Borrar
El presidente de Ford España, Jesús Alonso, en el acto de ayer. damiÁn torres
Ford España es optimista ante el efecto en Almussafes de los ajustes en Europa

Ford España es optimista ante el efecto en Almussafes de los ajustes en Europa

El presidente reconoce dificultades, «sobre todo por el diésel», aunque la factoría está «en muy buena posición» por los modelos que genera

Á. MOHORTE

VALENCIA.

Jueves, 20 de septiembre 2018, 00:50

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Calmar los ánimos. Ese ha sido el objetivo del presidente y consejero delegado de Ford España, Jesús Alonso, ante el próximo anuncio de un plan de ajustes por la empresa en sus ocho centros de producción en toda Europa, que se espera para el 9 de octubre. El directivo asegura que la fábrica está «en muy buena posición» para afrontar los cambios, en lo que se refiere a producto.

«Para Valencia ya hemos anunciado el nuevo Kuga a finales de 2019 y ahora estamos anunciando también cambios en toda la gama de Mondeo, S-Max y Galaxy. Es señal de que tenemos un gran futuro en la planta. Se está haciendo un trabajo excepcional», recordó Alonso, pese a no estar todavía garantizado el relevo del Mondeo, que afronta la recta final de su vida en el catálogo de modelos de la empresa, que abandonará en 2022.

«Hemos tenido dificultades, sobre todo por el diésel, y hay que ir compensando los problemas», reconoce; al tiempo que apunta al desarrollo de alianzas con otras marcas como alternativa a algunas de esas dificultades a las que se enfrenta, «como se ha hecho en el pasado con Volkswagen». Y es que, como se anunció en junio, ambas compañías realizarán modelos comerciales de forma conjunta, aunque están por definir los detalles.

La compañía tiene previsto desarrollar vehículos comerciales junto a su competidor Volkswagen

Precisamente la factoría de Almussafes inyectó en la planta valenciana una inversión de 2.300 millones entre 2011 y 2015 para adecuarla a la producción de vehículos de mayor tamaño, tras lo que incorporó los modelos de furgoneta Transit y Tourneo Connect y más tarde el Mondeo y los Vignale, Galaxy y S-Max.

Sobre los aranceles y la guerra comercial de EE UU, Alonso destacó que «hablar de barreras no es positivo», pero aseguró que, «de momento, no ha afectado a Almussafes».

Estas declaraciones se han realizado en el acto de cesión a la Generalitat de ocho unidades de Tourneo Custom para el transporte de usuarios de servicios sociales. En el acto, la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Política Inclusiva, Mónica Oltra, está esperanzada en que la colaboración del Ejecutivo con la factoría permita mantener el empleo, la producción y la proyección internacional. En ese sentido recordó el convenio aprobado en el último Pleno del Consell por el que se concedió cuatro millones de euros a la empresa para el desarrollo de vehículos eléctricos y la mejora de la sostenibilidad en la fabricación del modelo Kuga.

En todo caso, todo está aún por ver, ya que no será hasta el 9 de octubre que la multinacional Ford celebre una reunión en Colonia (Alemania) con los representantes del comité de empresa europeo para presentar el plan que «reajustar el negocio». Este tipo de planes «nunca son para anunciar bonanza», apunta el delegado de UGT el comité de empresa de la planta de Almussafes, Carlos Faubel.

La convocatoria llega tras un año de pérdida de ventas y después de que la dirección valenciana plantee el cierre de la factoría durante una o dos jornadas para no generar más nuevos excedentes. La intención de la dirección es aprovechar los días entre las festividades del 9 y el 12 de octubre, aunque podría quedarse en uno.

La decisión se tomará la última semana de septiembre y la voluntad de la compañía es tener el as del cierre en la manga para echar mano de él si, como todo parece apuntar, lo necesita. Igualmente, un cambio posterior en las necesidades puede hacer que las jornadas se recuperen más adelante, como se ha hecho en otras ocasiones.

La totalidad de los modelos que produce Almussafes ha registrado descensos en el primer semestre del año, frente a las cifras de 2017. El mayor desplome lo sufrió el S-Max, que redujo su fabricación un 44,19% hasta las 9.600 unidades, según fuentes sindicales. La causa está en los problemas de rentabilidad, debido al cambio de tendencia en el mercado, que prefiere los SUV frente a los monovolúmenes. Además, dos plantas compiten con ese modelo, ya que los fabrica tanto la planta valenciana como la alemana de Saarlouis.

También perdió un porcentaje relevante el Galaxy, del que salieron en los primeros seis meses del ejercicio 7.300, un 27,72% menos que en la primera mitad del pasado año. Sin embargo, es el tercero que más se ha visto afectado por la menor demanda el que genera más inquietud. Se trata del Kuga, que supone la mitad de la generación de unidades de Almussafes y que ha visto recortada su fabricación en un 20%, hasta los 80.000. No ayuda que la Connect se mantenga con 56.800 vehículos tras caer un 6,12%, ya que está en el aire la sustitución del Mondeo, el tercero en producción con 29.100 vehículos y una bajada del 14,41%.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios