Brad Branson, uno de los primeros mitos del Pamesa Valencia

Brad Branson (Illinois, 1958) está de visita estos días en Valencia para, entre otras cosas, reencontrarse con su hija Natalia, que en la actualidad trabaja en la entidad de la Fonteta. El americano, séptimo en partidos ACB, sexto en puntos totales y tercero en rebotes de la historia del club, llegó al entonces Pamesa en 1988 convirtiéndose en uno de los primeros mitos de la historia de la entidad. Un fichaje de campanillas puesto que venía del Real Madrid, donde el regreso de Fernando Martín le cerró las puertas. Aunque Lolo Sainz intentó retenerlo, una charla con los hermanos Roig (Juan y Fernando) le sirvió para tomar la decisión que cambió su vida personal, puesto que tres años después nació su hija valenciana. Branson, que jugó seis temporadas en el Pamesa, se volcó siempre con los niños en su etapa en Valencia. A alguno de ellos, que se acercaban a la Fonteta a ver los entrenamientos, les regalaba entradas para los partidos si le demostraban, con el boletín de notas, que aprobaban en el colegio. Consciente de que debía devolver a la ciudad parte del cariño que recibía, no dudó en montar un torneo de baloncesto para personas con necesidades especiales que hoy en día se ha convertido en más grande en Europa con más de 2.000 participantes. En Valencia formó una mítica pareja interior junto a Micheaux, que ahora vive en Houston y con el que mantiene contacto, y en la actualidad se dedica al mundo de la comunicación. En una de sus anteriores visitas a la ciudad destacó la importancia de la formación académica de los jugadores jóvenes, además de ponderar el trabajo de cantera en L'Alqueria.