Las ventas de Ford se hunden un 56% en la Comunitat tras el anuncio de recortes

La tendencia a la baja en la venta de vehículos en la Comunitat se ha ensañado con Ford. Pese a tener su centro de producción en Almussafes y estar entre las marcas favoritas de los valencianos a la hora de adquirir un utilitario, lo cierto es que entre enero y marzo el número de modelos vendidos entre las tres provincias ha sido de 2.380, un 56,89% menos que en el mismo periodo del año anterior. Este periodo coincide con la agudización de la situación laboral de la compañía en el Europa, tras el anuncio a finales de 2018 de su decisión de recortar plantilla y cerrar centros productivos.

A pesar de que el recorte es contundente en las tres provincias, Valencia es la que menos ha dejado de elegirla, con una caída del 46,07%, hasta las 1.311 unidades. Por contra, el desplome ha sido del 62,31% en Alicante, hasta 954 vehículos; y del 79,43% en Castellón, hasta quedar en 115. Sin embargo, que en la provincia de Valencia siguió siendo el más vendido, seguido por Peugeot, aunque en Alicante fue la séptima marca y en Castellón, la doce.

Aunque el mes y el trimestre resultaron malos, lo cierto es que el conjunto del sector no ha tenido unas cifras tan extremas y Ford no ha logrado entrar entre las cinco marcas más vendidas de España, sobre las que se facilita datos trimestrales. Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en marzo descendieron un 7,9% en la Comunitat, con 14.648 unidades, una tasa que aumenta si se tiene en cuenta el primer trimestre, en el que el descenso fue del 13,6 %, con 33.660 vehículos.

Las señales de alerta cada vez son más potentes en el mercado automovilístico después de que en marzo hayan caído las matriculaciones otro 4,3% con respecto al mes anterior. En los 30 últimos días las marcas han vendido 122.664 coches y durante el primer trimestre del año se han comercializado casi 317.000 unidades, un 6,9% menos que en el mismo periodo del año pasado, según las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

Estos registros confirman la tendencia a la baja de un mercado que no levanta cabeza desde el pasado septiembre, por el que ya acumula siete meses consecutivos a la baja. De esta forma, encadena el periodo más extenso de tiempo de retrocesos interanuales de ventas desde la crisis económica.

El mercado automovilístico anotó su peor dato entre mayo de 2008 y agosto de 2009 (desde el año 2000), con 16 meses seguidos de caídas. En diciembre de 2008 se produjo la mayor bajada (del 49,89%). Después de una leve recuperación, desde mediados de 2010 a mediados de 2013 las caídas en las ventas fueron prácticamente continuas.

En esta ocasión se ha roto una racha de cinco años seguidos de incrementos en las matriculaciones. El retroceso comenzó tras el verano del año pasado, cuando se introdujo el nuevo ciclo de homologación de consumos y emisiones, que obligó a las marcas a poner en sus escaparates grandes ofertas para deshacerse del 'stock' de vehículos que no estaban acogidos a ese protocolo.

El comportamiento del mercado del mes de marzo se debe a la caída en las ventas de los particulares, que han caído un 5,8% hasta algo menos de 52.000 unidades. Por su parte, en el segmento de los coches de alquiler, el retroceso ha sido del 9,6%, hasta unos 32.500 coches. Este descenso se explica porque la Semana Santa cayó el año pasado en marzo, un mes en el que se reactivaron las compras por la campaña turística. En el caso de las empresas, las matriculaciones sí han aumentado, un 3%, con algo más de 38.000 vehículos.

En marzo también se ha confirmado la tendencia a la baja del diésel, cuyos modelos apenas han supuesto un 26% de todas las matriculaciones, la cota más baja de los últimos dos años, desde que a mediados de 2017 los gasolina comenzaran a acaparar más ventas. Por su parte, los alternativos (eléctricos, híbridos, etc.) representan un 9% del total.