ODRES NUEVOS Y CEPA VIEJA

La cuarta generación de la familia es la que está actualmente al frente, con los hermanos Javier y José Gandía, ocupando el primero la dirección general. Implicado en las labores de la empresa desde muy joven, Javier asumió la dirección del departamento de marketing, mientras que su hermano José estuvo al frente de la gestión de la empresa familiar.

Con la voluntad de hacer un reparto equitativo de funciones, fue hace tres años cuando cambiaron de ocupación y fue Javier quien tomó los mandos de la compañía, mientras que José decidió enfocarse hacia el futuro e impulsar un departamento de innovación y análisis del comportamiento del consumidor. Desde la Big Bang Innovation Room, que así se denomina este servicio interno, se estudia la actitud de los nuevos consumidores jóvenes, los 'millennials', a la hora de elegir un vino tanto en un restaurante, como en los lineales de los supermercados y en el resto de puntos de decisión de compra.

Así, la compañía dirigida por Javier Gandía afronta este ejercicio con intención de «continuar creciendo y apostando por la innovación y la marca», con una inversión de cinco millones de euros. La empresa cerró 2017 con una facturación de 37 millones de euros, un 18% superior a la del ejercicio anterior, y un aumento de los beneficios antes de impuestos del 30%, hasta alcanzar unas ganancias totales de 4,4 millones, según informó la empresa.

Para seguir impulsando esta evolución, la bodega ha puesto en marcha un plan de inversiones para mejorar sus instalaciones en Chiva, con una ampliación de 4.000 metros cuadrados de almacén con capacidad de 6.000 pallets y un sistema de gestión de almacén, que lo convertirá en uno de los más grandes de España en el sector, e incorporará un mecanismo de control de temperatura y humedad.

Además, en la compañía se trabaja en la implantación de un sistema de gestión de líneas de producción y se digitalizará así toda la planta de embotellado. «No sólo hay que innovar en los productos sino también en la manera de desarrollarlos», subraya Javier Gandía, que sitúa la tecnología y la innovación como los pilares para afrontar «un entorno cada vez más competitivo».

Por otro lado, instalará una línea envasadora que «cumple las características necesarias para cuidar el entorno» y prepara un Plan de Mejora Continua, basado en sus recursos humanos y aprendizaje interno. En 2017, elevó la plantilla un 6,8% y cuenta con 141 trabajadores. Vicente Gandía exportó el 61% de su producción, con destacados crecimientos en Taiwán, Corea del Sur, Nigeria, Ucrania, Australia y Estados Unidos, donde su filial superó el millón de dólares de facturación.

Entre las novedades, acaba de lanzar el Sandara Lemon, que se une a otras innovaciones dentro de la compañía junto a Sandara Chardonnay & Sake o Sandara Wine Mojito. Además, el comportamiento de las marcas más relevantes de la compañía ha sido muy positivo, con aumentos en El Miracle con un 19%, Nebla un 16%, Finca del Mar 29%, Con Un Par 84% y Puerto Alicante 113%. Sus otras dos marcas principales:, Castillo de Liria y Hoya de Cadenas, han mantenido un nivel de ventas estables.

Vicente Gandía está considerada la mayor bodega de la Comunitat Valenciana y la Guía Peñín la califica como la mejor bodega en relación calidad precio de España. Además, desde hace décadas acapara premios y en 2014 fue galardonada como mejor bodega española por el prestigioso concurso internacional AWC Vienna y ese mismo año, la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores del Vino y Licores incluyó, en su lista anual, a Vicente Gandía como una de las 50 mejores bodegas del mundo.