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Jaume Ponsarnau pide calma durante un partido en la Fonteta :: EFE/ Miguel Ángel Polo
Ponsarnau «Sergio Rodríguez me decepcionó, había otros clubes con la misma sensación, que lo tenían atado»

Ponsarnau «Sergio Rodríguez me decepcionó, había otros clubes con la misma sensación, que lo tenían atado»

El técnico taronja se abre: «Siento un poco de ninguneo sobre mi figura pero no me hace perder ni un segundo de mi trabajo y de mis pensamientos»

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Domingo, 8 de diciembre 2019, 23:38

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El camino de Jaume Ponsarnau (Tàrrega, 1971) no está siendo de rosas desde que se hiciera cargo del banquillo del Valencia Basket en verano de 2018. En su primera temporada un épico triunfo en Belgrado cambió su suerte para acabar levantando el séptimo título de la historia del club. En la segunda llega a las puertas de Navidad con un equipo en construcción hacia un modelo de juego.

–¿Se esperaba un inicio con 15 derrotas en 25 partidos?

–Nunca te esperas algo así pero sabíamos que podía pasar conociendo el nivel de los equipos contra los que estamos jugando, en la ACB y en la Euroliga. En verano no conseguimos hacer el equipo que en un principio queríamos y eso nos condicionó. El que al final pudimos hacer, y nos gusta, es un equipo que necesita crecer, que de entrada no tenía la calidad competitiva necesaria para jugar contra muchos rivales pero que sí que tenía la capacidad de aprender. Se está confirmando porque no hay ninguna duda de que el equipo está mejorando.

–Habla de que ve a su equipo mejorado. ¿En qué porcentaje está del nivel que cree que puede dar?

–Creo que estamos a un 60%. Esto quiere decir que tenemos un margen alto de mejora y todo pasa por acercarnos a competir mucho mejor en los partidos. Hemos perdido muchos de muy poco. En la Liga Endesa somos el tercer equipo más valorado y tenemos seis derrotas, eso significa que generamos juego pero hemos perdido demasiados partidos justos. Estamos mejorando y ahora hay que ser consistentes para saber llegar siempre a los últimos minutos con opciones y jugarlos mejor.

–Al último técnico que no metió al Valencia Basket en la Copa (Paco Olmos, 2012) le costó el puesto. Es un objetivo obligatorio.

–La ambición del Valencia Basket es ser el mejor equipo que se pueda en todas las competiciones y no clasificarse para la Copa sería un revés importante. Lo que no sé es si en ese año el equipo jugó en la Euroliga más dura de la historia y en la ACB más dura desde Marc Gasol. Todo se tiene que poner en contexto.

–Se ha hablado mucho de sus 'cambios de balonmano'. ¿Jugó con fuego en aquellos partidos de máxima tensión en la Fonteta?

–Los entrenadores estamos para tomar decisiones y cuando las cosas no van bien tienes que hacerlo. Todos tenemos en mente el partido contra el Gran Canaria, las cosas no iban bien y la situación, independientemente de para quien iban los silbidos en cada cambio, era una situación extraña e incómoda para los jugadores. Ese día no encontramos un feeling bueno, ni con la grada ni entre nosotros. Por eso perdimos. Malo sería tener un entrenador que con el fin de que no se enfade el público no quiera hacer cosas para intentar ganar un partido.

–¿Si dependiera de usted haría algún retoque en la plantilla, algún corte y fichaje?

–Cuando estaba en el Manresa, donde no teníamos a los mejores jugadores, aprendí que tienes que creer al máximo en los jugadores que tienes si se lo merecen. Si piensas en lo que no tienes y no trabajas con lo que tienes entras en un bucle negativo. Ahora que en Valencia tengo mejores jugadores más aún, creo al máximo en la plantilla que tengo.

–Motum fue el descarte técnico en Fuenlabrada y su rendimiento está siendo muy pobre. ¿Le preocupa esta situación?

–La realidad es que en los momentos que ha tenido no le están saliendo las cosas y por supuesto que me preocupa. Con Motum hay un problema añadido que es cultural, de adaptarse a una filosofía de juego y de ser un equipo de catorce con todo lo que supone. Reconozco que estamos encontrando dificultades, lo he intentado y he perseverado para que tenga opciones pero es cierto que estamos en un punto donde los resultados no son buenos.

–¿Es inviable un movimiento de salida con el australiano?

–En el momento en el que yo plantee cosas en el club de corte estaré dejando de creer en los jugadores que tengo. Creo en los jugadores que tengo y voy a intentarlo y perseverar si se lo merecen.

–¿Todavía estamos en ese punto?

–Sí.

–¿Se equivocó en el reparto de roles de Abalde y Marinkovic en el arranque de temporada?

–Abalde y Marinkovic arrancaron como titulares y más allá de que no ganábamos no estaban jugando bien. Tuvimos que mover el equipo porque entendimos que teníamos que agarrarnos en ese momento a otros jugadores. Al final han vuelto a entrar con confianza y creo que hemos acertado en los tiempos. Han entrado con mucha fuerza.

–¿Le molesta que se diga que usted es un buen segundo entrenador pero un mal primero?

–En la ACB he sido más tiempo primer entrenador que segundo. No quiero defenderme de esta argumentación, que la gente opine lo que quiera. El año pasado conmigo de primer entrenador ganamos la Eurocup, conseguimos la tercera plaza de la Liga Endesa y la clasificación para la Euroliga.

–¿Siente un poco de ninguneo sobre su figura?

–Sí pero no me hace perder ni un segundo de mi trabajo ni de mis pensamientos. Es lo que hay y ya está. Lo que realmente me sirve es estar centrado en mi trabajo que al final es lo que sé, por experiencia, que es lo que sirve. La prueba más inmediata es lo que ocurrió la temporada pasada. Ni me planteo si soy querido o no, mi objetivo es que mis jugadores se sientan queridos.

