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Los nervios dieron paso al disfrute

La Fonteta se divierte por pimera vez en la temporada con su equipo y Juan Roig se suma a los aplausos de los aficionados taronja

J. C. VILLENA

Domingo, 7 de diciembre 2014, 23:44

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La Fonteta volvió a disfrutar de una matinal de baloncesto como hacía tiempo que no lo hacía. Por los dos aspectos. El horario de los domingos por la mañana parecía desterrado esta temporada por la Euroliga, pero caprichos televisivos se recuperó el día en el que se disputó el partido europeo un viernes a las nueve de la noche. Visto el resultado... habrá que repetirlo, porque el gozo general en la grada recordó al de aquel Valencia Basket que se comportó como una maquina de generar baloncesto en el segundo tramo de la pasada temporada. El chispazo de adrenalina antes de jugarse a una carta la temporada en la antigua Copa de Europa bien merece un madrugón.

Tan metido estuvo el público en el partido que Juan Roig, rodeado de sus nietos y nietas, se mutó por unos minutos con la grada de la Fonteta. El dueño del club participó en todos los aplausos que se generaron en la grada para tributar pequeños homenajes a los jugadores que iban saliendo del campo después de vaciarse encima del parquet. Nada que ver con el rictus serio de los últimos envites en el recinto de Hermanos Maristas, que acabaron en dolor de cabeza y en demasiadas dudas. Al menos, la contundente victoria le evitó al señor Roig tener que aguantar esas pequeñas 'comidas de oreja' sobre la figura de Perasovic que le regalan en los pasillos de la zona noble algunas personas. El dueño sigue confiando en el croata, y mientras eso no cambie no se producirá ningún movimiento.

La presencia de Iñaki Zubizarreta fue talismán. El pívot que tocó el cielo con el Pamesa Valencia de Miki Vukovic en la Copa del Rey de Valladolid 1998, que lleva tatuada en uno de sus tobillos, hacía muchos años que no se dejaba ver por la Fonteta. El puente festivo le animó a desplazarse a Valencia para saludar a los muchos amigos que aún conserva, acompañando a su armazón imponente esculpido a golpe de esfuerzo. «Sigo sin tener un pelo de tonto», bromeó el bueno de Zubi con el delegado Alfonso Castilla o Martín Labarta, el histórico delegado del pabellón en los partidos como local del conjunto valenciano.

Quien no tenía tantas ganas de recordar el pasado fue Ibon Navarro, que se estrenó como técnico en un partido en la Fonteta con una dura derrota. El vasco, eso sí, no pudo esconder que se sabe al milímetro la hoja de ruta de Perasovic al lamentarse de que habían advertido que los segundos cuartos suelen ser la base de los triunfos taronja en casa.

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