Pedrosa, la leyenda de los 50 kilos, se despide en el Circuit

«Cuando subió, todos teníamos miedo de él», recordaba Valentino Rossi sobre el invierno de 2005, cuando Pedrosa, después de conquistar el Mundial de 250cc, daba el salto -lógico- para pelear contra los mejores. El catalán siempre acusó su físico (1,58 metros, 50 kilos) en MotoGP, la gran espina de su carrera. Fue tres veces subcampeón y otras tantas finalizó tercero, pero nunca pudo escalar a lo más alto del cajón. «A veces en la vida no se consigue lo que te propones, a veces es porque otros lo han hecho mejor que tú», explicaba su mentor, Alberto Puig sobre el punto que siempre le faltó a Pedrosa para llegar el primero a la cima. «He aprendido muchísimo de él durante todos estos años», dijo Márquez.

Sus últimos cinco kilómetros en el Mundial los corrió ayer en Cheste. Fueron sorprendentes, porque después de una temporada impropia de él, Pedrosa tuvo el podio a tiro. La lluvia y los nervios se cruzaron en el camino del de Honda, que acabó quinto. Rossi fue el primero en acercarse a Pedrosa para reconocerle el camino recorrido desde 2001 hasta ayer. Arranca una nueva era como probador de KTM.