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Sergio Ramos, junto a sus compañeros en un entrenamiento.
Cardiff puede completar la profecía de Ramos

Cardiff puede completar la profecía de Ramos

En octubre cometió un penalti en Turín y soltó una frase que, ahora que suena como candidato al Balón de Oro, parece premonitoria: «Que disfruten los que ahora rajan de mí porque con el tiempo acabarán callados»

Rodrigo Errasti Mendiguren

Viernes, 2 de junio 2017, 00:32

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En el Juventus Stadium de Turín se vio al Sergio Ramos más malhumorado de la campaña 2016-17. Fue el pasado 8 de octubre. Se convirtió en protagonista en la jugada del empate de Italia ante España, al cometer un penalti sobre Éder que supuso la igualada de De Rossi cuando el duelo agonizaba. Era su cuarto penalti, y sexta amarilla, en apenas dos meses de competición, y él retó a aquellos que le culpaban. «Es riguroso. Se puede pitar. Es el típico penalti que se pita uno de 40. A mí, quizá por las últimas acciones, me tienen cogido por la matrícula (suma 22 rojas como madridista). Habrá que hacer algo por intentar cambiarlo. Estoy orgulloso del partido, no del penalti, pero toca seguir», apuntó Sergio Ramos, que aquel día reconoció sentir cierta envidia de la cultura deportiva italiana.

«Los errores nos pueden pasar a todos, incluso a Buffon (que falló estrepitosamente en el 0-1 de Vitolo), que es un emblema para Italia y aquí le aplauden y en España le pitan. Aquí notas el respeto que hay por él. Se respira en cada paso que das. Esa es la diferencia. La envidia nos puede y aquí la admiración se ve por cada paso que vas dando. Ya lo he dicho, que disfruten los que tengan que rajar, porque con el tiempo, como ha pasado muchas veces antes, acabarán callados», dijo antes de negar estar enfadado. «Yo soy feliz por encima de todo. Como decía el gran abuelo, y quizá suena antiguo y demás, tengo la espalda y el culo 'pelao' (dijo sonriendo en alusión a Luis Aragonés) pero ni cuando me han halagado me he venido arriba ni cuando me han criticado me van a destruir», afirmó entonces en la sala de prensa del estadio de su rival en Cardiff.

Minutos después allí mismo Gigi Buffon reconoció su «desastre» en el gol e hizo una reflexión interesante ante la prensa sobre el apoyo recibido por su hinchada: «Si fallas una vez al año no entiendo que te critiquen. Si fallas una vez al mes sí». Lo cierto es que desde aquel partido muchas cosas han cambiado para el madridista. Se lesionó tres días después en Shkoder y el parón parece que le vino bien. Empezó con su recital de goles postreros con su club hasta alcanzar la decena, registro que nunca había alcanzado en una sola campaña. «Tengo un recuerdo muy especial de esos goles que he metido y están en la historia del Real Madrid. En los últimos partidos de Liga me han tapado hasta tres jugadores en los córners», reconoce cuando se le pregunta por la opción de ser el primero que marca en tres finales de Champions League. «En estas últimas finales he tenido la suerte de marcar goles decisivos. Si el sábado toca de nuevo, sería un placer vivir esa sensación única, pero lo importante es conseguir ser campeón de nuevo. Ahora sólo pienso en ganar la Champions, en ser el primer capitán en levantar dos consecutivas», considera.

El capitán blanco afirma que «estar en tres finales en cuatro años es una locura que hay que valorar, y cuando ganas mucho mejor». «Esta temporada hemos logrado la Liga después de cinco años sin conseguirla y hay que ponerle la guinda con la Champions. Ojalá podamos volver a reivindicarnos y ser el único equipo en la historia que gana dos seguidas en este formato. Sería un sueño para todos los madridistas, pero el papel de favoritos es una etiqueta que pone el público. Las estadísticas no ganan partidos y no vamos a ir sacando pecho por ser los últimos campeones de la Copa de Europa. Empezamos de cero. Hay que dejarse el alma. Obsesionarse no es bueno, aunque sabemos que podemos hacer un doblete histórico», insiste.

El futbolista de Camas, que reconoce pensar en sus abuelos cada vez que suena el himno de la Champions, asegura no estar obsesionado con el Balón de Oro. «Si hubiera querido tener premios individuales hubiera jugado al tenis, pero es verdad que a nadie le amarga un dulce y si tuviera la suerte de estar entre los tres nominados al Balón de Oro sería un premio al trabajo y al esfuerzo que he dedicado en este deporte. Cannavaro lo ganó siendo defensa y ¿por qué no? Lo cierto es que es muy complicado, casi imposible coincidiendo con dos fenómenos como Cristiano y Messi, y más siendo defensa. Y cuadriplica la dificultad ser español», explicó antes de mostrar su admiración por el meta rival. «Buffon es una leyenda que hace más grande este deporte. El día de mañana quedará recordado como uno de los mejores porteros de la historia del fútbol. Ahora es un ejemplo para todos, ya que ha demostrado que la edad no es un aspecto clave para rendir al máximo nivel».

Ramos insiste en la dificultad de la Juventes, ya que encaja muy pocos goles. «Tiene un grupo muy bueno con gente joven y con experiencia, con carrileros que desbordan constantemente como Alves, unos fenómenos como Dybala, el 'Pipa' (Higuaín) que todo lo que tocaba este año lo enchufaba, una defensa muy sólida, que deja pocos espacios... Va a ser un partido duro, de pocos goles, y lo ganará el que menos errores cometa. Por eso, nosotros sabemos también de nuestras armas y que a balón parado también les podemos hacer daño, con gol de cabeza mío o de 'Zizou' (risas). Vamos a intentar hacer todo lo posible para intentar abrir el marcador», afirma, consciente de que adelantarse puede ser decisivo.

Por ahora sólo se centrar en levantar la 'duodécima', no en una posible renovación: «Lo que me planteen me va a parecer bien. Si me dan un año para terminar aquí, yo encantado». En este momento Ramos tiene una única espina y es no haber marcado con España en ninguna fase final que ha disputado. Ni en Mundiales (2006, 2010 y 2014), Confederaciones (2009 y 2013) o Eurocopas (2008, 2012 y 2016). Con España se animó a lanzar penaltis y bromeó sobre la opción de que haya que terminar en la fatídica tanda para resolver la final de Cardiff. «Si hay penaltis improvisaré, pero descarto el 'Panenka' delante de un portero como Buffon». Lo agradecerán los corazones blancos, a los que quizá les espere sufrir de nuevo hasta el último momento. «Espero que sea una final apta para cardíacos. Esperemos que no lleguemos a esos niveles de inquietud ni nerviosismo», dijo antes de recordar que es el mejor momento del Real Madrid tras algunos años de sinsabores. «Nos tocó sufrir mucho cuando ganaban otros equipos y es verdad que ahora lo disfrutamos nosotros», insiste.

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