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Participantes en uno de los talleres organizados por la Asociación de Párkinson de Elche, ante los ordenadores
Arte para ponerle freno al párkinson

Arte para ponerle freno al párkinson

La entidad promueve talleres de arteterapia y rehabilitación intelectual con el fin de combatir los síntomas de la enfermedad | La asociación local que agrupa a afectados y familiares recibe una decena de casos nuevos al mes.

M.T.B.

Martes, 29 de abril 2014, 18:43

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El párkinson, una enfermedad neurodegenerativa crónica, afecta sobre todo a hombres con edades comprendidas entre los 45 y 75 años. Ese es el perfil de enfermos que a menudo ve la asociación local que atiende a estos afectados y sus familiares, aunque también hay otros casos que aparecen de forma más

temprana, incluso en jóvenes de 30 años.

La Asociación Párkinson Elche, que lleva constituida oficialmente un año, aunque su presidenta, Mercedes Castillo, esposa de un afectado, comenzó a promoverla hace tres, está dando un impulso a su actividad para promocionarse y llegar al máximo de familias, organizando talleres, cursos e incorporando a profesionales para ofrecer ayuda al colectivo.

En este contexto, esta semana ha iniciado los talleres de arteterapia y rehabilitación intelectual, dirigidos a los enfermos y que se realizan martes y jueves, respectivamente, en la sede la asociación -calle Doctor Sapena, 65-. Según explican los trabajadores de la asociación, además de ofrecerles terapias cognitivas, «a nivel general, el objetivo es que se evadan un poco de la enfermedad porque están muy centrados en ella y sus síntomas».

En concreto, con las clases de arte, «conseguimos trabajar el tema de la psicomotricidad a través de la pintura, por ejemplo, para que no se salgan de las líneas marcadas en el dibujo, pero también escuchan música y bailan, como una forma de actividad física para no perder movilidad, e incluso hablan de sus recuerdos, lo que les invita a distraerse un poco».

En el caso de rehabilitación intelectual, la petición de aprender conocimientos básicos de informática partió de los propios afectados. Para los profesionales que los atienden el simple hecho de que controlen el ratón del ordenador ya les sirve como terapia para mejorar sus síntomas. De hecho, la demanda ha sido tan elevada que han tenido que organizar dos grupos para dar cabida a los 12 alumnos.

Entre los objetivos de la agrupación no sólo está apoyar a los afectados para una mejor integración e información de la enfermedad, también a los cuidadores, que suelen ser los familiares. Por ello, otro de los cursos que han comenzado a impartir está dirigido a este colectivo y trata de paliar el desgaste emocional del grupo.

«El cuidador cada vez tiene más carga, en la mayoría de casos son mujeres que se ven obligadas a dejar su trabajo para atender al enfermo y están pendientes las 24 horas de que no les ocurra nada, porque las caídas son una de las consecuencias más habituales del párkinson», señala el personal de la asociación. Añaden los trabajadores que la evolución de la patología y los estadíos de la misma son muy diferentes en cada caso y algunos afectados acusan más los temblores, mientras que otros padecen rigidez. Además de estos dos síntomas, los enfermos también presentan dificultades en el habla y, a nivel psicológico, problemas de autoestima.

Para todos estos cursos la asociación ha conseguido una subvención, pero está pendiente de que aprueben otras solicitudes de ayudas económicas que han presentado para poder ampliar su programa y servicios. Entre las peticiones figuran una iniciativa para organizar actividades de ocio y tiempo libre los fines de semana y otra para actividades terapéuticas de rehabilitación para personas mayores.

Asimismo la agrupación confía en contar con respaldo económico institucional para poder incorporar a algunos especialistas, además de los dos que ya tiene, a fin de ofrecer más servicios gratuitos. Los afectados necesitan ayuda constante y sólo con el tratamiento clínico no es suficiente, precisan de la atención de logopedas, psicólogos y fisioterapeutas que ayuden a paliar los síntomas de la patología. Unos tratamientos que suponen un coste muy elevado y que muchos afectados no pueden afrontar.

Por otro lado, la asociación pretende intensificar la colaboración tanto con el centro de salud San Fermín como con el Hospital General, a fin de promover iniciativas conjuntas y que todos los pacientes que pasen por las consultas de estos centros puedan ser derivados a la entidad. Esta última, que cuenta con 70 socios, atiende al mes una decena de casos nuevos, la mayoría hombres.

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