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Los líderes tecnológicos hacen match en Valencia en el VDS

DeepTech Night, celebrada en The Terminal Hub en el marco del Valencia Digital Summit, reunió a investigadores, inversores y corporacionesen un encuentro exclusivo para presentar Deep Tech Builder

Jueves, 23 de octubre 2025, 09:01

Valencia volvió a encender sus luces como polo de innovación con el arranque del VDS 2025. Y, en el corazón de ese ecosistema, The Terminal ... Hub se convirtió anoche en el punto de encuentro donde ciencia, inversión e industria se estrecharon la mano. Allí nació oficialmente Deep Tech Builder (DTB), un 'venture builder' especializado en tecnologías profundas que aspira a traducir investigación puntera en empresas escalables con propósito. La escena, bautizada como DeepTech Night, congregó a 80–90 figuras clave del sector —desde inversores y emprendedores hasta oficinas de transferencia y equipos de innovación abierta— y dejó un mensaje nítido: el' deep tech' español quiere jugar en liga global.

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«Hay momentos en los que la ciencia deja de ser promesa y se convierte en futuro», señaló durante la presentación Álvaro Miguel Cabrera, cofundador y CEO de DTB. «No solo construimos empresas. Construimos futuro. Cuando academia, industria e inversión se alinean, la tecnología deja de ser un paper y empieza a mejorar vidas». Su declaración condensó la tesis de la noche: la transferencia de conocimiento, con apoyo industrial y capital inteligente, es la palanca para transformar patentes en soluciones con impacto real.

Deep Tech Builder nace con una misión concreta: llevar tecnologías nacidas en laboratorios y centros de investigación al mercado, acompañándolas en todas las etapas críticas. Su metodología combina identificación de tecnologías con alto potencial, formación de equipos, validación de mercado, acceso a financiación pública y privada, desarrollo comercial y soporte operativo integral (negocio, talento, marketing y comunicación, finanzas y operaciones). Tres principios guían cada venture: Ética, Sostenibilidad e Impacto. El foco inicial abarca cuatro grandes áreas: BioTech y Salud; Sostenibilidad (energía, cleantech, economía circular); Inteligencia Artificial; y Agrotech.

«La ambición es clara: impulsar 160 spinoffs en 10 años, desde España al mundo», recalcó Cabrera. El énfasis no está en la espuma de las valoraciones, sino en el poso de las transformaciones. «El futuro del DeepTech no se mide en valoraciones, sino en transformaciones: impacto social y sostenibilidad reales», añadió. El estado de madurez del proyecto, pese a su lanzamiento oficial, muestra tracción. DTB ya cuenta con un equipo de ocho personas; ha evaluado más de 70 proyectos de investigación y colabora activamente con 10 de ellos. Trabaja con ocho universidades, el CSIC y un centro de investigación de referencia, apoyado por una red de más de 20 partners, 50 advisors multidisciplinares y venture partners en cinco países. Este andamiaje intelectual y operativo anticipa el siguiente hito: un fondo de inversión propio para convertirse en primer inversor de las spinoffs que acompañan. «Además del acompañamiento empresarial, vamos a lanzar un fondo para invertir ese ticket inicial en cada proyecto», avanzó el CEO.

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De la molécula al paciente, un ejemplo de impacto

Entre los casos que DTB tiene ya en cartera, Cabrera compartió un adelanto desde Madrid: un drug carrier —un vehículo molecular— orientado a cáncer de próstata metastásico. La novedad radica en que, a diferencia de los carriers tradicionales (inocuos y meramente vehiculares), este interactúa con la enfermedad además de dirigir el fármaco al punto exacto. La promesa clínica es contundente: reducir hasta 200 veces la dosis de quimioterapia necesaria, disminuyendo efectos secundarios y costes, y potenciando la eficacia al atacar con precisión la diana terapéutica. La síntesis de valor es paradigmática del deep tech: conocimiento de frontera, transferencia bien orquestada y beneficio tangible para el paciente.

