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Fachada marítima del municipio alicantino de Benidorm, uno de los que más tensiones muestra entre hoteleros y arrendadores. efe
Competencia se alinea con las viviendas turísticas y minimiza sus perjuiciosLos hoteleros de Benidorm, en pie de guerra por el control

Competencia se alinea con las viviendas turísticas y minimiza sus perjuiciosLos hoteleros de Benidorm, en pie de guerra por el control

Contradice a los expertos inmobiliarios negando que hayan encarecido el mercado y culpa al turismo en general del malestar de los vecinos

J. A. BRAVO/E. RODRÍGUEZ

MADRID/VALENCIA.

Martes, 14 de agosto 2018, 00:33

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La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) suele ser acusada desde algunos ámbitos de no utilizar la misma vara de medir para todos los sectores económicos. Informes como el publicado este lunes por el organismo que preside José María Marín Quemada pueden alentar esas críticas, al presentar en apariencia un sesgo muy favorable hacia una actividad cada vez más polémica como el alquiler de las llamadas viviendas turísticas y minimizar sus perjuicios.

El estudio, de 83 páginas de extensión, prácticamente da por hechas las supuestas ventajas de esa actividad económica -por ejemplo, «contribuir a una utilización más racional de los espacios urbanos»- y, por el contrario, pone más que en entredicho sus posibles efectos negativos. Para esto último no duda en contradecir, entre otros, a los expertos del sector inmobiliario, que llevan meses advirtiendo de que entre los factores que están encareciendo la vivienda -sobre todo en alquiler- se encuentra la profusión de inmuebles que se dedican casi de forma exclusiva a albergar turistas de paso. Para la CNMC, sin embargo, esas consideraciones «no cuentan con evidencia empírica robusta que respalde su magnitud». Claro que desde ese punto de vista tampoco los beneficios que el organismo ve en las viviendas con fines vacacionales contarían con dicha fortaleza.

Y es que llega a afirmar que, además de «aportar riqueza» en general, ayudan a «recuperar barrios tradicionalmente degradados en los centros urbanos». Pero diferentes asociaciones vecinales en ciudades como Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Valencia, entre las más afectadas por este problema, sostienen precisamente todo lo contrario.

No es el único punto en el que discrepan vecinos y Competencia, que afirma que ese tipo de inmuebles también «tienen un efecto positivo de arrastre sobre el comercio local y sobre el turismo». Aunque según la Confederación Española del Comercio (CEC), las pequeñas tiendas apenas notan esa mejora mientras que el 'lobby' turístico Exceltur, que representa a las grandes firmas del sector, critica que han provocado una «saturación» de visitantes en algunas zonas, llegando a crear «problemas de orden social».

«Poco fundamento»

«Cada vez es más un negocio y una actividad económica que debería ser regulada», denuncia el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, quien considera que la CNMC está «echando más leña al fuego» cuando ha recurrido ante los tribunales la normativa territorial en esta materia. La semana pasada lo hizo con los ayuntamientos de Madrid, Bilbao y San Sebastián, y meses antes ya realizó lo mismo con las leyes de varias comunidades autónomas.

Esas críticas no parecen afectar a los responsables de Competencia, que insisten en su tesis -la misma de Airbnb y HomeAway, las webs comercializadoras de este tipo de oferta- de que esas viviendas han impulsado «mejoras de las condiciones de la oferta» de los establecimientos «tradicionales», como hoteles. Eso, además de «intensificar la competencia, propiciando menores precios y mayor calidad».

Pero, ¿y las «molestias que se pueden producir» en los edificios donde conviven residentes y turistas? No las niega el regulador del libre mercado, aunque sostiene que «deben ser abordadas de la manera más proporcionada, probablemente utilizando otro tipo de normativa» como en otras ciudades europeas. Y es que, a su juicio, los efectos negativos atribuidos al crecimiento de esas viviendas «son, en realidad, consustanciales al conjunto de la actividad turística y precisan de un enfoque regulatorio global» sobre todo el sector.

Por eso, la CNMC pide a las diferentes administraciones que unifiquen criterios, al tiempo que eliminan «aquellas restricciones innecesarias y desproporcionadas». Por ejemplo, la limitación de las estancias de los turistas en esas viviendas, la prohibición de alquiler por habitaciones, su acotación por distritos, barrios o edificios y la regulación de precios.

La patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec) aseguró ayer que el recurso planteado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) contra la regulación de las viviendas turísticas de Bilbao, Madrid y San Sebastián «favorece la economía sumergida». La asociación critica que el órgano regulador haya cargado contra las tres primeras ciudades españolas que buscaban «controlar y limitar el 'tsunami'» de la hotelización de viviendas que, a su parecer, «se está extendiendo sin límite como consecuencia del desarrollo tecnológico de aplicaciones que permiten este tipo de transacciones y reservas sin control ninguno». Según la patronal hotelera, los responsables de la CNMC «se olvidan de que el alquiler turístico de viviendas y la 'hotelización' que se está haciendo de las mismas es una actividad económica» y, por ello, «no se puede desarrollar en cualquier lugar y sin ninguna condición, limitación o exigencia».

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