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Labeyrie defiende a Mirotic. EFE
Supercopa basket | El Valencia Basket cae y el Barça estará en la final de la Supercopa

Sin final y con gran malestar

El Valencia Basket roza la victoria ante el Barça con un Marinkovic estelar y acaba desquiciado con la labor arbitral

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Sábado, 21 de septiembre 2019

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Arranca la semifinal de la Supercopa Endesa que enfrenta al Barça Lassa y al Valencia Basket en el WiZink Center a las 18:30 horas.

Primer título de la temporada de baloncesto que puede lograr el conjunto taronja pese a la dificultad de tener al Barça como rival. Los de Jaume Ponsarnau llegan a la competición con la plantilla completa tras el Mundial y con ganas de repetir la hazaña que les hizo campeones en 2017.

El técnico del Valencia Basket cuenta con los fichajes Jordan Loyd, Maurice Ndour, Marinkovic, Motum y el campeón del mundo Quino Colom. También con Abalde, Louis Labeyrie que fue medalla de bronce en el Mundial con Francia, Van Rossom, Mike Tobey, Dubljevic, Guillem Vives, San Emeterio, Sastre y Doornekamp.

Svetislav Pesic tendrá en sus filas a: Pangos, Malcolm Delaney, Pau Ribas, Kuric, Abrines, Hanga, Víctor Claver, Higgins, Smits, Pierre Oriola, Mirotic, Putovyi, Ante Tomic y Davies.

A las 21 horas se juega la otra semifinal entre el Real Madrid y el Montakit Fuenlabrada.

Sigue minuto a minuto la semifinal de la Supercopa en lasprovincias.es.

LA PREVIA de J.C. Villena

La Supercopa Endesa siempre supone el arranque del calendario oficial en España y, en esta ocasión, el símbolo de la máxima compresión de las fechas ha llegado casi con el solapamiento con la presentación oficial de la Liga, que se celebró ayer en el WiZinc Center a tan sólo 22 horas de que el balón vuele por primera vez en la primera semifinal, que enfrentará al Valencia Basket y al FC Barcelona. El frenesí ha obligado a los equipos a llegar casi con las etiquetas puestas en las nuevas equipaciones de fichajes y mundialistas y en ese escenario de pronóstico incierto es donde quiere pescar, sin complejos, el conjunto taronja la opción de disputar por tercera vez la final.

La última vez que los valencianos jugaron la Supercopa levantaron el trofeo de campeón, que este año cambia en su diseño. Fue en la edición de 2017, en Las Palmas, en lo que fue la antesala, también, de la última participación en la Euroliga. El deseo en la expedición de la Fonteta, que viajó ayer a Madrid con los catorce jugadores de su plantilla, es repetir lo ocurrido en el primer torneo pero realizar una mejor participación en la Copa de Europa, donde tendrá que quedar entre los ocho primeros si quiere disputar la siguiente edición.

Ponsarnau estrenará fondo de armario, las famosas rotaciones, dejando fuera de la lista a Quino Colom, algo previsto puesto que ha sido el último en incorporarse con el equipo después de ganar hace menos de una semana el Mundial de baloncesto, y de Maurice N´Dour. Aquí si que ha tenido que variar el cuerpo técnico la previsión inicial puesto que Labeyrie, medalla de bronce con Francia en la cita mundialista, iba ser el segundo descarte. La lesión del africano, con un fuerte golpe en el bíceps del brazo derecho en el amistoso de Albacete ante el UCAM Murcia y cuyo hematoma aumentó en los últimos días, ha activado al galo para la Supercopa.

El gran foco de atención en el Barcelona será Nikola Mirotic. Uno de los fichajes del verano en el baloncesto europeo y que convertirá al equipo de Pesic, que también cuenta con nuevas armas de máximo nivel como Higgins, Delaney, Davies o Abrines (aunque el español no disputará el torneo) para convertirse en un claro favorito para luchar por el triplete. Esa es la presión con la que tendrá que convivir el conjunto catalán toda la temporada puesto que su plantilla recuerda, para alegría de Pesic, a la que tuvo el balcánico para arrasar con todos los títulos en juego en la campaña 2002-2003.

El Valencia Basket tratará de explotar el trabajo ya consolidado como bloque para intentar frenar la calidad individual de un Barcelona que en los partidos de pretemporada, como es lógico, se ha basado más en el potencial de sus jugadores que en el trabajo colectivo. A los de Pesic le ha costado ganar los partidos de preparación más allá de contar con las bajas de los mundialistas o de tener que cubrir la grave lesión de Heurtel. Sus tres victorias en cuatro partidos, el mismo balance que su rival taronja, llegaron con un margen muy corto (85-87 ante el Joventut, 92-93 frente al MoraBanc y 77-80 ante el Obradoiro). Mucho esfuerzo para ganar a rivales inferiores sobre el papel.

