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Leo Messi celebra el gol que abrió el marcador. Reuters
Jornada 15

Messi, alfa y omega

Partidazo del argentino, que hizo un doblete con sendos tantos de falta para liderar al Barça en la goleada ante el Espanyol

JESÚS BALLESTEROS

BARCELONA

Sábado, 8 de diciembre 2018, 08:54

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Tras perderse los partidos ante PSV, Villarreal y Cultural Leonesa, Luis Suárez reaparecerá este sábado en el derbi que enfrentará a Espanyol y FC Barcelona en el Estadio de Cornellà-El Prat. El delantero uruguayo se ha acostumbrado a competir, y con un gran rendimiento, con una maltrecha rodilla derecha, pero cada vez más a menudo se va a tener que tomar un descanso para recibir un tratamiento específico. Su regreso es un alivio para Messi, no sólo porque es su gran amigo en el vestuario, sino porque Valverde no apostó por Munir en su ausencia y el argentino tuvo que colocarse de 'falso nueve', la posición que le impulsó a ser considerado para muchos el mejor jugador de la historia, pero una demarcación en la que ahora se siente asfixiado. Ya prefiere arrancar desde la derecha, con Suárez abriéndole paso con sus movimientos.

Es la gran noticia para el líder, que sin embargo no contará con el brasileño Arthur tras no superar sus molestias en los aductores. La gran incógnita es saber quién acompañará a Suárez y Messi en punta. Dembélé y Coutinho se juegan una plaza. El francés atraviesa un buen momento tras el castigo por indisciplina, todo lo contrario que el brasileño, quien ha perdido chispa y protagonismo en el juego. El que se siente en el banquillo recibirá un duro golpe a su ego. Siguen lesionados, aparte de Arthur, Sergi Roberto, Umtiti, Rafinha, Samper y ahora Malcom, que sufrió un esquince ante la Cultural en la Copa y estará 15 días de baja.

Piqué será otro de los protagonistas por su largo historial de polémicas con el Espanyol, cuya afición le tiene considerado como el enémigo número uno. «Espero un buen ambiente en el campo, que haya respeto por todas las partes. Tenemos que tender a normalizar todo esto. Sabemos lo que significa ganarles y lo que para ellos significa ganarnos. Al final, hay que felicitar al que gane y que nada se salga de madre. A veces hay más bombo alrededor de lo que realmente pasa en el campo. Piqué está haciendo una gran temporada y no tenemos que pensar nada antes de que ocurra nada especial», señaló Valverde, mientras que Rubi comentó: «Nuestro talante es deportivo y esperamos que él también lo tenga. Jugaremos con intensidad pero desde la deportividad y estoy convencido de que también lo será por la otra parte».

El Espanyol, sin Naldo y con la duda de Sergio García, afronta el derbi después de tres derrotas consecutivas en Liga, pero revitalizado tras su pase a octavos de Copa eliminando al Cádiz. Con todo, la afición está con el equipo, satisfecha con el fútbol creativo que plantea Rubi y con el gran comienzo de temporada. «Queremos hacer historia y ser los primeros en ganar al Barça en Liga en Cornellà-El Prat», comentó Rubi. «Es un derbi igualado, que se juega con más corazón que cabeza e intentaremos que se rompa de nuestro lado», indicó Valverde. El Barça llega como líder, pero sin lujos porque no gana con comodidad ningún partido ni exceso de optimismo. Además, con Valverde en el banquillo el Barça no ganó en Cornellà-El Prat la pasada temporada ni en Copa (1-0 en la ida de la octavos) ni en Liga (1-1).

Hay generaciones enteras de aficionados del Espanyol que tendrán pesadillas con Leo Messi. Es ya el jugador que más goles le ha metido al conjunto perico en toda su historia. También es verdad que lo recordarán millones de aficionados al fútbol porque no hay otro como él, no soporta comparación alguna y, si además está motivado, es prácticamente imparable y capaz de resolver un partido por sí mismo.

