Un Barça resultadista liderado por un Neymar excepcional

El Barça llega al final de la cuesta de enero con la satisfacción de haber sobrevivido a un inicio de año sin descanso, con partido cada tres días, y con la alegría de haber superado el temido efecto del Mundial de Clubes disputado en diciembre, que suele pasar factura física y psicológica a los equipos europeos que lo ganan. El equipo de Luis Enrique llega al último obstáculo del mes como colíder de la Liga, con un partido menos como colchón, y clasificado para las semifinales de la Copa del Rey. El espíritu competitivo de la plantilla azulgrana no se puede poner en duda y las rotaciones del técnico asturiano han vuelto a dar un respiro sin afectar a los resultados. Pero no es oro todo lo que reluce y es obligado recordar que el Barça ha mostrado su peor imagen en los dos últimos encuentros, resueltos gracias a la pegada de sus cracks en las segundas partes tras unos inicios preocupantes.

Tanto en Liga ante el Málaga (1-2) como en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Athletic (3-1), la derrota (y la eliminación en el segundo caso) fue una amenaza real durante muchos minutos. Y no es el mejor camino a seguir antes de recibir al Atlético este sábado en el Camp Nou (16 horas) en el pulso por el liderato, aunque el conjunto rojiblanco lo afrontará con dudas peores tras caer eliminado en la Copa ante el Celta en su propio estadio (2-3).

Además del lógico cansancio acumulado, ante el Athletic quedó clara la 'Busquetsdependencia' de un equipo que necesita un faro en el centro del campo para dar salida al balón jugado desde atrás. El internacional español, con anginas y fiebre (al igual que Iniesta y Arda Turan, quienes no jugaron), disputó sólo los últimos minutos para dar tranquilidad al final. Sin él, y con Rakitic y Sergi Roberto como interiores de recorrido, pero no de control, la presión de los de Ernesto Valverde hizo mucho daño, por cierto, tal y como se temía en la víspera. Mascherano tiene otras virtudes, pero no la de conectar con los centrales recibiendo de espaldas en una posición de tanto riesgo.

En principio, Busquets e Iniesta, como mínimo, deberían estar recuperados para el sábado. Quizás también Jordi Alba, los plazos indican que sí, haya superado su lesión muscular.

En ataque, el gran momento de Neymar, pletórico de energía, entusiasmo y motivación, contrasta con un ligero bache de Luis Suárez, pese a su gol en el 1-1 frente al Athletic, y con ese clásico ahorro de esfuerzos de Messi en determinados momentos de la temporada. Cada vez que sale de una lesión (y, además de los dos meses de baja por el percance de rodilla, no jugó la ida en San Mamés por unas molestias musculares) se estudia y autoanaliza sobre la marcha. Sin estar al cien por cien, la remontada copera coincidió con sus minutos más participativos y suya fue la asistencia al uruguayo que cambió la dinámica del partido.

Neymar, por cierto, acabó con el pie vendado tras recibir un pisotón en un lance del partido y de una eliminatoria en la que ha provocado seis tarjetas amarillas a seis jugadores distintos del Athletic. Ha sido el protagonista de las últimas semanas por las campañas mediáticas en su contra que le tildan de provocador o de 'piscinero' y también por el supuesto interés del Real Madrid en tirar la casa por la ventana para arrebatárselo al Barça en un momento en el que negocia su renovación. Al mismo tiempo, los problemas judiciales derivados de su fichaje le siguen atormentando tanto en España como en Brasil. Existe un caldo de cultivo que podría distraerle.

Sin embargo, en el césped fue el líder de un Barça que estaba siendo superado por el Athletic y transmitió sus ganas a sus compañeros, mientras que en la grada del Camp Nou se coreaba su nombre y se mostraban pancartas a su favor. Lo cerró con un golazo. Ante el Atlético, más.