'Black friday' en el Consell

«-Yvonne: ¿Dónde estuviste anoche?

-Rick: No me acuerdo. Hace demasiado tiempo». De 'Casablanca' (1942), película de Michael Curtiz.

Las personas responsables de la agenda del Consell han vivido una semana crítica organizando visitas oficiales a Elche de sus integrantes. Lo nunca visto: hasta cuatro consellers/es y el propio President se han paseado por el municipio para diversos cometidos. Algunos de ellos casi solapándose, del atasco que se ha producido de altos cargos autonómicos. Esto parecía el 'black friday' de ofertas de la Generalitat en Elche: «¡Dos, tres y hasta cuatro consellers por el precio de uno, y le regalo al presidente, oiga! ¡Me los quitan de las manos!». Empezó la semana el responsable de Transparencia, Manuel Alcaraz, que vino el martes a una jornada a la UMH. El miércoles llegaron el presidente, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mònica Oltra, que pese a esta insólita conjunción de las más altas jerarquías del Govern, no vinieron para anunciar ninguna inversión en el municipio -«Estem acorats», argumentaron-, ni un mísero plan de algo, ni siquiera una campañita o similar. No. Se desplazaron para conversar con alumnos del instituto de Carrús sobre la violencia machista y sus perniciosas consecuencias, y advertirles de que no deben espiar los 'guasás' de sus parejas o allegados porque eso es acoso. Y si lo dicen el Presi y la Vice se supone que los/as chavales/as lo tomarán más en serio. Bien, todo esfuerzo en esta cuestión es poco. En cualquier caso, vinieron se hicieron las fotos pertinentes, las declaraciones de rigor sobre el tema que tocaba y con las mismas se fueron por donde habían venido. Pero en seguida llegaron los refuerzos. La consellera Carmen Montón se plantó al día siguiente en el Hospital General para reivindicar la sanidad pública-pública, mientras la responsable local de la parcela, Supercristina, firmaba un acuerdo municipal con sus nuevos amigos del Hospital del Vinalopó y reivindicaba, a su vez, que la sanidad pública-privada no es tan perversa como parecía. Y además le dio tiempo de llegar a tiempo para escuchar a la consellera insistir en que no habrá hemodinámica 24 horas en Elche para atender a los infartados graves, un servicio cuya implantación ella apoyó en el segundo centro y que la conselleria tardó menos de lo que dura un infarto en cargarse. Cristina usó los conductos sociales habituales para recriminar a la consellera sus palabras, mientras poco después la portavoz socialista, Patricia Macià, decía que lo asumían a pies juntillas, porque lo había dicho quien lo había dicho, que es de su partido y por tanto sabe lo que se dice, aunque en el fondo el cuerpo les pedía decir otra cosa, que es lo que habrían dicho de no darse tal afinidad. La cosa no quedó ahí, porque al día siguiente, @CMR, transmutada ya en concejal de Deportes, se presentó con el uniforme del SAMU a una reunión en la Alcaldía con el director general del IVF, Manuel Illueca, para hablar sobre el Elche CF. Al responsable del instituto financiero de la Generalitat se le pusieron los ojos como platos y temió, en un primer momento, ser víctima de una encerrona y que el alcalde y la edil se abalanzaran sobre él, con la ayuda de Mireia Mollà, para inyectarle algún vial, gotero o similar con la aviesa intención de atontarle y que acabara firmando la cesión de las acciones al pueblo de Elche. Pero Carlos González le tranquilizó explicándole que simplemente se trataba del uniforme de trabajo de la edil, que había llegado directamente de la ambulancia a la reunión, pero no en servicio de urgencia. El director se relajó, aunque no del todo, porque siguió atento a si Cristina se echaba mano al bolsillo.

Bien, volvamos a la cuestión central que nos ocupa. Nos habíamos quedado en el jueves, con la visita matutina de la consellera de Sanidad. Pero es que por la tarde vino otro miembro del Consell, el responsable de Economía Sostenible, Rafael Climent, que dijo que IFA, de momento, no cerraba, pero que había que darle algunas vueltas al tema. De campana, por lo menos. Y ahí se pararon de momento las visitas oficiales. Se quería contar con el conseller de Cultura, Vicent Marzà, para celebrar ayer el aniversario del Palmeral como patrimonio universal, pero lo dejó para mañana, que vendrá a presidir el Patronato del Palmeral. «¿Y no hay otro/a conseller/a de guardia que pueda venir? ¿La de Agricultura? ¿La de Cambio Climático? ¿El de Hacienda?...», inquirieron desde el Ayuntamiento. «Oiga, no abusen, que Alicante se nos está quejando...». Esto ha cambiado, ya no es lo que era con el PP. Ni con el PSOE de antes. Ahora Elche cuenta y todo el mundo quiere venir aquí. Adornen los balcones.