Europa busca su lugar en el nuevo tablero geopolítico global
El Foro Cajamar de Geopolítica reunió ayer en el Palau de les Arts de Valencia a expertos y empresarios para analizar cómo afrontar los desafíos geopolíticos y económicos
Carlos Nieto
Viernes, 24 de octubre 2025, 06:00
El Auditorio Martín i Soler del Palau de les Arts Reina Sofía acogió ayer jueves el Foro Cajamar de Geopolítica, una jornada que reunió a expertos, académicos, empresarios y representantes institucionales para reflexionar sobre el papel de Europa ante el nuevo contexto internacional. Bajo el título 'Europa ante el cambio global. Consecuencias para la competitividad de la empresa española', el encuentro puso sobre la mesa los desafíos que afronta el continente en materia económica, energética y estratégica, en un momento de profundas transformaciones globales.
Organizado por el Grupo Cooperativo Cajamar, el foro quiso fomentar el debate y el pensamiento crítico sobre los grandes temas de actualidad internacional, con el objetivo de ofrecer claves para que las empresas puedan adaptarse a un escenario en constante evolución. Desde primera hora de la mañana, directivos y profesionales del ámbito económico y político llenaron el auditorio del coliseo valenciano en una jornada que combinó la reflexión con una mirada práctica sobre la realidad empresarial.
Equilibrio internacional
El encuentro comenzó a las 9.30 horas con una recepción que sirvió de punto de encuentro para los más de 400 asistentes. A las 10 horas, Bernabé Sánchez-Minguet, presidente de BCC-Grupo Cajamar, inauguró oficialmente la jornada subrayando el compromiso de la entidad con la creación de espacios de análisis sobre los temas que influyen directamente en la economía real.
Sánchez-Minguet recordó que está a punto de cumplirse un año desde la dana que azotó Valencia, una herida en la ciudad que dejó graves daños pero también una ola de solidaridad y cooperación. Puso en valor el papel de las instituciones cooperativas, «comprometidas con las personas y el territorio», y subrayó la importancia de anticiparse a los riesgos para minimizar su impacto. «No podemos controlar la fuerza de la naturaleza, pero sí tenemos la capacidad y los recursos para evitar que los destrozos y las pérdidas humanas se repitan», afirmó. También aludió a un contexto global marcado por la incertidumbre y el ascenso de nuevas potencias: «Avanzamos hacia un mundo multipolar, con nuevos riesgos y oportunidades, y necesitamos compartir ideas y experiencias para entender cómo adaptarnos». Con esas palabras, el presidente de BCC-Grupo Cajamar dio paso al bloque de ponencias internacionales, que abrió el debate sobre los grandes equilibrios de poder y las tensiones que están reconfigurando la economía mundial.
Nueva disputa global
El primero en intervenir fue Robin Niblett, exdirector de Chatham House y una de las voces más reconocidas en relaciones internacionales. Su ponencia, titulada 'La nueva guerra fría: cómo la disputa entre Estados Unidos y China dará forma a nuestro siglo', analizó el enfrentamiento entre las dos grandes potencias y su impacto en la estructura del poder global.
«Estamos ante una nueva guerra fría, una competición económica y tecnológica que está redefiniendo el equilibrio mundial», explicó Niblett, advirtiendo de que Europa deberá definir una estrategia propia si no quiere quedar relegada a un papel secundario. A su juicio, el continente debe reforzar su autonomía estratégica, tanto en defensa como en sectores clave como la energía o la inteligencia artificial. «A corto plazo dependemos de Estados Unidos, pero debemos aprovechar ese tiempo para construir una posición más independiente y preparada para el futuro», añadió.
A continuación intervino Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social de España, quien centró su conferencia en 'El papel de la Unión Europea en un mundo polarizado'. Costas advirtió de que el auge de los nacionalismos y la fragmentación política internacional están poniendo a prueba los valores fundacionales de la UE. «Estamos ante una crisis óptima: lo bastante intensa para obligarnos a reaccionar y reforzar nuestras capacidades, pero no tan grave como para destruirlas», afirmó, defendiendo que la fortaleza de Europa reside en su capacidad de actuar unida.
