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VICENTE LLADRÓ
Jueves, 14 de febrero 2019, 00:59
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valencia. El pleno de Les Corts aprobó ayer al fin, por unanimidad, la Ley de Estructuras Agrarias, un ambicioso texto legal muy esperado en el sector agrario valenciano que está llamado a ser uno de los principales ejes de futuras actuaciones de la Generalitat para dinamizar el campo y aprovechar mejor su potencial.
La nueva ley pretende poner en marcha instrumentos normativos y exenciones fiscales que movilicen el mercado de la tierra, para propiciar la recuperación de cultivos que se abandonaron, superar las limitaciones históricas del minifundismo y facilitar que se generen explotaciones suficientemente dimensionadas y viables por diversos caminos, mediante iniciativas individuales o colectivas.
Se trata de una ley que ha tenido un largo proceso de tramitación jurídica y parlamentaria, por la amplitud y complejidad de los asuntos que trata, lo que ha retardado su aprobación. Fue uno de los temas estrella del programa electoral agrario del PSPV-PSOE en las últimas elecciones autonómicas (también en las dos anteriores), que ha podido salir adelante por la alianza de gobierno con Compromís, cuenta con un amplísimo consenso técnico, profesional y político, y finalmente ha gozado de la aprobación unánime de todos los grupos representados en Les Corts, lo que augura solidez y larga vida, por encima de alternancias en la Generalitat.
La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, dijo ayer que esta ley es básica «para abordar cambios en los fundamentos que el sector productivo agrario valenciano requería desde hace tiempo y que le fortalecerán frente a crisis como la citrícola».
Muchos de sus artículos necesitarán posteriores desarrollos normativos (decretos, órdenes, reglamentos....) para ponerlos en marcha de forma efectiva, sobre todo en lo referente a la red de oficinas gestoras de tierras, agentes dinamizadores, calificación de parcelas infrautilizadas, procedimientos de cesión, entidades de cultivo en común, etc. Sin embargo algunos apartados entran en vigor directamente. Francisco Rodríguez Mulero, secretario autonómico de Agricultura, señaló entre estos últimos las exenciones de impuestos de transmisiones, sucesiones y donaciones de fincas agrícolas en las que el beneficiario sea agricultor profesional. También permite afrontar ya reestructuraciones y permutas parcelarias y obras pertinentes que la Generalitat declare de interés general.
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