El formato de la DeepTech Night nace con vocación de comunidad y continuidad. «Es una serie de eventos que aspira a ser el side event oficial de todos los que estamos locos por la alta tecnología, la ciencia profunda y la transferencia», explicó Cabrera. Después de Valencia, el plan es replicarlo en 4YFN (Barcelona) y South Summit (Madrid). La primera edición reunió a líderes de España y del exterior (aproximadamente el 30% de los asistentes viajó desde fuera), poniendo sobre la mesa la internacionalización como condición y destino. «Hay una necesidad manifiesta de que más proyectos y más patentes lleguen al mercado, con traductores como nosotros que faciliten el entendimiento entre academia, empresa e inversión», subrayó.

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Varios vectores confluyen para hacer del 2025 un punto de inflexión. Primero, la madurez tecnológica: IA generativa y aplicada, biotecnología, nuevos materiales, almacenamiento energético y captura de CO2 han alcanzado hitos que permiten aplicaciones de mercado. Segundo, la ventana de financiación: los instrumentos públicos y el capital privado muestran mayor apetito por la transferencia tecnológica, especialmente si hay tracción y equipos mixtos científico-empresariales. Tercero, el contexto geopolítico y regulatorio: la autonomía estratégica en salud, energía y datos empuja a Europa a acelerar la creación de tecnologías propias. En ese marco, España y la Comunidad Valenciana han tejido un ecosistema crecientemente conectado entre universidades, centros de investigación, hubs y corporaciones.

Deep Tech Builder se posiciona como puente operativo en este nuevo contrato de transferencia. Su propuesta al investigador es asociarse aportando el «cerebro de negocio» —desde la estrategia al go-to-market— y facilitando el acceso a capital y talento. A cambio, toma participaciones minoritarias en las spinoffs. Al inversor, le ofrece dealflow curado, equipos reforzados y una máquina de validación técnica y comercial. A la industria, le acerca soluciones a retos concretos con una interlocución profesional que reduce asimetrías y tiempos.

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DTB ha definido cuatro «dianas» prioritarias:

● Salud y Biotech: desde tratamientos y diagnósticos hasta medical devices, con atención a terapias dirigidas y plataformas de descubrimiento.

● Sostenibilidad: energías renovables, almacenamiento, eficiencia y economía circular, con especial foco en captura y valorización de CO2.

● Inteligencia Artificial: aplicaciones de IA para ciencia, industria y servicios críticos, orientadas a productividad, seguridad y fiabilidad.

● Agrotech: tecnologías para el mundo agrícola que incrementen resiliencia, rendimiento y sostenibilidad de la cadena alimentaria.

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El mapa es ambicioso pero coherente con las capacidades científicas del país y las prioridades europeas. «Nos han contactado empresas de Jordania, Israel, Arabia Saudita, Catar o Corea del Sur incluso antes del lanzamiento. La necesidad está ahí y es global», apuntó Cabrera. En el corto plazo, DTB continuará filtrando su pipeline, cerrando acuerdos con nuevas universidades y OTRIs, y preparando el lanzamiento de su fondo para afianzar el rol de primer cheque en las spinoffs. En paralelo, la serie DeepTech Night itinerará por los grandes encuentros de emprendimiento del país para consolidar una comunidad que hable el mismo idioma entre bata, balance y business plan.

Cabrera lo resumió con pragmatismo: «Estamos en el negocio de asociarnos con investigadores. Ellos tienen la capacidad de desarrollar proyectos que pueden impactar la vida de millones. Nosotros ponemos la experiencia empresarial para que esas tecnologías crucen el valle de la muerte y escalen con sentido». Si Valencia fue el kilómetro cero, el mapa de ruta señala Barcelona, Madrid y más allá. El deep tech español, con DTB como uno de sus orquestadores, sale a competir con tesis, método y ambición internacional. Y en The Terminal Hub, quedó que los líderes tecnológicos ya están haciendo match.

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Valencia como escenario

El summit valenciano se ha consolidado como plataforma europea donde startups, corporaciones e instituciones exhiben soluciones y cierran alianzas. The Terminal Hub, con su enfoque en innovación aplicada, ofreció el marco ideal para un lanzamiento que va más allá del branding: pretende activar una cadena de valor que conecte laboratorio y mercado sin perder de vista la métrica que importa —vidas mejoradas y huella sostenible. En esa línea, DTB insiste en un gobierno de impacto: ética para orientar la toma de decisiones, sostenibilidad como parámetro de diseño y operación, e impacto como resultado verificable. La narrativa responde a una demanda creciente de los LPs, los reguladores y el propio mercado, que presionan por valor de larga duración.

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