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Urgente Vuelven a envenenar el ficus de la plaza de España

El entrenador del resto campeón, obligado a ir a la mesa electoral

Agustín Larré, designado como vocal, echa un ojo a la final a través del móvil y el padre del escaleter participa en la entrega de trofeos por primera vez como alcalde de Vinalesa

M. RODRÍGUEZ

GUADASSUAR.

Lunes, 11 de noviembre 2019, 01:44

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Puchol II no degustó esta vez el desayuno de Bene, su fan más estusiasta, como pócima mágica para ganar la Copa. El resto de Vinalesa rompió el protocolo de las finales, sobre todo las del Individual. «Ojalá podamos repetirlo en el mano a mano», deslizó. Pero ayer no tocaba. «Ha habido un poco de lío, porque mi entrenador (Agustín Larré) tenía mesa electoral y no podía venir. Al final he decidido desayunar en mi casa», detalló el escaleter pentacampeón.

Agustín Larré no fue a Guadassuar. Mientras la junta electoral indultó al portero granota Aitor Fernández, el entrenador de Puchol II sí que tuvo que cumplir con su obligación en la fiesta de la democracia. «No hemos pedido que lo eximan. Tengo tres o cuatro entrenadores, al final hay reservas», bromeó.

Eso no quiso decir que Larré se perdiera la final. Compaginó como pudo su labor como vocal en una mesa electoral con la partida. Imposible no conectarse con el teléfono móvil a la retransmisión de À Punt en directo. Minutos después del último quinze, el resto del staff recibió whats app suyos.

Quien no se lo perdió fue Bene Vijuescas, por mucho que no tuviera que preparar desayuno alguno para su jugador favorito. Esta vez no sufrió tanto como en otras ocasiones, menos seguro que Javier Puchol. El padre del campeón participó por primera vez en la ceremonia de entrega de trofeos como alcalde de Vinalesa.

«Últimamente estamos coincidiendo bastante en los actos. No sé quién lo pasa peor, pero creo que ya se está acostumbrando», deslizó Puchol II de forma socarrona. Cuando se pidió que padre e hijo, junto a Tomàs II posasen para los fotógrafos, el expilotari y ahora primera autoridad de Vinalesa lo hizo serio y visiblemente tenso. «Pues para ser una persona bastante tímida, ser alcalde de un pueblo no es la mejor posición. Tiene clara su labor y no le gusta figurar», zanjó.

Quien estaba visiblemente satisfecho era Tomàs II, ganador de la final tras dos derrotas. «El despertador me ha sonado a las 7 y la verdad es que estaba tranquilo. He descansado bien y ya sabía cómo son estas partidas. Al final vas adquiriendo experiencia», indicó.

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