La navaja suiza valenciana que democratiza la electrónica y la robótica
Kode Dot, una startup nacida entre cables, frustraciones y ganas de simplificarlo todo ·
Dos jóvenes ingenieros, Manuel Quero Carboneras (de 23 años) y Luis Miguel Collado (25), han creado en Valencia un gadget de bolsillo llamado Kode Dot. ... Su idea es simple y potente: que cualquiera, sin ser experto, pueda hacer proyectos de electrónica y robótica de forma fácil y rápida. «Queríamos una navaja suiza de la electrónica: un aparato todo en uno para que puedas probar ideas sin pelearte con cables ni piezas sueltas», explica Manuel. Ambos se conocieron haciendo prácticas en Celestica (La Pobla de Vallbona), terminaron sus estudios el año pasado y decidieron convertir su frustración como estudiantes en una solución clara para odos.
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¿Qué es Kode Dot? Es un dispositivo pequeño que ya trae dentro lo más importante: una pantalla, botones, micrófono, conexión para altavoz y sensores útiles para robótica. Está construido sobre un «cerebro» (ESP32-S3) muy usado en proyectos tecnológicos. Funciona nada más sacarlo de la caja: lo enciendes, lo conectas al ordenador y empiezas a crear. Si necesitas algo extra (un sensor especial, por ejemplo), tiene un conector para añadirlo fácilmente. En pocas palabras: con Kode Dot no tienes que comprar varias placas, cables y accesorios para empezar. Ya viene listo. Es ideal para estudiantes, profesores, padres y madres curiosos, y aficionados que quieren disfrutar de la tecnología sin volverse locos.
¿Y para qué sirve? Por ejemplo, para aprender a programar y a entender cómo funcionan los sensores y los robots. También ayuda a hacer prototipos rápidos: tienes una idea, la pruebas y ves si funciona en poco tiempo, así como para proyectos creativos: desde un robot sencillo hasta pequeños experimentos de inteligencia artificial. Un caso muy claro es el típico «robot de clase» que suele llevar muchos cables y da problemas. «En la universidad perdíamos la mayor parte del tiempo intentando que el robot se encendiera y no se estropeara, en lugar de aprender a programarlo. Con Kode Dot todo se alimenta desde el propio dispositivo y te pones directamente a programar y divertirte», cuenta Manuel.
«Queríamos un aparato todo en uno para que puedas probar ideas sin pelearte con cables ni piezas sueltas»
Manuel Quero y Luis Miguel Collado
Creadores de Kode Dot
Manuel y Luis Miguel ya hicieron incluso una pequeña preproducción: fabricaron 50 unidades y vendieron 32 a particulares, dos empresas y talleres para profesores. El 4 de noviembre lanzan su campaña en Kickstarter, una plataforma de financiación colectiva. La gente puede comprar por adelantado y así ellos fabrican a mayor escala. Su objetivo es ambicioso: recaudar alrededor de medio millón de dólares (unas 3.800–4.000 unidades vendidas) en una campaña global. El precio previsto es de 129 dólares (aprox. 100 euros). Ya tienen una página de reservas: pagando 3 dólares, quienes reserven obtendrán un mejor precio justo antes del lanzamiento.
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«Somos dos chavales sin mucho dinero, y el crowdfunding nos permite financiar la producción y llegar al mercado», explica Manuel. También han entrado en Lanzadera (la aceleradora de empresas) para afinar su plan y su comunicación. Los prototipos funcionan, pero ahora toca industrializar: pasar de carcasas impresas en 3D a piezas hechas con moldes (más resistentes y profesionales) y cerrar proveedores. «Toda la ingeniería es nuestra: la placa, los componentes y la mecánica los diseñamos entre los dos», señala Manuel. Esto les da control para mejorar el producto y abaratar costes sin depender de terceros.
Su creación puede marcar la diferencia con otros dispositivo semejantes. Ellos creen que para empezar reduce la frustración: hay menos cables, menos problemas y más tiempo para el aprendizaje real. Además, es una opción ideal para aulas, talleres y aficionados con poco tiempo. Acerca la inteligencia artificial al hardware de forma sencilla y accesible, y transforma el dispositivo en una especie de «librería de apps» que el propio usuario puede crear y ampliar a su medida. «Lanzamos el 4 de noviembre. En nuestra web y redes sociales estamos subiendo un vídeo diario con casos de uso para que la gente se identifique», concluye Manuel. Su promesa es clara: hacer que cualquiera pueda construir su primer robot, su primer proyecto de IA o su primer experimento de IoT sin miedo a equivocarse.
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Sin miedo a la Inteligencia Artificial
¿Qué tiene de especial Kode Dot? Sus creadores recuerdan que, además del hardware (la parte física), Kode Dot incluye una especie de «mini sistema operativo». ¿Qué significa eso? Que cuando subes tu código, puedes guardarlo como si fuera una app y abrirla desde el propio dispositivo cuando quieras. No te «encadena» a una sola función. Puedes tener varias apps y alternar entre ellas sin complicaciones. Esto es muy práctico para las clases: un profesor puede preparar varias actividades (por ejemplo, mover un robot, leer un sensor o usar la voz) y los alumnos las abren como apps, sin estar «flasheando» el dispositivo cada dos por tres. Manuel y José Miguel han creado incluso una app de ejemplo que conecta Kode Dot con ChatGPT: hablas al micrófono y ves la respuesta en la pantalla. Es una forma simple de acercar la IA al mundo físico y a las aulas, donde aún cuesta integrarla sin trabas técnicas.
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