Conflictos y cooperación
El profesor Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, ofreció después una mirada realista pero esperanzadora sobre las tensiones internacionales bajo el título '¿Es posible un mundo sin conflictos?'. «El objetivo no es acabar con los conflictos, sino aprender a resolverlos sin violencia», afirmó, destacando el papel de la cooperación multilateral y la diplomacia.
Analizó el papel de la OTAN, la UE y otros organismos internacionales en un escenario donde las guerras híbridas, la ciberseguridad y el control de los recursos estratégicos son factores determinantes. A su juicio, la estabilidad global dependerá de la capacidad de los Estados para reforzar las instituciones multilaterales y recuperar la confianza en la cooperación.
Tras una breve pausa, el público disfrutó de un interludio musical a cargo del tenor Joaquín Cangemi, el barítono Bryan Sala y el pianista Cristián Arriaga, que interpretaron arias de Mozart y Donizetti. El recital aportó una nota de distensión y sirvió de preludio a la intervención de la exministra Ana Palacio, encargada de cerrar las conferencias.
Palacio subrayó la necesidad de que Europa asuma «con realismo y sin complejos» el nuevo contexto global, en el que la defensa, la energía y la economía «se entrelazan y desafían cualquier simplificación». Aseguró que la geopolítica «ha vuelto con fuerza» y que el continente debe decidir «si quiere ser actor o conformarse con ser escenario donde otros diriman sus diferencias».
Pidió una mayor colaboración entre el sector público y el privado, y advirtió que «Europa no puede competir con Estados Unidos o China sin empresas fuertes, pero tampoco sin instituciones que fijen objetivos claros y coordinen las reglas del juego». Defendió que la defensa debe entenderse como «una palanca para un tejido productivo más competitivo e innovador», y apeló al papel de España para afrontar «un tiempo de guerra, aunque no de paz», con liderazgo y confianza.
Compromiso
La clausura corrió a cargo de Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar Caja Rural, quien comenzó agradeciendo al público su asistencia y a los ponentes por «unas intervenciones brillantes que nos han ayudado a entender mejor cómo está el mundo». Invitó a los asistentes a extraer sus propias conclusiones del foro, aunque resumió la suya con un mensaje claro: «Tenemos que aprender a gestionar la incertidumbre; el riesgo lo conocemos, pero la incertidumbre es mucho más compleja».
Aun así, se mostró optimista: «Las empresas españolas se han profesionalizado enormemente, y eso nos da capacidad de anticipación y de adaptación». Recordó que España sigue creciendo por encima de la media europea y destacó el compromiso de Cajamar con la transferencia de conocimiento, a la que destina «un 10% de sus resultados». «No es una estrategia, es un propósito», afirmó.
Con esta cita, el Foro Cajamar de Geopolítica consolida su posición como espacio de referencia para el análisis de la geopolítica y sus implicaciones económicas, en un momento en el que Europa busca redefinir su papel en el nuevo tablero global.
Cinco líderes analizan los retos de un mercado mundial en transformación
Los encuentros 'uno a uno' entre representantes empresariales y directivos de Cajamar ofrecieron una mirada práctica sobre cómo las compañías afrontan los cambios del comercio internacional. El consejero delegado de Vidres, Joaquín José Font de Mora, destacó que la cerámica es «uno de los sectores más internacionalizados y competitivos de la economía española», con el 72% de sus ventas en más de 180 países. Advirtió que el encarecimiento del gas «ha puesto a prueba la resistencia del sector», y defendió seguir apostando por la eficiencia y la digitalización. La consejera delegada de Dacsa Group, Araceli Císcar, abordó el impacto del Brexit y la guerra en Ucrania en la logística agroalimentaria, y reclamó «un marco más ágil y menos burocrático» en Europa. Por su parte, Antonio Luque, presidente de Dcoop, defendió que «Europa debe decidir si quiere seguir produciendo alimentos o depender del exterior» y alertó de que la UE «a veces protege más al automóvil que al campo». El presidente de Boluda Corporación Marítima, Vicente Boluda, reclamó que las administraciones «crean más en los empresarios» y aceleren el Corredor Mediterráneo, «clave para la competitividad del país». Finalmente, Enrique Polo de Lara, vicepresidente de Salesforce España, instó a reforzar las fortalezas tecnológicas europeas y advirtió que «ninguna empresa puede defenderse sola; la colaboración es la mejor defensa en un mundo interconectado».