Las pequeñas empresas de la zona cero tienen hoy un 10% menos de facturación que antes de la dana
Mientras que el gasto en las grandes compañías vuelve a niveles anteriores a la riada, las de menor tamaño siguen registrando pérdidas
El músculo de las empresas ubicadas en la zona cero de la dana está siendo determinante en su recuperación. La fotografía de aquellas que recibieron ... la riada del pasado 29 de octubre con un nivel de tonificación más elevado, que se enmarcan como grandes compañías, revela que están en las mismas cifras de facturación previas a la dana, mientras que aquellas con menos resistencia, las pequeñas, todavía siguen un 10% por debajo. Así, la vuelta a la normalidad se está produciendo a dos velocidades, dependiendo de la capacidad financiera y de personal de cada empresa. Cuanto más entrenamiento previo, mejor han encarado la catástrofe.
Así se extrae del análisis de la situación económica en la provincia de Valencia un año después de la dana, elaborado por CaixaBank Research y publicado este sábado. El estudio se ha realizado a partir de los datos anonimizados de pagos con tarjeta y las operaciones con datáfonos del banco.
La primera prueba de resistencia muscular se produjo la semana después de la riada, que dejó un balance de 229 fallecidos, miles de empresas afectadas y millones de euros dilapidados. Entre el 30 de octubre y el 5 de noviembre, el gasto en la zona cero en las grandes empresas se hundió un 85%, mientras que el de las pequeñas lo hizo un 98%. El batacazo fue tremendo en ambos casos, pero las que mejor preparadas económicamente llegaban pudieron hacer frente con mayor solvencia.
Las tornas en cuanto al gasto cambiaron durante los siguientes cuatro meses en las empresas de la docena de municipios analizados en el estudio, que son Massanassa, Alfafar, Paiporta, Catarroja, Algemesí, Picanya, Sedaví, Benetússer, Albal, Aldaia, Chiva, Alaquàs y Utiel. Las instalaciones más grandes y la maquinaria pesada, más común en las grandes compañías, hicieron que, hasta abril de este año, el gasto no terminara de arrancar de nuevo, mientras que las más pequeñas pudieron deshacerse del barro con mayor facilidad.
Por ello, al terminar enero de 2025, cuando apenas habían pasado tres meses de la catástrofe, los comercios de menor tamaño coligados a CaixaBank vieron su gasto impulsado y la pérdida se quedó en alrededor de un 15%. Por el contrario, las grandes todavía presentaban una recuperación inferior al 50%. El músculo pesado era más difícil de mover en primera instancia.
Esa rápida recuperación inicial de las pequeñas se fue evaporando poco a poco a medida que se acercaba la primavera. De hecho, ya en abril, el gasto volvió a ser un 25% inferior al de antes de la riada, lo que implica una subida de 15 puntos porcentuales respecto a enero. Fue en ese mes cuando se produjo el punto de inflexión definitivo y las empresas con mayor musculatura demostraron su potencia física. Para este mes, las grandes compañías apenas notaban una pérdida del gasto del 5%.
A partir de entonces, el resultado apenas ha variado. Las grandes compañías han conseguido una recuperación total del gasto, según los datos de CaixaBank, pero las de menor tamaño siguen resintiéndose un año después.
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