Fue líder, fiscal, juez y verdugo ante un equipo, el de Rubi, que sigue en caída libre. Al que ya goleaba en la primera mitad tras unos de los mejores 45 minutos que se le recuerdan al Barça en muchas semanas. Y al que ninguneó de principio a fin. No fueron pocos los seguidores pericos que decidieron poner fin a tremendo baño tras el parón. Pueden asegurar los más críticos y sin miedo a equivocarse que el 0-4 final se antoja hasta corto por lo visto sobre el césped.

Es cierto que el Barça había vuelto a la senda de los triunfos hace ya algunos partidos, pero los tres puntos ante el Espanyol supieron a confianza recuperada, a golpe en la mesa, a confirmación del liderato.

Espanyol

Diego López, Javi López, David López, Duarte, Didac, Hernán Pérez (Leo Baptistao, min. 59), Melendo (Sergio García, min. 63), Víctor Sánchez, Roca, Darder (Granero, min. 74) y Borja Iglesias.

0

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4

Barcelona

Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Rakitic (Denis Suárez, min. 82), Busquets, Vidal, Messi, Dembélé (Coutinho, min. 68) y Luis Suárez (Munir, min. 79).

  • Goles: 0-1: min. 17, Messi. 0-2: min. 26, Dembélé. 0-3: min. 45, Luis Suárez. 0-4: min. 65, Messi.

  • Árbitro: Del Cerro Grande (madrileño). Amonestó a Didac Vila.

  • Incidencias: RCDE Stadium. 24.037 espectadores.

El partido ante el conjunto perico, la cuarta derrota consecutiva de los vecinos, sonó a poética respuesta de Messi tras las palabras de un Pelé al que, como a Maradona, el personaje ha devorado al futbolista.

Dijo el carioca que el argentino sólo golpea con una sola pierna. Es cierto que no necesitó más para marcar el primer y el cuarto gol del choque, sendos golazos de falta al que ni el mejor portero del mundo hubiese llegado. También aseguró Pelé que sólo tiene un regate, pero el rosarino volvió loco él solo a cuanto rival le plantó cara en el segundo gol culé. Un señor golazo de Dembélé, quien se aprovechó de un pase milimétrico de Messi de los que no se sabe si dio muchos Pelé en su carrera profesional.

Para que la guantada sin manos hubiese sido completa, sólo le faltó a Messi marcar un gol de cabeza en el recital azulgrana. Un derbi barcelonés que quedó finiquitado segundos antes del descanso cuando Luis Suárez, tras alguna ocasión clarísima, marcaba el tercero con caño incluido a Diego López. El charrúa no pudo tener mejor regreso a los terrenos de juego tras superar sus problemas físicos.

Bien es cierto, que por pura vergüenza torera, el Espanyol sacó algo de coraje para que la goleada no fuese a peor. Tampoco es que Ter Stegen tuviese excesivo trabajo y, en el toma y daca en el que se convirtió el choque, el Barça se desenvolvía bien con las galopadas de Messi o Dembélé. Es éste un recurso que suele utilizar cada vez más el equipo culé. Ante el Espanyol hubo una primera mitad de auténtico control, guión casi olvidado en los últimos partidos del equipo de Valverde, pero el choque fue decantándose hacia un correcalles hasta que, de nuevo Messi apareció y dejó sin esperanza alguna a los locales. Otro golazo de falta ante el que Diego López sólo le quedó resoplar.

Lo peor es que para el Espanyol quedaban aún más de 20 minutos por delante y la agonía se antojaba eterna aunque no hubo mucha más sangría. Coutinho saltaba al verde en lugar de un mejorado Dembélé en busca también de su cuota de protagonismo, pero el brasileño está atravesando una alargada racha de sombras como jugador azulgrana y parece haber perdido trascendencia en el once inicial de Valverde. La pobre participación ante el Espanyol no le ayudará. Verdad es que, en partidos como éste, cualquier jugador no pasa de actor secundario como si de un soliloquio de Messi se tratase. Alfa y omega en el duelo de la ciudad condal, el argentino ha recuperado la chispa del inicio de temporada y que deja, contando los resultados de la jornada, al Barça como líder en solitario y con una ventaja de tres puntos sobre sus inmediatos perseguidores.

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