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Los jugadores del Inter celebran su título de Liga tras la final ante el Valdepeñas. @rfef
El Movistar Inter, campeón de Liga con un empate ante el Viña Albali Valdepeñas
Fútbol sala

El Movistar Inter, campeón de Liga con un empate ante el Viña Albali Valdepeñas

Al equipo manchego solo le faltó un gol para la proeza contra el líder del campeonato, que conquistó su decimocuarto título

EFE

Málaga

Martes, 30 de junio 2020, 17:42

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La Liga es del Movistar Inter, el más ganador de todos, el campeón de los campeones del torneo, ya por su decimocuarto título; reivindicado cuando su crédito parecía más bajo, cuando asume un indudable cambio de ciclo y cuando nadie le daba una condición de favorito que culminó con un sufrimiento extremo, pero también con jerarquía, con un 3-3 contra un ambicioso Viña Albali Valdepeñas, al que sólo le faltó un gol para la proeza.

No hubo nada resuelto hasta el último segundo, hasta que un tiro de José Ruiz terminó fuera de la portería de Jesús Herrero. Ahí sí se sintió ya campeón el conjunto madrileño, al que le favoreció el empate por su mejor posición en la competición regular. Fue líder.

Movistar Inter

Jesús Herrero, Ortiz, Borja, Pola, Pito -cinco inicial-; Elisandro, Raya, Bebe, Marlon y Humberto.

3

-

3

Viña Albali Valdepeñas

Edu, José Ruiz, Chino, Pablo Ibarra, Cainan -cinco inicial-; Rafael Rato, Juanan, Catela, Nano, Dani Santos, Buitre y Terry.

  • goles: 1-0,m. 2: Pito. 1-1, m. 10: Chino, de penalti. 2-1, m. 19: Borja. 3-1, m. 20: Pito. 3-2, m. 28: Cainan. 3-3, m. 39: Dani Santos.

  • INCIDENCIAS: Final de la fase por el título disputada en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga sin público.

La final la resolvieron entre Pito y Borja, los dos protagonistas principales por encima de todos. El primero fue el autor de dos goles, asistido por el segundo; el segundo marcó otro, a pase del primero. La combinación de ambos, más un grupo de indudable firmeza, carácter y calidad, confluyó en el triunfo. Fue campeón los 40 minutos, porque también le valía la igualada.

Al minuto y medio, en cualquier caso, ya iba por delante, con el 1-0 de Pito, con una puesta en escena más concluyente que su rival, al que le pesaron los primeros minutos y algunos momentos claves del encuentro. Porque el Valdepeñas entró más tarde que su oponente en el encuentro, pero cuando lo hizo puso en verdaderos aprietos a su contrincante, por ejemplo con el 2-1 de Chino de penalti, aunque también pagó la desconexión antes del descanso con dos tantos en contra: el 2-1 de Borja, a 1:26 del intermedio, y el 3-1 de Pito, a tres segundos de tomar el camino hacia el vestuario.

Un doble contratiempo casi inasumible en una final, más aún cuando enfrente está el Inter, que se resguardó en su terreno, como ya hizo en la semifinal ante el Palma; recibió el 3-2, de Cainan de falta directa, a 12 minutos del final... Y sufrió, sufrió y sufrió hasta el último segundo, porque también tiene capacidad para ello, aún más con el juego de cinco del Valdepeñas, y porque encajó el 3-3 de Dani Santos a minuto y medio de la conclusión.

No hay nadie en el fútbol sala español que compita como el Inter. Nadie tiene un gen ganador como él. En las circunstancias actuales, cuando el cambio de ciclo es una realidad inminente -a partir de este miércoles-, mermado por las salidas de un hombre clave como Gadeia, sin Ricardinho -no ha jugado nada en este play off express-, o entre las dudas que ha generado su irregularidad o su preparación para la ronda decisiva, ha superado las expectativas, de vuelta a la cima de la Liga. Ha ganado seis de las siete últimas.

Es cierto que su potencial, su plantilla y su equipo tienen un nivel incontestable, pero también que es un conjunto que aborda con toda la determinación del mundo cualquier desafío, que tiene un espíritu competitivo, sea cual sea el plan, sea cual sea el rival, que sólo falla en muy contadas ocasiones, casi siempre irreductible, este martes para un empate suficiente frente al Valdepeñas.

¿Ha recuperado la hegemonía? Hoy es mucho decir, porque el Barça, eliminado en los cuartos de final por el Levante a 3 segundos del final, lo había ganado todo en el último año y medio en España. Pero sí es evidente que el Inter siempre está ahí, entre los mejores. No le había concedido la crítica la condición de favorito, pero quizá jamás haya más favorito que él.

Es el campeón de la Liga. Por decimocuarta vez en su historia. Y manejó la final, al menos el marcador, casi siempre. No es nada sencillo cuando enfrente está un equipo como el Viña Allbali Valdepeñas, un bloque con una ambición, una convicción, un rendimiento y una capacidad fuera de toda duda, que se ha sentido un aspirante a todo apenas un año después de salvarse del descenso en la última jornada de la pasada campaña. Y que jamás desiste. Ha hecho historia, sin duda, pero tal es su presente que sus límites todavía son desconocidos. No ha ganado la Liga, pero casi. Y con una cantidad formidable de tiros a la portería rival.

Por cierto, no jugó Ricardinho. Un adiós triste, intrascendente, para el astro portugués, cuyo desenlace ya previsto desde hace meses ha tenido un epílogo sombrío. No ha disputado ningún minuto en toda la fase por el título. Ni en cuartos ni en semifinales ni en la final. Su legado son seis Ligas -esta última sin participación en el play off-, tres Copas de España, dos Copas de Europa, tres Supercopas de España y una Copa del Rey.

Ya le espera el ACCS París, como a Humberto y a Carlos Ortiz. El capitán, leyenda del Inter, de la selección y del fútbol sala español, ganador de 20 títulos con el conjunto madrileño, incluidas tres Copas de Europa, se va de otra manera: en su último día de contrato, tras doce años en la entidad, levantó la copa de la Liga. La sexta en las últimas siete ediciones del torneo.

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