Pau Ribas, con molestias arrastradas desde la final del Mundial, será baja en el Barcelona mientras que Oriola y Claver, los otros dos jugadores de oro de la plantilla blaugrana, sí que han entrado en el róster con el que disputará el conjunto catalán el torneo. La fortaleza en el juego interior será una de las claves de un choque en el que Ponsarnau tendrá la baja sensible de N´Dour, que tiene que tener un papel predominante en este tipo de rivales a lo largo de la temporada, y donde el conjunto de la Fonteta, que estará arropado en las gradas del Palacio de los Deportes por más de un centenar de seguidores que saldrán hoy a primera hora en dos autobuses, tratará de evitar que el Barcelona corra desde su buena defensa, puesto que cuando lo ha conseguido es cuando ha dado un mejor nivel de juego en la pretemporada.

El conjunto catalán llega a la Supercopa motivado puesto que es un torneo que se le resiste (su último título llegó en 2015) y porque quiere tener la opción, la segunda semifinal la disputarán el Real Madrid y el Fuenlabrada, de cerrar la herida de la pasada final de la ACB si logran tumbar al Valencia Basket y los fuenlabreños no consiguen la campanada. El balance global de los dos equipos en la Liga Endesa es de 48-25 pero los taronja se llevaron el último duelo (72-78 en el Palau). Hoy quieren repetir.

Los errores propios y un arbitraje desconcertante, hay que desempolvar la hemeroteca para comprobar la última vez que un equipo terminó un partido con 14 faltas (4 en el último cuarto) con la agresiva defensa que el Barça puso ayer sobre la pista,

Fue el partido de las mil lecturas. Algunas propias de la pretemporada, este torneo con el Mundial finalizado hace menos de una semana lo es, como las 20 pérdidas de balón del Valencia Basket. Muchas de ellas por la falta de entendimiento de compañeros como Labeyrie y Loyd que no se conocían hasta hace tres días. Ahí tienen un gran margen de mejora los de la Fonteta de cara al inicio de la Liga Endesa. Otra de ellas, seguro que hoy se seguirá hablando de ello, es el cambio de criterio con algunos contactos.

Barça Lassa

Pangos (5), Higgins (15), Claver (11), Mirotic (14) y Tomic (3) -cinco inicial-, Davies (6), Hanga , Smits, Oriola, Delaney (8) y Kuric (9).

71

-

65

Valencia Basket

Abalde (4), Van Rossom (7), Motum (10), Sastre y Dubljevic -cinco inicial-, Marinkovic (17), Loyd (7), Labeyrie (5), Tobey (9), Vives (3), San Emeterio y Doomekamp (3).

  • árbitros: Daniel Hierrezuelo, Carlos Cortés y Raúl Zamorano. Guillem Vives fue eliminado por cinco personales (m.40).

  • incidencias: Primera semifinal de la Supercopa Endesa disputada en el Palacio de los Deporte (Wizink Center) de Madrid ante 9.675 espectadores.

Más allá de la polémica arbitral, que la hubo, Vanja Marinkovic monopolizó los titulares en cuanto a los nuevos jugadores del Valencia Basket. El serbio se mostró en España, terminó aplaudido por la afición neutral presente en el WiZink Center, y fue de menos a más para acaba explotando en la segunda parte con su capacidad de enchufar triples imposibles desde más allá del arco. La cara negativa fue un feo gesto de su pie izquierdo que se torció produciendo un esguince. En caliente, el escolta pudo volver al partido pero se realizarán pruebas en Valencia para conocer el alcance de la lesión.

Los taronja se levantaron del primer golpe del Barcelona (13-8) gracias al trabajo defensivo para voltear el marcador con un parcial de 6-18 (19-26), con Vives controlando la situación a su antojo. El Barça, de la mano de Mirotic, recortó la diferencia al descanso (29-32) e inició el tercero con un parcial de 11-0 (40-32), con unos buenos minutos ofensivos de Claver y Mirotic, para volver a meter la presión al equipo que ayer actuó de visitante.

El desgaste físico de una defensa a la que no le pitaban faltas, los taronja lanzaron sus únicos dos tiros libres del partido en el minuto 35, se hizo notar en el momento en el que Marinkovic descargó por última vez desde el triple. Los pequeños detalles, y el tono que aún no tienen puntales como Dubljevic o San Emeterio, decidieron la semifinal de la Supercopa.

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