Lydia empezó a arbitrar por el ejemplo de un amigo. lp

Pioneras con el silbato

Elda acoge mañana el primer partido arbitrado por mujeres | Lydia, Amparo e Irene compaginan sus estudios y su trabajo con una actividad que las apasiona y marcarán un hito en el fútbol sala nacional

úrsula morant

Miércoles, 24 de febrero 2021

Con las colegiadas Lydia Guillem e Irene Vargas en pista y Amparo Huerta en la mesa de cronometraje, se enfrentarán este viernes (20 horas) en Elda dos equipos que serán testigos de un momento histórico en el mundo del fútbol sala. Será la primera vez que tres mujeres arbitren un partido de categoría nacional masculina, en concreto, Segunda División B. Es todo un acontecimiento que supone un pequeño paso más para que la mujer se adentre cada vez más en todos los ámbitos del deporte. El choque enfrentará a Nueva Elda y Ye Faky Fs Fustal. Además, tanto Irene como Lydia han debutado esta temporada en Primera División femenina.

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La valenciana Lydia Guillem de 25 años y estudiante del Máster de Abogacía, Empresa y Asesoría, comenzó a sentir interés por el arbitraje después de ver a un amigo suyo que se dedicaba a ello. «Verle a él pitar hizo que me entrase la curiosidad hasta que por fin decidí dar el paso», sostiene Lydia. Asimismo, afirma que desde que empezó a arbitrar, lo ha compaginado siempre con sus estudios y que no tiene planes de dejar de hacerlo.

«Estoy muy ilusionada y tengo muchas ganas de que llegue ese momento, además me encuentro muy tranquila», asegura Lydia. La también valenciana Amparo Huerta es la más veterana de las tres y es arquitecta y profesora de educación secundaria de matemáticas. Sostiene que ella comenzó a interesarse por el arbitraje gracias a que siempre le ha gustado el fútbol sala y por la influencia de su marido, que también es árbitro.

«Desde el Comité valenciano me apoyaron mucho y con abundante esfuerzo logré subir rápido de categoría» confirma la colegiada. El trío que actuará en Elda lo completa Irene Vargas, alicantina de 21 años estudiante de doble grado en Administración de Empresas y Derecho. Ella solía correr por la montaña pero sufrió una lesión que no le permitió continuar con ello, por lo que su padre le animó a apuntarse a otra cosa. «Él era árbitro de fútbol sala y siempre me decía que mi personalidad se ajustaba bien para ser colegiada y así fue como empecé», asegura la joven. Igualmente apunta que además de compaginar sus estudios con esta actividad, también es profesora particular y nunca quiere dejar de enseñar.

«La economía es mi pasión y cuando termine mis estudios me encantaría ser profesora de ello», explica Irene. En general las tres aseguran que se enfrentan con ilusión al viernes y añaden que no tienen miedo a ser discriminadas por ser mujeres en el terreno de juego ya que afortunadamente nunca lo han vivido. «Recibimos las críticas que muchos árbitros, tanto hombres como mujeres reciben durante un partido», manifiesta Amparo, incluso destaca que siempre se ha sentido muy protegida por su equipo. Lydia, Irene y Amparo son sin duda alguna el trío femenino que va a marcar un antes y un después en el arbitraje. Mañana, da igual quién se lleve los puntos, ganará el fútbol sala.

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