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Deulofeu, durante un partido de pretemporada.
Luis Enrique saca el látigo con Deulofeu
FÚTBOL

Luis Enrique saca el látigo con Deulofeu

El talentoso extremo de la cantera, cedido un año al Sevilla por no sacrificarse al gusto del técnico

P. Ríos

Viernes, 15 de agosto 2014, 19:29

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Gerard Deulofeu recordaba a principios de junio, el día que estrenaba la camiseta del primer equipo, que Luis Enrique le hizo debutar con 16 años en Segunda División en el filial. Lo que no imaginaba ese día es que ese conocimiento que tenía el técnico asturiano de su capacidad futbolística iba a jugar en su contra. Dos meses después de esas palabras en las que prometía «trabajo para ayudar al equipo», tras un mes escaso de entrenamientos, el prometedor extremo de la cantera azulgrana, una de las joyas para el futuro del fútbol español, se va cedido una temporada al Sevilla. En pocas palabras, Luis Enrique se ha cansado de él. Es un aviso para otros jugadores de la exigencia del técnico.

No hay opción de compra para el club andaluz. Deulofeu volverá seguro porque tiene contrato hasta 2017 y el Barcelona conoce el potencial de un delantero que sólo necesita un cambio mental para madurar. Pero encadena su segunda cesión tras la de la temporada pasada al Everton, donde tampoco jugó demasiado aunque dejó chispazos de crack en la Premier. Su caso comienza a ser preocupante. Pero, aunque tiene de su lado a una parte de la afición y de la crítica debido a ese prodigioso uno contra uno, Luis Enrique le había dado dos avisos porque no quiere 'estrellitas', sino jugadores que se impliquen en el trabajo defensivo y en la disciplina táctica. Y el jugador de 20 años de Riudarenes (Girona) siempre ha dado muestras de que el único fútbol que le gusta es el que ocurre cuando él tiene el balón. Toca corregirse y seguro que el Sevilla, con Unai Emery, intentará mostrarle el buen camino.

«Tengo que mejorar en defensa», reconoció Deulofeu tras los dos primeros amistosos de pretemporada en Huelva (0-1) y Niza (1-1), antes de que Luis Enrique le llamara la atención en público. Pero admitir verbalmente sus carencias no le ha servido de nada. El técnico asturiano, tras darle entrada en el minuto 75 ante el Nápoles en Ginebra (KO, 1-0) en un partido en el que delanteros del filial como Munir y Sandro pasaron por delante suyo, le dio el primer toque de atención: «Para mí todos los jugadores son iguales, los del primer equipo como los del Barça B. A todos les pido cosas y necesito que me las den a mí al mil por cien. De Deulofeu me gusta lo que me da en ataque, pero tiene que mejorar mucho en defensa».

Y su discurso fue todavía más crítico tres días después tras el 0-6 en Helsinki, donde Munir, del B, fue titular y él entró en el 60': «¿Que la situación de Deulofeu es difícil? ¿Estando en el primer equipo del Barça? ¡Por favor! Las oportunidades se las tienen que ganar los jugadores con su trabajo porque la competencia tiene que ser feroz. Si lo hacen, yo reparto los minutos». Una charla persona en el despacho del técnico dos días después acabó abriendo la puerta a Deulofeu, que ya había visto que su dorsal '23' de la pretemporada había sido el escogido por Vermaelen.

Sin Deulofeu y con Luis Suárez de 'baja' hasta el 25 de octubre, parece evidente que faltan delanteros por lo que Munir, un zurdo con talento y capacidad de sacrificio, podría quedarse en la primera plantilla temporalmente. Jugará el Gamper, torneo que no podrá disputar el portero alemán Ter Stegen por una contusión lumbar que le obligará a estar dos semanas de baja. El debate de la portería se aclara: el primer titular en la Liga será Claudio Bravo.

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