–¿Ayuda que el club siga ofreciendo contratos de un año a los entrenadores? Si la confianza se mide con contratos sigue siendo más de jugadores que de entrenadores.

–No sé si ayudaría o no el tener un contrato más largo lo que sí que sé es que esta realidad es implanteable en Valencia a nivel de filosofía. Lo que tienes que hacer es no ir contra cosas que están muy instauradas y que son parte de la idiosincrasia del club. Tienes que entender que hay que conseguir aunar a los jugadores hacia una idea donde el entrenador no puede ser el protagonista sino que tienen que ser los jugadores. Soy un entrenador que se adapta a esta idea porque soy muy consciente de esta realidad.

–¿Qué error suyo reconoce en lo que va de temporada?

–No es cuestionable la autocrítica que he tenido desde que soy el primer entrenador del Valencia Basket porque soy el primero que ha asumido que he tomado decisiones en las que no he acertado. En el proceso de ser un equipo de catorce no acerté empezando la casa por el tejado, intentando dar entrada a todo el mundo y no construir primero con roles de experiencia. No acerté pero lo hemos reconducido.

–¿Cómo es su relación con sus jefes, Paco Raga y Chechu Mulero?

–Creo que es correcta, cordial, con momentos donde es muy buena y otros donde no lo es tanto. Siempre creo que ha sido, y es, franca y con respeto hacia mi trabajo. Llevamos un tiempo juntos y entiendo que, más allá de lo profesional, hay lazos personales.

–¿Siente que sus jugadores le han salvado del despido en varias ocasiones desde que está en el cargo?

–Siento que ha sido entre todos. Está claro que los jugadores han demostrado implicación en lo que hacíamos, voluntad en hacer las cosas y esforzarse al máximo pero también ha habido alguien que ha querido identificar esta situación y decidir que siga en el cargo de entrenador.

–¿Hay un porcentaje de egoísmo en los jugadores, el de pensar que viene un entrenador de látigo?

–No lo sé, eso lo tendrían que responder ellos, pero el mundo del deporte está cambiando. El análisis científico es trascendental, también en los entrenamientos. Después de una temporada y media como primer entrenador no hemos tenido que cambiar a ningún jugador por lesión larga. Hay alguna cosa, a nivel de coherencia, que se está haciendo bien en el trabajo. Lo ven los jugadores y lo valoran. Ven sensatez y que es una idea buena para jugar el máximo de partidos.

–¿El modelo duro, el balcánico, está pasado de moda en Europa?

–Que un entrenador grite mucho es antiguo y ya no toca. Lo que quieren los jugadores es ir a un sitio donde puedan desarrollar sus capacidades y trabajar con la convicción de estar con alguien que cree en ellos.

–¿Le decepcionó Sergio Rodríguez este verano?

–Sí, me decepcionó. El jugador y su entorno. Estamos decepcionados porque la sensación que tenemos con su fichaje es que otros equipos también pensaban que lo tenían. La decepción más importante es que creo, por lo que he percibido, que había otros clubes con la misma sensación que nosotros, que era que ya lo teníamos atado.

–¿Es decir que se sintieron parte de una estrategia para conseguir un contrato más alto en otro club, en este caso el Armani Milán?

–Sí, exacto.

–Suena duro, por ser suave.

–Estamos en un mundo donde la especulación es parte de él en las negociaciones del verano para que los agentes intenten que sus jugadores ganen el máximo dinero posible. En el caso concreto de Sergio Rodríguez creíamos que había un acuerdo con él, por todos los indicios, y de repente nos encontramos que no. Lo más sorprendente es que había más gente con las mismas sensaciones que el Valencia Basket.

-¿Ha tenido opinión en la rescisión de contrato de Sergi García?

-En una decisión de este estilo, sobre un jugador que tenía contrato hasta 2021, no tengo que entrar pero sí que he estado informado.

-¿Preocupa en el club que explote en Vitoria y se vuelva en contra la decisión?

-Sergi (García) va a haber un momento que va a explotar porque tiene el talento y las virtudes para poder hacerlo pero el Valencia Basket, el club, tiene que estar por encima. Entre todos no hemos conseguido que diera ese paso aquí y lo mejor, estoy de acuerdo con la decisión, era buscar una salida. Este club aspira a lo más algo y muchas veces tiene que moverse en el corto plazo.

-Brizuela firmó la oferta de 600.000 euros del Valencia Basket que igualó el Estudiantes. Ha acabado traspasado al Unicaja. ¿Lo entiende?

-Al jugador se le ha abierto esta posibilidad durante la temporada porque hay cosas importantes además que el dinero. Más allá de la valoración que podamos hacer de cómo ha actuado el Estudiantes lo que veo es que el jugador ha querido salir y Málaga es un destino donde no hay tantos jugadores en su posición como en Valencia. Es un jugador que hemos querido tener tanto y tenemos un punto de decepción.

-¿Es compatible aceptar una licencia de la Euroliga en el caso de que llegue con la defensa de los méritos deportivos que siempre ha realizado el Valencia Basket?

-No puedo opinar sobre algo que ha pasado en los años donde no he estado dentro pero el plan de la Euroliga es compatible con la filosofía del club, con un movimiento de ascensos y descensos desde la Eurocup. Es algo que entra en la lógica del Valencia Basket y no le hace perder coherencia. Lo que es innegable es que la Euroliga va a un escenario, el Valencia Basket tiene la máxima ambición y todo pasa por ser uno de esos equipos que estén siempre disputando el torneo.

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