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Graves pérdidas. Campo de caquis muy afectado por el hongo 'Mycosphaerella', con hojas manchadas, fuertre defoliación y caía de frutos dañados. LP
Los productores de caquis piden soluciones reales para las plagas del cultivo

Los productores de caquis piden soluciones reales para las plagas del cultivo

Los ataques de hongos y 'cotonets' causan crecientes pérdidas y no hay plaguicidas eficaces para combatirlos

CARLOS BONELL

Domingo, 23 de mayo 2021

El cultivo del caqui se encuentra en un momento muy difícil por la multiplicación de los ataques de plagas y enfermedades que sufre, sin que los agricultores valencianos dispongan de las herramientas fitosanitarias necesarias para poder resolver dichos problemas y conseguir unas producciones de calidad comercial adecuada, con precios suficientes para asegurar la pertinente rentabilidad.

Días atrás se desarrolló en Alginet una jornada técnica sobre estas cuestiones, organizada por AVA-Asaja y con la participación de investigadores sobre plagas del IVIA, incluido su director, Rodolfo Canet, y entre los agricultores participantes fue manifiesto el desánimo general. La situación fitosanitaria se ha complicado mucho en los últimos años y la mayoría de los productores llevan varias campañas con dificultades crecientes y pérdidas, por lo que no ven nada claro el futuro inmediato. Es más, se presenta bastante oscuro si no se encuentran soluciones fitosanitarias eficaces a los principales problemas, sobre todo para hacer frente a los ataques de 'mancha foliar' (hongo 'Mycosphaerella'), varios 'cotonets' y mosca blanca.

Si el caqui fue el gran cultivo de moda durante las dos o tres décadas últimas, protagonizando una importante transformación agrícola en varias zonas, sobre todo en la comarca de La Ribera, últimamente ha decaído el interés por las dificultades que presenta. Al principio de la expansión, cuando las nuevas plantaciones de caquis sustituían sin parar a los naranjos y otros frutales, parecía que el nuevo cultivo no iba a sufrir plagas, lo que ya de por sí planteaba una favorable diferencia. Luego, con el paso del tiempo fueron presentándose problemas fitosanitarios que iban resolviéndose sobre la marcha, pero últimamente la situación se ha vuelto dramática en muchos casos, por el exacerbado crecimiento de los ataques y la carencia de insecticidas y fungicidas para poder efectuar tratamientos efectivos.

Los investigadores reconocen que aún faltan años para poner a punto sistemas de lucha biológica que sean válidos

La consecuencia es que baja la productividad general y abundan los porcentajes de frutos manchados o marcados por las plagas, que son rechazados porque los consumidores y las cadenas de comercialización exigen caquis perfectos, sin mácula.

La frustración es general, porque queriendo el agricultor aplicar lo que sea necesario para obtener un buen producto, no puede, ya que, aunque existen materias fitosanitarias apropiadas, la estricta legislación europea y española las dejan fuera de la circulación. Las actuales políticas sobre este asunto postulan el empleo de soluciones alternativas que se consideren más respetuosas con el medio ambiente, sobre todo de orden biológico, pero, en general, o no están disponibles aún, o son de eficicia parcial, y se ignora si lograrán asentarse antes de que este cultivo tan prometedor no acabe reduciéndose a mínimos por las negativas circunstancias.

Mediocres resultados

Sobre las manchas y defoliaciones causadas por el hongo 'Mycosphaerella', Antoni Vicent, investigador especialista del IVIA, confirmó la expansión de resistencias al grupo de fungicidas habituales (como Azoxistrobin y Piraclostrobin), por lo que ya no son eficaces. Reveló que hay ensayos en curso con nuevos productos cuyo uso ya está autorizado en otros frutales, como el manzano, pero aún no en caqui. Matizó que ahora todavía se pueden conseguir resultados aceptables tratando con Mancoceb, pero esta materia va a ser suprimida por la UE, como ha hecho con cientos en los últimos años, lo que complicará más las cosas. El objetivo es que se autoricen nuevos formulados eficaces, que se permitan nuevas sustancias, como están exigiendo los agricultores, pero de momento no hay avances.

Francisco Beitia y Alejandro Tena, investigadores del IVIA, junto a José Vicente Bolinches, del Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura, reconocieron que las estrategias de control químico contra los diversos 'cotonets', con las sustancias actualmente permitidas, sólo demuestran una efectividad entre el 40% y el 75%, dependiendo del momento y del sitio, por lo que no se puede solventar del todo el problema, En cuanto a la lucha biológica, en la que tantas esperanzas se han depositado a nivel oficial, afirmaron que su desarrollo se encuentra en las primeras fases de investigación, por lo que se requieren varios años para extraer buenos resultados.

El director del IVIA, Rodolfo Canet, asumió el desafío de la problemática coyuntura que presenta el caqui, para concluir que «es un cultivo muy importante para este centro de investigación y no vamos a parar en la búsqueda de soluciones, que son complejas, no siempre tan rápidas como nos gustaría y encima limitadas por la legislación fitosanitaria».

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