Rivera apela a los indecisos para evitar que se repita el bloqueo del 20-D

Ciudadanos alentó ayer la posibilidad de que se vuelva a repetir el bloqueo institucional que provocó la repetición de elecciones al advertir que algunos van a jugar a eso después de los comicios del 26 de junio. No se puede permitir otro bloque de seis meses, advirtió. La opción es que haya un resultado claro, por lo que apeló a los indecisos -en torno al 30% según el CIS- por lo que esta mañana apeló a éstos a no dejar que solo los extremos vayan a las urnas porque daremos un paso atrás.

Durante su participación en un mitin en Sevilla ante unos 500 militantes y simpatizantes, Rivera ha girado todo su discurso en la polarización de la campaña, lamentando que el voto estas elecciones estará movido por el miedo o la venganza, ante lo que propugnó el voto con ilusión con la garantía de ser la única formación que garantizará el cambio de ciclo que necesita España.

El líder de Cs convirtió a Podemos en el blanco de sus ataques, calcando el mensaje del PP de que España no necesita experimentos o disparates. Sin embargo, alertó de que la vía de salida no es el inmovilismo, caldo de cultivo de movimientos populistas.

Si todo sigue igual, y no entendemos lo que esta sociedad demanda, el éxito del populismo está garantizado, y este país irá a peor, dijo Rivera, presentándose como la única fórmula que puede frenar al populismo y que el país avance con reformas. Así, defendió que las fuerzas moderadas también pueden liderar el cambio y frenar que la corrupción y el populismo lleguen al Gobierno.

Para demostrarlo, puso como ejemplo el aval de su actuación en los ayuntamientos y parlamentos regionales en los que están presentes desde el pasado año, donde presumió que han logrado más cosas en solo 12 meses que otros en 35 años de oposición. Al estar en Sevilla, se atribuyó el haber logrado que Manuel Chaves y José Antonio Griñán estén a un paso del procesamiento por el caso de los ERE fraudulentos en un tribunal de primera instancia, gracias a la presión de su partido para retirarles el aforamiento que el PSOE, dijo, no quería quitarles. También se adjudicó el mérito de la rebaja en el impuesto de sucesiones, a cuya consecución condicionó la aprobación de los presupuestos anuales de la socialista Susana Díaz.

Las diferencias con Podemos

Rivera defendió que esos cambios han llegado a través del diálogo y el entendimiento, el sentarse a la mesa, y no con la confrontación. Esa es la diferencia entre quienes quieren controlar las instituciones para asaltar el poder, entre quienes venden humo y quienes quieren cambiar de verdad las cosas, dijo contraponiéndose a Podemos.

Un día después de haber plantado una pantalla gigante de televisión en un mitin en Barcelona como excusa para ver el partido de la selección española y saltarse la prohibición del Ayuntamiento de Barcelona, el líder de Cs quiso marcar las distancias con la vieja política, e incluso con las formas de algunas nuevas políticas. Así, tiró de símil futbolero. quiero que seamos ese jugador que entra por la banda, después del agotamiento de la vieja política, con un partido que se pone feo y que finalmente acaba bien.

Ese aire nuevo lo ejemplificó asegurando que a nosotros no nos interesa cómo se llama un ministro, sino las políticas que hace. De nuevo un dardo a la formación de Pablo Iglesias, a quien criticó en varias ocasiones por haber antepuesto sus intereses propios y la obtención de sillones a los intereses de España. Y les reprochó tanto sectarismo y superioridad moral que crea bandos. ¿No tuvimos bastante con la dictadura u esos años oscuros?, lamentó, yo no voy a colaborar en eso. Por eso, se presentó como el partido que trabajará para reconciliar a los españoles y por la España de las oportunidades.

Cuadrar las cuentas

En ese punto, Rivera apostó más por cuadrar las cuentas que por caer en la subasta de promesas electorales que no se pueden cumplir -¿no tuvimos ya bastante con Zapatero o Rajoy?-, comparando a los españoles con los accionistas de una gran empresa ante los que hay que rendir cuentas.

También tuvo hueco para hablar de la cuestión territorial, mostrándose orgulloso de una formación en la que caben las diferentes sensibilidades autonómicas, legítimas, con la representación bajo unos símbolos comunes. Así, presumió de tener un discurso homogéneo en todo el país, y abogó por una reforma constitucional para que España esté más fuerte, por lo que aseguró que no gobernará "con quienes quieren romper España", cerrando así el paso a cualquier acuerdo con Podemos.