Borrar
Esteban Alert y Andreu Casadevall posan en la entrada de 'Alquería. Jesús Signes
Los alquimistas de L'Alqueria
Baloncesto | Valencia Basket

Los alquimistas de L'Alqueria

El Valencia Basket confía en la experiencia de Andreu Casadevall y Esteban Albert para pulir el talento de la cantera en su ciudad deportiva

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 17 de septiembre 2017

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El sueño de L'Alqueria del Basket se convertirá en realidad el próximo miércoles 27 de septiembre, cuando se alce el telón de la ansiada Ciudad Deportiva del Valencia Basket, pero para que todo llegue a la cita con la agenda cuadrada el trabajo en la sombra se ha acelerado durante el verano. Andreu Casadevall y Esteban Albert no pueden esconder en su rostro la satisfacción por tener sobre sus hombros la responsabilidad de pulir a los diamantes del futuro. A esos jugadores y jugadoras que saldrán de L'Alqueria y que, como toda 'fábrica de talento' que se precie, en un porcentaje a determinar darán el salto a profesionales. Casadevall será el coordinador masculino de la cantera y Albert el femenino, aunque su labor irá más allá de los jugadores. El Valencia Basket redoblará bajo el manto de su nuevo cuartel general la formación de entrenadores, con charlas abiertas a todos los técnicos de la Comunitat, y de niños y niñas externos al club, con jornadas de trabajo de puertas abiertas. Los deportistas que jueguen bajo el sello de L'Alqueria contarán con un gabinete pedagógico puesto que no hay que olvidar que, antes que deportistas, serán estudiantes. Formar personas.

"Es un sueño que le gustaría tener a cualquier entrenador", resume Casadevall, que tiene claro que la inversión de la obra que acompaña con la mirada mientras se expresa tiene aparejada una responsabilidad: "Ahora lo que hay que intentar es sacarle rendimiento y provecho a esta magnífica instalación". Uno de los avances de la nueva estructura taronja de cantera es la equiparación del masculino con el femenino. Algo que no pasa desapercibido para Esteban Albert. El de Ontinyent siempre ha sido uno de los referentes del baloncesto femenino valenciano y, tras la desaparición del Ros Casares, considera que el punto actual de cocción es la mejor semilla para volver a recuperar ese motor: "Lo único que se perdió es el referente arriba. La cantera se mantuvo en su momento hasta que el Valencia Basket se hizo cargo de esos equipos del Ros Casares. En Valencia siguieron adelante el resto de buenas canteras femeninas, como la del Claret, con lo que a nivel de formación el nivel siempre ha sido alto pese a perder esa referencia. Gozamos de buena salud y ahora queremos que se recupere ese referente que es cierto que se perdió. El club ha dado un paso adelante para conseguirlo". Ese siguiente paso será luchar por el asenso a la Liga Femenina por méritos deportivos.

El primer equipo tendrá un contacto directo con la base

Todos los jugadores que han salido de la cantera del Joventut, como el caso de Guillem Vives o Abalde en el actual Valencia Basket, destacan en las entrevistas que uno de sus mejores recuerdos era el contacto desde pequeños con los miembros del primer equipo, a los que se cruzaban por las pistas. En L'Alqueria entrenará el conjunto de Vidorreta cuando la Fonteta esté utilizada por algún evento. Albert recuerda alguna iniciativa histórica de la entidad para que los chavales tuvieran ese contacto: «Ha habido años donde se han disputado ligas internas. Los equipos de cantera estaban apadrinados por jugadores del primer equipo y pasaban por las naves por la tarde a hacerse alguna foto con su equipo o ver un entrenamiento de los chavales».

"El objetivo de L'Alqueria es que sea un polo generador de baloncesto a todos los niveles", destaca el valenciano "porque queremos que haya jugadores y jugadoras que lleguen a la máxima categoría pero sobretodo que L'Alqueria en sí sea un generador de baloncesto no sólo para Valencia Basket sino para todos los clubes y el baloncesto valenciano en general, tanto a nivel de jugadores como entrenadores". Uno de los temores del baloncesto base de la Comunitat cuando se anunció el proyecto era que se iban a ver afectadas algunas canteras. Casadevall se muestra rotundo para acabar con ese mito: "Con los niños y niñas que tenemos en la cantera y la escuela ya copamos todas las franjas horarias de la tarde. Si abriéramos las 24 horas del días tendríamos a 2.000 jugadores pero eso es imposible. Como todo club, puedes trabajar de cinco y media de la tarde a diez y media de la noche. Ahí nos caben en L'Alqueria los equipos que tenemos". Es decir, la temporada 17-18 el Valencia Basket tendrá los mismos equipos y jugadores en su base, 49 y unos 500 deportistas. El catalán, además, da otra visión sobre lo que supondrá el reagrupamiento dentro de la Ciudad Deportiva: "Hemos dejado libres otras instalaciones que otros clubes van a poder aprovechar para crecer con sus equipos. No se ha puesto el freno a nada en Valencia". Albert asiente, dando validez al argumento: "La primera idea que tenemos no es crecer en cantidad sino en calidad. Llenar la instalación no es una necesidad porque ya nace llena de actividad. Antes teníamos equipos que, por ejemplo, tenían que entrenar a media pista".

El caso del que fuera el entrenador que llevó al Llíria al ascenso a la ACB en 1991 es curioso. En 1995, como técnico del Somontano Huesca, descendió al Pamesa. Más de dos décadas después, será el máximo responsable para el surgimiento del nuevo Nacho Rodilla o Víctor Luengo: "Hay veces que das un paso atrás para poder dar dos hacia delante. Otros clubes en un descenso lo dan todo por perdido pero aquí se aprendió de los errores y se salió adelante. La vida da muchas vueltas y soy un hombre de baloncesto. Muchas veces me decía que si me llegara la oportunidad de dirigir una cantera grande no me lo pensaría. Siempre he tenido muchas inquietudes por mejorar el baloncesto valenciano, desde que realizábamos el Campus del Camp de Túria".

El número de equipos de cantera y de deportistas no crecerá en la temporada 17-18

En la mente de Casadevall, que desarrolló en verano el Campus de Entrenadores de Aíto en la Fonteta, está potenciar esas actividades: "Vamos a tener una formación continua. Cada mes vamos a dar una o dos charlas en las que traeremos a gente especializada en trabajo de cantera y nuestro proyecto es intentar abrir a todos los entrenadores valencianos que puedan asistir y compartir ese trabajo, para tener todos los puntos de vista". Otro de los objetivos internos es que se deje de hablar de género a nivel de cantera. Albert pone un ejemplo claro: "El gran paso que ha dado el club con el femenino es que ha dejado de tener apellido con eso. El Valencia Basket es un club de baloncesto. En mayúscula. Dentro de esa definición hay hombres y mujeres. La evolución con el femenino es que igual que tenemos una gran referencia con el equipo ACB ahora las niñas empiezan a tener su equipo de referencia".

¿Qué objetivo debe cumplir L'Alqueria para que consideren que el trabajo está cumplido? Los dos técnicos se miran. El de Ontinyent abre el fuego: "Si hemos conseguido que lleve aparejado el crecimiento de muchos clubes y de mucho baloncesto estaremos contentos. Si la guinda es que van saliendo jugadores con el sello de L'Alqueria, perfecto". Casadevall fija el acento en el deporte puro: "Queremos que el jugador o jugadora que entre en L'Alqueria salga sabiendo jugar a baloncesto, que cuando salga a una pista veas que sabe moverse por el campo. Ese será nuestro orgullo". En sus manos de alquimistas está el futuro.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios