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Valenciano, junto a Schulz, en Málaga.
Valenciano abomina de una coalición PP-PSOE que González sí ve

Valenciano abomina de una coalición PP-PSOE que González sí ve

El expresidente del Gobierno abre un nuevo boquete en el discurso de su partido al coincidir con la tesis planteada por Arias Cañete

Paula De las Heras

Jueves, 22 de mayo 2014, 18:35

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Elena Valenciano asegura que no existe ni la más mínima posibilidad de que el PSOE se embarque en Gobierno de coalición con el Partido Popular, ni ahora ni nunca. La vicesecretaria general de los socialistas salió ayer al paso de las afirmaciones de Miguel Arias Cañete, en una entrevista a este periódico, sobre la posibilidad de una gran coalición en España y aseguró que la alusión a ese hipotético escenario responde simplemente a una burda estrategia del partido gubernamental para desincentivar a sus votantes. Pero en estas, llegó Felipe González.

El expresidente del Gobierno, un referente para buena parte del electorado y los cuadros socialistas, se descolgó en una entrevista en La Sexta con una afirmación muy similar a la pronunciada por el cabeza de cartel del PP a las europeas y dijo que no vería mal un Gobierno popular apoyado por el PSOE, o al contrario. «Si el país lo necesita lo deben hacer», afirmó. Una vez más, fuego amigo del supuesto aliado de Alfredo Pérez Rubalcaba cuando la actual dirección socialista menos lo esperaba.

En la principal fuerza de la oposición insisten en que, diga lo que diga González, una alianza a la alemana entre los dos partidos mayoritarios «no está en el horizonte». «Nosotros argumentó Valenciano no compartimos el proyecto de España del PP, ni el político ni el económico ni el social». A su juicio, de hecho, es desde «sectores de la derecha» desde donde se alienta hace ya tiempo esa idea de un gran pacto de gobierno porque lo que en realidad se pretende, dice, es que el PSOEapoye a un Ejecutivo de derechas.

«Esto debe estar en el manual de Pedro Arriola (el principal asesor electoral de Mariano Rajoy): abrazar al adversario para asfixiarlo», ironizó la cabeza de cartel socialista al Parlamento Europeo. Lo cierto es que nada le puede venir peor a una fuerza política que lucha por matar el mensaje de que PP y PSOE son lo mismo que el de que estarían dispuestos a entenderse y repartirse ministerios. Es la idea que explota Izquierda Unida un día sí y otro también con bastante fortuna. «Ahora están más callados argumentó la número dos socialista porque ellos tendrían que explicar que José Antonio Monago siga gobernando en Extremadura».

Letra pequeña

El hecho de que el candidato socialdemócrata a la presidencia de la Comisión Europea, Martin Schulz, forme parte de un partido, el SPD, que gobierna junto a la CDU de Angela Merkel (la imagen de todo lo que el PSOEllama a combatir en estos comicios) no ayuda precisamente al discurso diferenciador. Y sin embargo, los socialistas subrayan que en Alemania hay una tradición de gran coalición muy consolidada e invitan a analizar la letra pequeña: el SPD ha logrado que Merkel acepte introducir el Salario Mínimo Interprofesional, la jubilación a los 63 años para trabajadores con más años de vida laboral o cuotas para directivas en empresas.

«La derecha española está lejos de poder forjar ese tipo de acuerdos», insistió Valenciano. Ni siquiera en el caso de que la fragmentación del voto augurada en los sondeos haga difícil la gobernabilidad, la actual dirección socialista está dispuesta a admitir la posibilidad de un Ejecutivo con el PP. «Somos un partido de Gobierno que a lo que aspira es a volver a gobernar. Si nuestra mayoría no fuera suficiente puede darse el caso de que tengamos que llegar a acuerdos; ahora, nuestra opción serían fuerzas políticas más cerca de la izquierda que de la derecha», advirtió la vicesecretaria general.

Apesar de su insistencia, el daño de González está hecho. Y no sólo por su defensa de una gran coalición. Por si eso no fuera suficiente, también dijo que «lo más preocupante es que nadie sea capaz de decir en 20 minutos con credibilidad qué quiere hacer con España en los próximos 20 años». Ni Rajoy ni Rubalcaba.

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