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Abaricoqueros en flor en la Finca Sinyent de AVA en Polinyá. lp
El frío ralentiza la floración de almendros y frutales precoces

El frío ralentiza la floración de almendros y frutales precoces

Las temperaturas suaves de semanas anteriores adelantaron el proceso de brotación, con lo que emergen ahora temores ante posibles heladas

C. BONELL

valencia.

Lunes, 17 de enero 2022, 01:01

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El frío de las últimas jornadas ha frenado en seco la floración que ya habían iniciado almendros y frutales de hueso en diversas zonas de la Comunitat Valenciana, con lo que se ha ralentizado el proceso de nueva fructificación donde ya había comenzado.

Las temperaturas suaves de semanas anteriores, que alcanzaron en muchos casos valores propios de una primavera bien adelantada, propiciaron que 'despertaran' ya de su letargo invernal las flores de cultivos frutales y plantaciones de almendros. Esto ha sucedido sobre en variedades más precoces y en áreas más abrigadas, donde habitualmente se suele adelantar cada año el proceso respecto a otros sitios y cultivares que 'reinician' su ciclo productivo más tarde.

El problema que se presenta ahora es el del temor a posibles heladas que puedan dañar esas flores ya presentes, porque eso supondría directamente la pérdida de cosecha futura. En otros cultivos, como los cítricos, las flores que se llegaran a verse afectadas por una helada tardía pueden ser sustituidas por otras que broten a continuación, pero en almendros y frutales de hueso no hay sustitución, no rebrotan las flores; tan sólo cabe que, en tal caso, la presencia eventual de hielo sólo perjudique un porcentaje minoritario de flores y quede a salvo una parte principal para asegurar una cosecha aceptable.

En principio, y aun con las debidas reservas, un anticipo floral como éste es bien recibido por los agricultores, ya que un adelanto de la flor se traducirá sin duda en un avance de la maduración final, lo que equivale a presentarse antes en el mercado y, en consecuencia, beneficiarse de precios mejores. Pero para llegar a eso hace falta que se dé un equilibrio de circunstancias que incluye desde luego quedar al margen de heladas, lo cual nunca es seguro, naturalmente, y más cuando se ve que no son sólo estos días de temperaturas más bajas que en semanas anteriores, sino que queda todavía mucho invierno por delante. Y siempre se tiene bien presente, en este cúmulo de necesarios temores y precauciones, que hasta bien entrada la primavera pueden presentarse heladas tardías, las más traicioneras, tan cerca ya de quedar por fin a salvo.

La parte positiva, si todo se desarrolla sin altibajos ni quebrantos, es que, empezando pronto lo que más se puede adelantar en el ámbito frutal, las campañas de las frutas de hueso se verán favorecidas por un deseable escalonamiento de la oferta, en cuanto a clases de producto, variedades de cada uno y zonas productivas que vayan acudiendo a la venta. Lo contrario de la masificación y el solapamiento de unas con otras, lo que da lugar a desastres comerciales sin remedio, porque, como es lógico, no hay capacidad de consumo para todo a la vez y lo más conveniente es la diversificación, con permiso de la meteorología cambiante.

Por el momento, a salvo de las temibles heladas, porque el frío no está bajando de cero donde ya hay flor, el campo empieza a poblarse con la belleza de esos mosaicos de colores que ofrecen hileras y bancales de almendros y frutales renacidos.

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