máxima representante de las Fallas con un pasillo de aplausos y un brindis de buena suerte

LOLA SORIANO

Martes, 11 de octubre 2016, 23:56

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valencia. «Tras un día mágico y de ensueño, me he levantado asumiendo que soy la fallera mayor de Valencia de 2017». Con estas palabras Raquel Alario demostraba ayer de buena mañana que comenzaba el reinado con energía. Tanta, que incluso la joven ingeniera industrial de la falla Fernando el Católico-Ángel Gimerá confesó que había desayunado dos veces. «He empezado con energía y primero he tomado leche con cereales y, más tarde, café con tostadas».

Si bien había dormido seis horas, descansó bien «porque ya se habían ido todos los nervios», apuntó. Para el primer día como fallera mayor de Valencia eligió un traje jaspeado de Massimo Dutti, una chaqueta granate y un bolso de mano. Salió de casa a las 10.30 horas, y su primera foto de la jornada fue para LAS PROVINCIAS. El peinado lo confió a su madre, Isabel, ya que es una todoterreno y también se atreve con el peinado de valenciana.

Uno de sus retos, como ya dijo en la llamada del alcalde, Joan Ribó, y que repitió ayer es «que todo el mundo conozca las fiestas que tenemos. Voy a volcarme en cuerpo y alma».

En la puerta de casa le esperaba Quique March, el conductor de las falleras mayores de Valencia, y la vicepresidenta de Promoción Exterior de la Junta, Montse Catalá. «Me he despedido de Alicia Moreno con muchos besos y abrazos, como se merecía, y hoy -por ayer- es el primer día que llevo a Raquel», comentó. Ayer además, le acompañaba en el viaje Clara Parejo, fallera mayor infantil de Valencia de 2017.

Los residentes del entorno del mercado de Abastos estaban felices. «Los falleros que se han acercado a comprar la prensa comentaban que es un orgullo y un lujo para la falla del Bunyol que Raquel represente a las Fallas. Estamos felices y ya era hora de que tocara por el barrio», dijo Pilar Castro, propietaria de un quiosco.

Vecinos de la finca de Raquel, como José Luis Montesinos y María Asunción Lillo, explicaron que estaban «encantados. La conocemos desde que nació y se lo merecía». La vecina de la puerta de enfrente, Inmaculada Legarra, comentó que Raquel «destaca por su belleza y simpatía. Sabía que podía llegar lejos». Paquita Marzá, también vecina, dijo que «primero oí gritar su nombre y empezó a llegar mucha gente. El traje de valenciana le sienta fenomenal». Vicente Sebastiá, pediatra y vecino, se enteró de la noticia mientras pasaba consulta. «Me llamó mi mujer y dijo que estaba lleno de gente. Como por la mañana le di la enhorabuena al padre porque la niña estaba en la corte, me imaginé que la habían elegido. Es una familia muy maja y ella tiene buen curriculum. Ya le dije al padre que tenía posibilidades», dijo.

Aurora Rodrigo, auxiliar de farmacia, indicó que «siempre tiene una sonrisa en la cara. Es una chica vistosa, bonica y lucidora. Me alegro mucho». En otro comercio, la peluquería Arthica, la propietaria María José Jarque comentó que pertenece a su misma falla. «En su año de reinado ha sido encantadora. Nos dio muy buena acogida. Es una gran anfitriona. Es un conjunto, sabe estar, es amable y simpática». Tanto ella, como la hermana mayor y la madre acuden en ocasiones a este centro y Jarque reconoce que «son una familia amable y educada».

El lunes por la noche, tras el acto de la llamada, Raquel recibió una sorpresa en su casal. Sus compañeros y falleras del sector le hicieron un gran pasillo con aplausos. «Raquel realizó un brindis y dio su primer discurso de fallera mayor de Valencia. Dijo que quería agradecer el apoyo de la falla y que había logrado su sueño». En el casal no cabía ni un alma y la fiesta duró un buen rato. El presidente de la agrupación Fallas Centro, Pedro Rubio, se mostró eufórico. «Siempre ha sido una chiquilla con mucha clase. De las 16 falleras que fueron a preselección sólo pasó el corte Raquel y ha llegado a lo más alto».

En sus primeras declaraciones, Raquel Alario ya ha dejado claro que entre sus aficiones figura viajar en familia. Este año quería colaborar en la delegaciones de Juveniles, pero tendrá que dejarlo para otra edición. Sabe hablar valenciano y mucho inglés. De hecho, opina que este idioma es fundamental «para la vida en general y más en el año que esperamos la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad».

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