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Douglas entra a canasta frente a Rafa Martínez, en 2008 . :: efe
La magia del Congost

La magia del Congost

El precedente más polémico en Manresa fue la suspensión en marzo del 89 por lanzamiento de objetos que dio el triunfo 0-2 al Pamesa

J. C. VILLENA

Sábado, 13 de diciembre 2014, 23:57

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El Valencia Basket visita la pista donde ha enlazado, para bien y para mal, varias rachas de resultados opuestos. En la actual, muy buena, los valencianos enlazan cinco victorias consecutivas y ocho en las últimas nueve visitas. La más negativa llevó a perder a los valencianos ocho partidos consecutivos, de abril del 1992 a mayo de 2005. Pero si hay un encuentro que se recordará para siempre en la hemeroteca de los TDK frente a Pamesa en el antiguo Congost es el que se disputó el 18 de marzo de 1989.

El conjunto valenciano buscaba su primera victoria en el Bages tras su amargo debut un año antes, y la suspensión del partido lo evitó. Cuando el marcador indicaba un 65-58 a falta de cinco minutos y medio para el final los colegiados Herrera y Ferreiro suspendieron el partido al impactar un objeto, las versiones aquella misma noche oscilaban entre un chicle y un pequeño objeto no muy duro, en la cabeza de Herrera. Los árbitros habían advertido dos minutos antes de que pararían el juego si no cesaba la caída de objetos a la pista, y cumplieron su palabra en ese instante. La crónica que publicó LAS PROVINCIAS al día siguiente reflejó los lamentos del técnico local, el puertorriqueño Flor Meléndez: «No entiendo la decisión, cuando se fueron a la caseta me fui corriendo a ellos para ver que les ocurría y cuando entré en el vestuario el colegiado ya no se quejaba y rechazó la asistencia médica». La ACB sancionó al Manresa con 500.000 pesetas de multa y otorgó la victoria al Pamesa por 0-2.

Pocos meses antes del incidente, en noviembre de 1988, el Pamesa probó en sus carnes por primera vez como se las gastaba la 'bombonera del Bages', con una contundente derrota 95-72 donde el brasileño Gerson fue la estrella con 20 puntos. Mitjana y un jovencísimo Martín Bertrán, que debutaba ese año en ACB, fueron los colegiados. La cuarta personal de Mayes, con 68-56 en el marcador, fue decisiva para la debacle final.

La primera victoria sin comités de por medio para los valencianos llegó en diciembre de 1989, por 91-95, dando paso a una pequeña racha de dos triunfos consecutivos. El actual técnico de La Bruixa DOr, Pedro Martínez, sufrió la segunda por 68-79 donde los 24 puntos de Indio Díaz y loas 16 de Micheaux fueron el antídoto para un Singleton imperial, que anotó 27 puntos en la segunda parte para un total de 33. La racha se cortó en el Playoff de clasificación en abril del 92, luchando por subir a la A1. Fue la última ocasión en la que Pep Pujolrás disputó un partido contra el Pamesa en el Congost, ya que el entonces capitán falleció en un accidente de coche en septiembre, a los 26 años. El mejor homenaje de sus compañeros a aquella victoria fue mantener su vigencia en todas las previas entre ambos equipos durante más de trece años.

En esa racha no sirvieron algunas actuaciones individuales estelares de los jugadores del Pamesa, como los 27 puntos y 33 de valoración de Rogers o los 17 puntos y 18 rebotes de Warren Kidd la temporada del descenso. Uno de los verdugos de los valencianos fue Derrick Alston, comenzando un carrusel de partidos de hombres de rojo que un tiempo después pasaron al naranja. En las últimas temporadas Oliver, Rafa Martínez, San Miguel o Doellman han vivido ese camino de ida y vuelta entre el Congost y la Fonteta, un auténtico caladero de talento para el despacho valenciano.

El 12 de mayo de 2005 se rompió el maleficio manresano, con un contundente 75-92 en un partido que no sirvió de nada ya que aquel Pamesa decepcionante estaba fuera del playoff en la penúltima jornada. La exhibición de Oberto (23 puntos, 11 rebotes y 40 de valoración) fue su epílogo en Valencia. Esa noche comenzó a gestarse el fichaje como técnico de Casas.

En los últimos años tres victorias han marcado este duelo; 77-78 con un tiro libre de Sklavos a un segundo del final remontando 15 puntos en 2005, 64-82 con sólo siete jugadores del primer equipo entre lesionados y enfermos en febrero de 2008 y, como no, la del triplazo de Lauvergne en diciembre de 2012.

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